Historia de vida
El Refugio Nocturno, más que un techo para César
Estuvo en situación de calle y el refugio fue fundamental para salir adelante. Hoy junto a su pareja es voluntario.
Esta es una historia de vida que, cuando la escuchás, es muy difícil evitar la emoción. Hace aproximadamente un año, César, -que es oriundo de la provincia de Tucumán-, salió de Santa Fe y llegó sin querer a San Francisco. “Yo la venía pasando mal en Tucumán porque no había mucho trabajo, y el poco que había te pagaban muy mal. Eso me fue llevando a una depresión que hizo que me vaya de mi provincia hacia Santa Fe”.
“Allí, me dirigí a un lugar llamado ´El Buen Samaritano´, que es un sitio para personas con problemas de adicciones, que no era mi caso, pero como tengo mi hermano que es sacerdote, me dijo que era un lugar que te sirve muchísimo para que te encuentres con vos mismo y sanes. Después de dos meses en el lugar, me decidí a salir de ahí a buscar trabajo a Córdoba capital”, señaló César.
En ese momento comenzó la odisea. “Me tomé un colectivo de Santa Fe al cruce de San Carlos y desde ahí a dedo. Paró un camión y me llevó un tramo, a donde también encontré otro camión que iba a Mendoza y me trajo hasta la entrada de San Francisco. Cuando venía caminando, paré en el Parque Industrial a pedir agua y pregunté cómo era la ciudad para pedir trabajo y me dijeron que trabajo había, pero que sin un currículum era muy difícil”.
En lugar de seguir rumbo a Córdoba, César, que venía muy cansado por el viaje, decidió pasar la noche en San Francisco. Decidido a dormir en la terminal, porque estaba sin dinero, pasó por un kiosco y preguntó si era seguro pasar la noche allí: “la señora me dice que para qué me iba a ir a dormir en la terminal si en San Francisco había un refugio. Me explica cómo llegar hasta el lugar y fui para allá. Cuando llegué me atendieron de diez, me dieron todo para el aseo, y cuando me acosté en la cama era un cinco estrellas para mí”.
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Gran proyecto
El Refugio Nocturno para personas en situación de calle se puso en marcha hace un año y recibe a personas desde las 20.00, pudiendo permanecer en el establecimiento hasta las 8.00 del día siguiente. En ese espacio se les brinda un lugar donde dormir con ropa de cama para pasar la noche, baño, elementos para aseo personal, actividades recreativas, cena y desayuno.
Este gran proyecto, que fue una decisión del municipio, funciona bajo la órbita de la Secretaría de Políticas Sociales, en un trabajo conjunto con el Consejo Interreligioso Social.
“Al otro día me fui y me caminé todo el Parque Industrial en busca de trabajo. En la última cuadra, ya medio resignado, me encomendé en Dios. Ahí vi gente trabajando con estructuras metálicas, yo soy metalúrgico, y pregunté. Los muchachos me dijeron que vaya a las oficinas de la vuelta para probar suerte. Cuando llego a la entrada de la empresa me atiende un hombre, al que le comenté que estaba buscando trabajo. Él me dijo que sin un currículum era difícil, pero le comenté mi historia y me hizo pasar a la oficina”, continuó relatando.
En ese momento comenzó una entrevista improvisada entre el hombre que lo había atendido, que era Omar Spies, dueño de la firma Tecnometal. “Me preguntó cómo había llegado acá y yo le conté mi historia. En un momento de la charla me dijo que iba a hacer algo que jamás había hecho, me iba a dar trabajo sin preguntar más. Me pidieron los datos y a los días empecé a trabajar”.
“Mientras tanto, yo dormía y comía en el refugio, y me iba a trabajar todos los días, hasta que, después de tanto remarla y con la gran ayuda del dueño de la empresa en la que trabajo, pude conseguir un alquiler, traer a mi pareja de Tucumán a San Francisco y ayudar económicamente a mis hijos que viven en Tucumán también”, siguió César, quien mencionó estar sumamente agradecido por el excelente trato que recibió desde que llegó a la ciudad.
En la actualidad, tanto él como su pareja son voluntarios en el refugio: “es muy lindo poder estar acá, tratando de devolver al refugio todo lo que hizo por mí, por haberme dado un techo, un plato de comida y una cama digna para poder vivir este tiempo”.