El mensaje de Sergio: “No tengan vergüenza, el cáncer de mama también puede afectar a los hombres”

Por Isabel Fernández|LVSJ 

Cuando se encontró una “bolita” en su tetilla derecha, nunca imaginó que podía ser cáncer de mama. Durante años vivió con esa dureza, nunca le dio mucha importancia, solo un dolor muy fuerte en el pecho y el brazo, lo llevó a la consulta y ahí la vida lo sorprendió: aunque era varón, tenía cáncer de mama.

Sergio Omar Herrera (59), que es de la ciudad Almafuerte e integra la Fundación “Amazonas de Córdoba”, atravesó la enfermedad en 2017. “Fue todo muy sorpresivo, uno no está preparado para que te digan que tenés cáncer y especialmente de mama”, aseguró al contar su historia a LA VOZ DE SAN JUSTO

El riesgo promedio de los hombres de ser diagnosticados con cáncer de mama en algún momento de la vida es de aproximadamente 1 de cada 1000 hombres (en comparación con 1 de cada 8 mujeres en promedio).

“No sabía que los varones también podíamos tener cáncer de mama, aunque el porcentaje es muy bajo, es posible -remarcó Sergio-. Yo no lo sabía y por eso no consulté, solo fui al médico cuando sentí dolor. Por eso es importante que los varones consultemos ante cualquier dureza o molestia y que no confundamos síntomas de otras cosas”.

“No tengan vergüenza”

En el mes rosa, Sergio deja un mensaje de concientización para sus pares varones y para las mujeres. “Todos tenemos que hacernos controles periódicos y hacer los estudios necesarios, porque tomado a tiempo el cáncer tiene cura. A los hombres les digo que no tengan vergüenza, prejuicios o miedos porque el cáncer de mama también es posible, si bien en un porcentaje muy bajo. Es fundamental prestar atención a los dolores en la zona pectoral o brazo y consultar”, afirmó.

Agregó que a las chicas “les digo que hagan los controles periódicos, que se palpen porque tienen más facilidad de detectar que los varones al tener las mamas desarrolladas, es clave detectarlo a tiempo”.

Una “bolita” y dolor

Sergio contó cómo se enteró que esa bolita que tenía en una de sus tetillas era cáncer. “Nunca le di mucha importancia, la tuve como cinco años, no fue algo que apareció de repente, pero sí consulté cuando sentí un dolor punzante en el pecho y ahí fui al médico. Me hicieron todos los estudios, mamografía y ecografía, pero como no arrojaban mucha claridad, entonces los médicos me indicaron una punción. Me hicieron cuatro extracciones y las cuatro dieron como resultado entre un 70 y 80% de células malignas, era cáncer”. 

“A partir de ahí fue todo muy rápido, enseguida me operaron en el Hospital Italiano de Córdoba y mes sacaron toda la glándula mamaria, no tuve que hacer quimio ni rayos porque no estaba diseminado”, afirmó.

Tras el diagnóstico, Sergio se enteró que uno de sus compañeros también tenía cáncer de mama y tuvo que hacer quimioterapia. “Lamentablemente, mi compañero falleció tiempo después porque la enfermedad regresó, por miedo él no volvió a consultar y después fue muy tarde, ya tenía metástasis”.

Contó que a su compañero durante mucho tiempo “lo trataron por una tendinitis porque tenía un dolor muy fuerte en el hombro, hasta que hicieron más estudios y se encontraron con el cáncer avanzado”.

“Los hombres a veces hacemos fuerza trabajando y sentimos dolores en los hombros o el pecho, y lo primero que hacemos es relacionarlo con el esfuerzo que hicimos. Es distinto a la mujer que tiene su glándula mamaria desarrollada. Por eso es importante informarse y pensar que puede ser un cáncer de mama”, advirtió.

Entre los varones todavía existen prejuicios y no hay mucha información sobre el cáncer de mama. Al respecto Sergio aseguró que, en su caso, él no sintió vergüenza, pero si mucha sorpresa, incluso cuando lo contaba a otros hombres. “Yo les comentaba a que me iban a operar de un tumor en la mama y me miraban sorprendidos, ‘¿Cómo cáncer de mama?’, me preguntaban. Creo que todavía hay mucho desconocimiento y por eso cuando hablo con los varones siempre trato de concientizar”.

Un varón, entre las amazonas

Desde hace un tiempo, Sergio integra la Fundación Amazonas y el equipo Amazonas de Córdoba, se sube al bote dragón a remar por la vida junto con las mujeres. Es el único varón en el bote, demostrando la estadística del 1% de incidencia de este cáncer entre los hombres. “Conocí a las chicas y enseguida me invitaron a formar parte de la fundación. Es un grupo hermoso que transmite mucha energía y concientiza sobre este cáncer”, dijo.

Finalmente agradeció a todos los que lo acompañaron cuando atravesó este cáncer. “Agradezco a mi familia, mi esposa, mis hijas y nietos y a todos los que estuvieron pendientes, llamándome por teléfono, o enviándome mensajes en cada tramo del tratamiento. El acompañamiento es fundamental para poder recuperarse”.