El pianista Maximiliano Bertea y una mirada crítica antes de actuar junto a la Banda Municipal
"Los chicos están rodeados de músicas populares y nadie subestima para nada este tipo de música, pero la formación musical debe volver a revisar su contenido, como cuando antes todo era muy arcaico, hoy se deben retomar cosas que estaban bien de aquel modelo", exhorta el talentoso músico sanfrancisqueño.
El destacado pianista sanfrancisqueño Maximiliano Bertea comenzó su camino musical desde pequeño en el Conservatorio Superior de Música "Arturo Berutti" y, con el paso de los años, su carrera tomó un camino ascendente, a punto tal de exhibir su talento en el exterior. No obstante, la ciudad que lo vio nacer lo tendrá cerca, a fines de este mes -más precisamente el domingo 30 de abril- hará una presentación junto a la Banda Municipal, con lugar y horario a confirmar.
En diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO, Maximiliano hizo un repaso de su trayectoria musical, realizó una crítica a la actual enseñanza en las instituciones educativas a nivel nacional y asimismo, calificó de "lamentable" la falta de pianos de calidad en la ciudad.
A la edad de 8 años, Maximiliano ingresó en el Conservatorio para aprender piano, pero como no se contaba con dicho instrumento tuvo que conformarse con la teoría, recién al siguiente año sus dedos podrían tocar las teclas. "Ahí (en el Conservatorio) estuve hasta un año después de terminar el secundario, y egresé con el título de Profesor en Piano; después seguí en Córdoba tres años más haciendo el profesorado Superior y a la vez comencé con la carrera universitaria de Perfeccionamiento Instrumental", comenta.
"En Córdoba también trabajaba como profesor, hacía presentaciones y tomaba clases en Buenos Aires con maestros específicos (entre ellos los consagrados Elizabeth Westerkamp y Aldo Antognazzi). Viajaba cada quince días o una vez al mes, dependiendo de cómo podía acomodar mis horarios laborales. A la carrera universitaria no la hice rápido porque priorizaba el trabajo y tocar en vivo, al ya tener un título. Y si me salía un concierto cerca de rendir un final, me iba a tocar el concierto", se sincera.
El perfeccionamiento en Europa y la vuelta al país
Llegado un momento de su vida Maximiliano sintió que debía perfeccionarse en Europa y partió hacia Alemania. "Quemé todas las naves -asegura-, quería estudiar allá pero cambié de planes cuando conocí una una profesora de piano alucinante en Francia. Por eso, comencé a dar clases de piano en Alemania y viajaba a París a tomar clases con ella. Así estuve un año y medio y luego, por cuestiones personales, volví a la Argentina.
Instalado en Buenos Aires comenzó a buscar trabajo. Hoy es profesor en el Conservatorio Superior de Música Astor Piazzolla, da clases a alumnos particulares y se presenta en vivo tanto en el país como en el extranjero.
"El año pasado estuve dos veces en Europa, en Francia y Alemania. Di un seminario en Érfurt y fui a tocar a París, en un lugar de la Ciudad Universitaria. Y este año estoy planificando un nuevo viaje a Europa para septiembre", afirma.
Su repertorio, cabe destacar, es mayormente clásico, de compositores como Johann Sebastian Bach, Robert Schumann, Ludwig van Beethoven, Wolfgang Amadeus Mozart o Achille-Claude Debussy, entre otros.
Una crítica al "facilismo" en las instituciones
Desde su experiencia Maximiliano nota marcados déficits en la enseñanza musical
que se imparte a lo largo del país. "Hay un vaciamiento que tiende al facilismo, di clases en todos los niveles educativos en distintas partes de Argentina y se nota lo mismo: repiten lo que hay en el contexto, y la función de una institución es poner aquello a lo que no se tiene un acceso fácil. Está instalada esa idea de que a los públicos hay que darle lo fácil para que se entienda, como si la gente fuera tonta. No, parece que no se puede dar (Johann Sebastian) Bach porque los chicos están rodeados de músicas populares, y nadie subestima para nada este tipo de música pero la formación musical debe volver a revisar su contenido, como cuando antes todo era muy arcaico, hoy se deben retomar cosas que estaban bien de aquel modelo. Las instituciones musicales están vacías, aunque creo que pasa a nivel general".
Rhapsody in Blue
La Banda Municipal tiene como objetivo hacer presentaciones los últimos domingos de cada mes, en el presente es Maximiliano el invitado. Para la ocasión, el pianista interpretará la obra de George Gershwin: 'Rhapsody in Blue'. "Es la primera vez que voy a tocar con la Banda Municipal, había podido hacerlo con el Coro Polifónico de San Francisco, una vez en el Conservatorio. Rhapsody in Blue es una obra querida en el ámbito académico aun cuando tiene una fuerte influencia popular, como toda la música de Gershwin", asegura el pianista.
En última instancia, Maximiliano volvió a exponer su costado crítico, dejando en evidencia la falta de pianos en la ciudad. "El único disponible de cierta calidad es del Conservatorio, es lamentable la falta de pianos, teniendo en cuenta que tiempos atrás había muchos disponibles, cuando la agenda de conciertos era variada".