Salud
“El pediatra es el médico más importante en la historia del ser humano”
Lo aseguró el doctor Héctor Badellino, quien en el Día del Pediatra cuenta su experiencia en el cuidado de la salud infantil, la educación de los padres y las familias y el desafío de la consulta en los tiempos de Google.
Por Isabel Fernández | LVSJ
Cuando tenía cinco años, Héctor Badellino ya estaba convencido que quería ser médico y todo lo que hizo a partir de allí fue para conseguir ese objetivo. Luego de su paso por la universidad y en la guardia del Hospital de Niños de Córdoba se decidió por la especialidad de Pediatría porque le gustó lo que hacía este médico, que según define es “el más importante en la historia del ser humano en cuanto a la salud”.
El pediatra es un pilar fundamental en el desarrollo saludable de los niños y un recurso valioso para las familias. Su rol va más allá del tratamiento médico, implica educación, apoyo emocional y adaptación a los cambios sociales actuales.
Según Badellino actúa como un "ayudador profesional", brindando acompañamiento no solo a los padres, sino también a otros miembros de la familia que buscan orientación. Después de terminar la residencia en 1991 y en 1992 comenzó a trabajar como pediatra en la Clínica Regional del Este, también se desempeñó un tiempo en el Hospital “J. B. Iturraspe” en neonatología y pediatría.
Cada 20 de octubre se celebra el Día del Pediatra en honor a la fundación de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), que se creó en 1911. El objetivo principal es rendir homenaje a los pediatras y recordar a las familias la importancia de llevar a los niños a realizar controles médicos y cumplir con el calendario de vacunación.
Con más de treinta años de trabajo, el doctor Badellino cuidó la salud infantil de varias generaciones de sanfrancisqueños y sigue atendiendo en su consultorio de la Clínica Regional del Este. Desde hace unos años enriqueció su vida profesional dedicándose a la investigación ad honorem de distintos temas médicos que posicionan a San Francisco como un centro de estudios importante en el país y también en otros lugares del mundo.
En esta fecha especial LA VOZ DE SAN JUSTO quiere reflejar su testimonio de vocación y entrega por el cuidado de la salud de lo más preciado que tenemos en todas las familias: nuestros niños y niñas.
Sobre su decisión de ser pediatra, Badellino comentó que la tomó porque “siempre me gustaron los niños, me gustó lo que puede hacer el pediatra, es el médico de una enorme cantidad de tiempo, el más importante en la historia del ser humano en cuanto a la constitución de su salud, porque en ese período, con acciones buenas o malas se pueden sentar las bases de la salud futura”.
Agregó que también le gusta pediatría “porque los niños significan indudablemente lo más importante en la vida del ser humano, en nuestra cultura, el niño ocupa un lugar central y por lo tanto el pediatra ocupa un lugar central un rol protagónico dentro de la familia”.
Educar y empoderar a los padres
El pediatra está presente desde antes del nacimiento, guiando y educando a la madre en las consultas prenatales y en todo el tiempo de desarrollo de un niño hasta la adultez. Badellino remarcó que una de sus funciones es la educación de los padres y las familias, también un “ayudador profesional”.
“Una de las funciones del médico en general, pero del pediatra en particular, es la educación, quitar miedos, mitos, educar y generar confianza –dijo el pediatra-. Es empoderar a los padres para que actúen ante situaciones simples o no asustarse ante situaciones que puedan ser un poco más complejas. El rol educativo más allá del tratamiento es fundamental, hace a la tarea del pediatra que está prácticamente de guardia todo el tiempo, mucho más ahora con los medios electrónicos”.
Por otro lado, consideró que el pediatra “ocupa un lugar en el imaginario familiar de asesor en un montón de cosas. Siempre digo que soy un ‘ayudador profesional’, porque todos preguntan, tanto los padres como la abuela, el tío, sobre todo cuando hay confianza y se le presta especial atención al contexto del chico, a los vínculos y lo emocional”.
El desafío de la consulta en tiempos de internet
Actualmente cambió diametralmente la sociedad y también las familias, los niños son totalmente distintos a lo que eran 30 años atrás. En la consulta, los pediatras enfrentan otros desafíos, como por ejemplo el acceso a la información en internet que tienen los padres sobre distintas dolencias. Ahí aparece el reto de poder educar y brindar confianza a los padres.
“El pediatra tiene que estar aggiornado a esas nuevas modalidades. Hoy internet, el acceso al conocimiento y a Google hace que los padres lleguen al pediatra de una manera distinta, consultan en internet antes, llegan con un preconcepto, también después de que el médico da un diagnóstico, quieren corroborar si está bien lo que dijo el médico”, afirmó Badellino.
Recordó que antes, “el médico en general, tenía un rol en la sociedad magnánimo como personaje y ahora es discutible lo que dice, creo que Google fue el que le puso el límite, con lo bueno y lo malo que eso conlleva”.
“A veces la información en internet no es la más aceptada y eso hace que genere más miedo y ansiedad en la gente, que certezas. Por eso es importante consultar a profesionales serios y páginas que sean oficiales de alguna institución como la Sociedad Argentina de Pediatría o la Sociedad Americana de Pediatría”, destacó.
