Sociedad
El estornino pinto, una especie invasora que llegó a San Francisco
El ave que vino para quedarse; amenaza a la fauna autóctona y puede convertirse en un problema para la salud pública. Una especialista, Ernestina Saravia, analizó su comportamiento.
La llegada del estornino pinto (Sturnus vulgaris) a la Argentina ha generado preocupación en el ámbito ecológico. Esta ave, oriunda de Europa y Asia, se estableció no solamente en el país sino que también en San Francisco, convirtiéndose en una especie invasora que amenaza a la fauna autóctona. Para entender la gravedad de esta situación, LA VOZ DE SAN JUSTO dialogó con Ernestina Saravia, proteccionista experta en conservación de aves.
El estornino pinto es un "animal exterminador" que produce un daño considerable, especialmente a las especies más pequeñas. "Compite por nidos y recursos, afectando a aves como el hornero, el gorrión y el chingolito, entre otras aves", explicó Saravia.
La competencia por cavidades para anidar es uno de los principales problemas: "Ellos anidan en los huecos de los troncos o incluso en los nidos del hornero, lo que provoca que estas aves abandonen sus hogares".
El comportamiento del estornino, que carece de interacción social con otras especies, agrava aún más la situación. Saravia señaló que "cuando una ave ve la presencia del estornino, tiende a abandonar su nido por miedo, lo que lleva a la pérdida de huevos y pichones". Esta dinámica de desplazamiento y eliminación contribuye a la disminución de diversas especies locales.
Un hábitat inadecuado
El estornino pinto llegó a nuestro país a través del tráfico ilegal de aves, una práctica que permitió su establecimiento en áreas donde no debería habitar. "Son aves llamativas, con colores brillantes y una habilidad notable para imitar sonidos", comentó Saravia. Sin embargo, su presencia fue devastadora. "En lugares como San Francisco, han desplazado a otras aves, y ahora predominan casi exclusivamente", añade.
La forma en que el estornino vive en comunidad y su comportamiento en grupo, que incluye espectaculares formaciones en vuelo, no compensa el daño que causa en el ecosistema. "Si hubiera un ave que pudiera espantar al estornino, tal vez no tendríamos esta invasión", reflexiona Saravia.
El impacto del estornino pinto no se limita a la fauna local; su dieta también afecta al sector agrícola. "Comen todo tipo de semillas y frutos, lo que provoca grandes pérdidas en la producción", advierte Saravia. Además, la situación se complica por la higiene: "Su excremento puede ser un vector de enfermedades, lo que se traduce en problemas de salud pública".
Posibilidad de control
Consultada sobre la posibilidad de controlar la expansión del estornino, Saravia es clara: "Es prácticamente imposible. Las técnicas de fumigación no solo acabarían con los estorninos, sino que también afectarían a otras especies nativas". La falta de depredadores naturales en las áreas invadidas limita aún más las opciones de control.
El estornino pinto representa un desafío significativo para la biodiversidad argentina. La intervención humana en la naturaleza, a través del tráfico ilegal de especies, ha tenido consecuencias desastrosas que deben ser abordadas con urgencia. Como señaló Saravia, la solución requiere un enfoque integral que contemple tanto la protección de las especies autóctonas como la gestión adecuada de las especies invasoras. La responsabilidad recae en todos nosotros para preservar el delicado equilibrio de nuestros ecosistemas.
Características del ave
Esta especie de ave mide unos 20 centímetros de largo y tiene un plumaje de color negro iridiscente, con un brillo púrpura o verde, salpicado de blanco, sobre todo en el invierno. Las patas son rojizas, y el pico es negro en el invierno y amarillo en el verano. A diferencia de los adultos, las aves juveniles tienen un plumaje marrón. Es un ave ruidosa, sobre todo en perchas comunitarias y otras situaciones gregarias, y tiene un canto variado, pero poco musical. Tiene la capacidad de imitar los sonidos de su entorno e incluso aprenderlos.