El nutricionista, educador en alimentación saludable
Su rol es fundamental en el tratamiento y prevención de enfermedades. "Es importante la empatía. No imponer, no obligar, saber escuchar, dialogar, acordar y así es como se llega a los mejores resultados", aseguró la licenciada María Cecilia Bruna.
Isabel Fernández|LVSJ
Así como muchas enfermedades se originan en la alimentación, de la misma manera también tienen su cura o mejoría cuando se lleva adelante una nutrición equilibrada. En nuestra forma de alimentarnos, o conducta alimentaria, intervienen componentes psicológicos, sociales y la propia regulación del cuerpo.
Comer de manera saludable comienza en el momento de elegir los alimentos y en eso, el nutricionista cumple un rol de educador que es fundamental en el tratamiento y prevención enfermedades como la obesidad, diabetes, hipertensión, cáncer, entre otras.
El pasado 11 de agosto se celebró el Día del Nutricionista, conmemorando el nacimiento del médico argentino Pedro Escudero, pionero en la valoración de la alimentación como una de las bases de la salud y el desarrollo de las personas.
En ese marco LA VOZ DE SAN JUSTO dialogó con la licenciada en Nutrición, María Cecilia Bruna (MP-3091) quien consideró que la nutrición "fue ganando terreno en el plano de la salud en los últimos tiempos. A través de los años se puede ver como los demás profesionales ya sea médicos, psicólogos buscan trabajar en equipo, derivando pacientes, generando interconsultas, validando así nuestro rol".
"También ir al nutricionista dejó de ser un tabú, hoy en día podemos ver pacientes que no tienen ningún 'problema de salud' sino que acuden para organizar su día, su rutina, para aprender nuevas recetas, para optimizar su rendimiento, energía", agregó la nutricionista que respondió distintos interrogantes sobre el rol educador de los profesionales.
- El nutricionista tiene un rol educador porque es quien enseña a comer de manera saludable. ¿Qué debe tener en cuenta a la hora de transmitir ese mensaje o enseñanza?
Es importante que, en primer lugar, como profesionales, tengamos en cuenta que quien está del otro lado es una persona, un todo, con virtudes, debilidades, preferencias, sentimientos, con una rutina que tiene que cumplir día a día, con hábitos ya arraigados, entonces tenemos que tratar de trasmitir nuestros conocimientos de la manera más sencilla posible para que puedan adaptase a la rutina diaria de quien nos está consultando. Yo siempre digo que la planificación tiene que adaptarse al paciente no el paciente al plan, de esta forma podemos llevarlo a cabo y hacerlo parte de nuestra rutina. Por otro lado, es importante la empatía, el que nos podamos poner en los zapatos de quien está al frente, que seamos sensibles, comprensivos, pero al mismo tiempo claros en los conceptos que queremos que se lleven ese día del consultorio. No imponer, no obligar, es importante saber escuchar, dialogar, acordar y así es como se llega a los mejores resultados.
Lic. María Cecilia Bruna
- ¿Cuál es el eje de los planes de alimentación que hoy se aplican en los pacientes? ¿Por qué ya no se habla de dieta y si de cambio de hábitos?
Hay muchas formas de abordaje de pacientes, y todo depende del profesional, en mi caso lo que puedo ver es que a través del paso del tiempo ya no se imponen dietas estrictas como hace algunos años atrás, donde uno armaba planificaciones estructuradas, día a día, donde el paciente las tenía que cumplir al pie de la letra, eran además más restrictivas en cantidades. En cambio, hoy en día, se busca organizar al paciente de forma tal que vaya creando hábitos, cambiando aspectos de su rutina que no son saludables. Se le enseña a armar su plato con sus porciones, se le enseña cómo combinar alimentos, cuales opciones le conviene a la hora de comer fuera de su casa, etc. Muchas veces la imposición genera más ansiedad, más ganas de buscar y consumir aquello que se nos está prohibiendo, es por eso que hoy en día ya no se habla de alimentos prohibidos, todo se puede, es cuestión de saber adaptarlo a las necesidades de nuestro cuerpo. Además, y no menos importante, es que si hoy en día los índices de sobrepeso y obesidad en nuestra población son tan elevados es porque esas dietas restrictivas del pasado no funcionaron, por eso el cambio de paradigma que se busca en este último tiempo. Es necesario formar a la persona en sus hábitos alimentarios, no imponer ni restringir. Como profesionales tenemos que seguir uniendo fuerzas, trabajando en equipo, cada uno desde el área que eligió o que le es de preferencia, desterrando mitos, abriéndonos a nuevas formas de trabajo y de trato con nuestros pacientes y con otros profesionales. Generar confianza, trabajar en equipo, dar valor a nuestros conocimientos.
- ¿Con las herramientas que brinda el nutricionista, podemos mantener nuestra alimentación de manera saludable de por vida? ¿Cuáles son los peligros de volver a caer en el sobrepeso o la obesidad?
Si los conceptos se internalizan, si se adaptaron al estilo de vida del paciente y si se siguen practicando día a día aun cuando el paciente ya no tiene el objetivo de bajar de peso deberían servir. Pero como hablamos anteriormente, la persona es un todo, y la alimentación está muy asociada a sentimientos, emociones, a la rutina cotidiana, entonces muchas veces, aun cuando ya estábamos organizados, pasa algún evento que nos desorganiza, nos desestabiliza y puede poner en riesgo el orden que teníamos establecido, en este caso el paciente tiene que saber que siempre puede volver a consultar, que siempre estamos dispuestos a volver a explicarle conceptos o incluso se puede cambiar y adaptar la alimentación a sus nuevas necesidades y sensaciones.
- ¿Esta educación es fundamental desde que el niño empieza a comer o desde que la mamá lo tiene en su panza?
Está comprobado que el niño comienza a percibir sabores desde que está gestándose, de tal forma mientras más variada sea la alimentación de la mama no solo estará mejor nutrido, sino que también estará más abierto a aceptar nuevos sabores y alimentos cuando llegue el momento de incorporarlos. Durante la alimentación complementaria también es necesario ofrecer alimentos variados, con formas de preparación y texturas variadas para que vaya acostumbrando su paladar a diferentes sabores y sensaciones.
- Actualmente hay muchas dietas milagrosas o programas rápidos en internet que pueden engañarnos ¿Por qué pueden hacernos daño? ¿Sirven las restricciones?
Un plan de alimentación debe cumplir con una regla importante que es la adecuación, si ese plan no se adapta a nuestras necesidades energéticas, de nutrientes, a nuestra rutina, gustos, hábitos, difícilmente pueda sostenerse en el tiempo e internalizarse como habito. Las "dietas" que encontramos por internet no están específicamente elaboradas para nosotros, entonces podemos caer en déficit nutricionales, o pasar hambre, muchas restringen determinados grupos de alimentos e imponen el consumo excesivo de otros, de esta forma deja de ser una alimentación equilibrada.