Incendios
El crudo relato de un bombero: “Hay que tomar conciencia”
Animales quemados, casas destruidas, gente desesperada. El sanfrancisqueño Emanuel Trucco narró cómo fueron las horas dramáticas de lucha contra el fuego en las sierras.
En medio de una dramática semana marcada por los feroces incendios forestales en varios puntos de la provincia de Córdoba, que generaron una crisis ambiental y social muy grave, el crudo relato de un bombero sobre el drama y el peligro en primera persona.
Emanuel Trucco integró la comitiva del cuartel de Bomberos Voluntarios de San Francisco que en los últimos días a las sierras para un combate cuerpo a cuerpo contra el fuego. El bombero local compartió su relato con LA VOZ DE SAN JUSTO, un desafío que puso a prueba su valentía y experiencia.
El sábado pasado en horas de la madrugada, Emanuel y sus compañeros llegaron a la zona de Chancaní, cerca de los túneles de Taninga. “Tuvimos que subir montaña arriba, alrededor de cuatro kilómetros, para trabajar en un reinicio de incendio”, contó. Desde las 8 de la mañana hasta cerca del mediodía, los bomberos de nuestra ciudad se mantuvieron en constante vigilancia, controlando que no hubiera nuevos brotes de fuego.
La experiencia en las sierras es notablemente diferente a los operativos en San Francisco. “En el llano, la rotación de los vientos no es tan brusca y hay más posibilidades de escape. En las sierras, el terreno es complicado y la vegetación escasa hace que la situación sea más peligrosa”, explicó Trucco. A su vez, subrayó que la comunicación constante con el comando es esencial: “Un cambio de viento puede hacer que el fuego regrese hacia nosotros”.
Los bomberos tuvieron además la oportunidad de interactuar con los vecinos de la zona y ver su desesperación. “Hablamos mucho con los pobladores que se dedican al pastoreo. Estaban desesperados por sus animales y la falta de agua puesto que todo estaba muy seco”, indicó.
La desesperación de los vecinos y su impulso de ayudar es un aspecto que los bomberos deben manejar con cuidado. “Cuando vemos que están muy angustiados, les asignamos tareas que no impliquen riesgo. Por ejemplo, les pedimos que se encarguen de llevar los animales a un lugar más seguro mientras nosotros nos ocupamos del fuego”, dijo. De esta manera, buscan que la comunidad se sienta menos impotente ante la catástrofe y a la vez, se minimizan los riesgos.
Con respecto a la dinámica interna del equipo, Trucco destaca la importancia del trabajo conjunto. “La experiencia fue muy positiva. Los tres bomberos que fuimos de San Francisco trabajamos en equipo, había una buena conexión entre nosotros”, comentó. No obstante, “el gran problema que enfrentamos fue la falta de señal telefónica en las montañas. Pasábamos largas horas sin comunicación, lo que complicaba la coordinación”, agregó.
Asimismo, la relación con otros cuerpos de bomberos de la región fue clave. “Colaboramos con equipos de Balnearia y Altos de Chipión. Aunque no nos conocíamos, la capacitación previa ayuda a crear un ambiente de trabajo en conjunto y eso es algo muy positivo para todos nosotros”, afirmó Trucco.
El bombero instó por un mayor compromiso comunitario y estatal en la prevención de incendios. “La lucha contra el fuego es constante. Cada año debemos estar preparados y para eso es crucial que la sociedad tome conciencia de la importancia de cuidar nuestras sierras. Muchas personas creen que el fuego se puede controlar, que si hace un asado en la montaña no pasa nada y esto no es así, así comienzan los incendios de esta magnitud. Tenemos que ser más conscientes”, concluyó.
El relato de Trucco no solo refleja la valentía y el compromiso de los bomberos, sino que también muestra la angustia de las comunidades que luchan contra los incendios que destruyen su fauna y flora.