Google, el “curandero electrónico”
El pediatra consideró que hay que “incorporar a toda esa nueva tecnología, no divorciarse, porque de la misma forma que 50 años atrás la gente iba al curandero y era palabra autorizada para un tratamiento de algo, hoy en día Google tiene el mismo lugar, es el curandero electrónico. Si uno no sabe lo que busca puede encontrar cosas que no son convenientes, pero en general ayuda y como profesionales tenemos que estar amigados con esa tecnología”.
“Como médicos debemos generar confianza para ser la fuente de consulta que termina en la credibilidad, si la persona duda de lo que le dicen por alguna circunstancia seguramente buscará otras fuentes o consultar a otro médico que es común”, manifestó.
Por otro lado, recordó que hoy “la consulta en los grupos de WhatsApp es habitual. Muchas madres tienen un problema chico y lo consultan con el grupo de la escuela y todos opinan, pero eso es complicado. Antes ese rol lo ocupaban los abuelos o tías que aconsejaban un tecito o un alimento para calmar los síntomas. Pero lo importante es consultar al pediatra que es la fuente confiable y capacitada”.
Badellino consideró que tener un hijo “es uno de los eventos más significativos en la vida y su valoración implica no solo llevarlos al médico, sino también estar atentos a sus conductas sociales. Hoy en día, los padres enfrentan nuevos peligros, como la ludopatía, que antes no existían, por eso crucial que mantengan un diálogo abierto y honesto con ellos, fomentando un vínculo de confianza que les permita compartir sus inquietudes. Además, es fundamental que confíen en su pediatra y eviten buscar información innecesaria en internet, priorizando siempre el consejo de profesionales capacitados”.
Un bien escaso
El pediatra es el médico de primera instancia en todo lo que le pasa al chico, desde un problema infeccioso, que es común a un problema de tipo traumatológico, neurológico, psicológico, emocional, etc., es el médico generalista de los niños.
Badellino explicó que a veces “puede solucionar, de acuerdo a su capacitación, la mayoría de los problemas pero también es el que es el que marca el punto de cuando hacer una derivación oportuna a un especialista en caso de necesidad, ahora tenemos más especialidades dentro de la pediatría”.
En ese sentido recordó que pediatría, junto con ginecoobstetricia, clínica médica, neonatología “son especialidades cuyas formaciones tienden a desaparecer porque nadie quiere hacerlas ya que implica muchos años de estudio, esfuerzo y pago no es muy bueno. Si no hay un cambio en la salud pública que determine prioridades y a quien se va a valorizar, en los próximos años la pediatría será un bien escaso. Es un problema muy grave que se está viendo en los últimos años”.
“Evidentemente las autoridades de salud pública no están haciendo absolutamente nada. Cuando rendí para la especialidad hace treinta años en el Hospital de Niños se presentaban cien profesionales y entraban cinco, ahora hay 10 cargos disponibles y se cubren cinco”, dijo.
Afirmó que el problema “es la salud pública, cómo se encara porque hoy se prioriza el especialista y no al médico de familia. Si se tiene al generalista bien formado y pagado no hay necesidad de que el especialista atienda cualquier patología, la persona irá solamente cuando esté derivado”.
La pasión por investigar y enseñar
La curiosidad y la avidez por conocer más sobre distintas patologías que veía en el consultorio, llevaron al doctor Badellino a dedicar gran parte de su tiempo a la investigación. Tras capacitarse y lograr el doctorado en Medicina llevó adelante varias investigaciones –ad honorem, sin ninguna retribución- sobre las alergias en San Francisco y zona, el impacto ambiental y también la salud mental durante la pandemia, entre otras cosas.
Se dedica también a la docencia en la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (Uces) donde dicta la materia Biología y Neurofisiología del Comportamiento de la carrera de Psicología.
“La curiosidad fue el motor que me llevó a la investigación, me movilizó –afirmó Badellino- y creo también que es importante reinventarse conforme pasa el tiempo, porque no se puede hacer siempre lo mismo. Así como cambia el mundo y nos tenemos que aggiornar, también tenemos que seguir nuestro propio camino y hacer algo que nos estimule”.
“En 2006 empecé mi tesis de doctorado y eso es lo que indudablemente generó el primer estudio, a partir de ahí se abrieron muchas puertas para la investigación. Investigué distintas cuestiones de las enfermedades alérgicas, también la salud mental en adultos durante la cuarentena por la pandemia, el único estudio en la Argentina con tres etapas y después fueron surgiendo otros estudios que permiten posicionar hoy a San Francisco como un centro de estudios e investigación”, remarcó.
Comentó que en el estudio que hizo en su tesis de doctorado y que se replicó hace dos años, “se vio que San Francisco tiene el índice más alto de enfermedades alérgicas del mundo entonces eso estimula a seguir investigando el por qué de esa situación”.
De la mano de la investigación Badellino pudo formar parte de la Sociedad Argentina de Alergia, también en la Latinoamericana de Alergia donde está a cargo de Pediatría y también en la Organización Mundial de Alergia, en el comité de Asma Pediátrica donde continúa estudiando.
Sobre sus últimas investigaciones comentó que trabaja mucho “en factores ambientales, el impacto de las inundaciones y el humo en la salud respiratoria. También investigo lo relacionado con las enfermedades alérgicas pero desde la inteligencia artificial, en eso estoy trabajando con profesionales de la Universidad Tecnológica Nacional y con grupos de estudio en otros países”.
Más información en Instagram: @dr.hectorbadellino, Tik Tok: dr.hectorbadellino y Facebook: Héctor A. Badellino.