San Francisco festivalero
El cuarteto cerró una edición inolvidable
La sobremesa se llenó de “tunga tunga”, llevando alegría y diversión al multitudinario público que llegó a la Rural. La XXI edición del festival fue un éxito rotundo que unió una vez más a los vecinos de San Francisco, la zona y otras provincias.
En una noche bien fiestera y al ritmo del cuarteto, cerró el Festival del Humor, la Buena Mesa y la Canción. La música popular se adueño del predio de la Rural colmado de público en la última noche que vibró con Ulises Bueno como plato fuerte.
Además se subieron al escenario La Feroz, DesaKta2 y Tributo Monero que hicieron que el baile y la diversión contagie al público.
La XXI edición del festival fue un éxito rotundo que reunió música de calidad, gastronomía tradicional y humor para todos los gustos. Una experiencia inolvidable para todos los presentes.
Se destacó este año por la increíble variedad de artistas que deleitaron al público. A pesar del difícil contexto económico que atraviesa el país, como todos los febreros San Francisco fue una fiesta que convocó no solo a los vecinos de la ciudad sino también a muchos visitantes de la zona y otras provincias.
Cantantes de renombre como Soledad Pastorutti, Juan Fuentes, La Delio Valdéz, Karina La Princesita y Ulises Bueno, entre otros, hicieron vibrar y bailar a todos con sus espectaculares actuaciones.
Fueron tres noches de “buena mesa”, uniendo familias en las que, desde el más chico al más grande, disfrutaron de un festival que ya es tradicional en San Francisco. No solo la música fue la protagonista, sino que también las colectividades presentes ofrecieron delicias culinarias típicas que conquistaron los paladares de los asistentes. Se destacaron no solo en lo exquisito de sus platos sino también en los precios accesibles que permitieron que mucha más gente pueda disfrutar.
Por si fuera poco, el humor estuvo presente en el escenario con los artistas que con sus rutinas de stand up lograron sacar carcajadas a un público ansioso por disfrutar de buena comedia. También los artesanos y emprendedores pudieron mostrar y vender sus creaciones en el Salón Verde, un paseo obligado para los visitantes.