El consumo de agua en la ciudad
En San Francisco cada habitante consume en promedio 250 litros por día. En una región en la que es un recurso escaso, convendría tomar nota y elaborar planificaciones o estrategias que permitan optimizar el acceso al agua para toda la población y, del mismo modo, evitar el derroche innecesario.
Un informe de este diario dio cuenta de que cada habitante de nuestra ciudad consume un promedio de 250 litros por día, una cifra bastante superior a la que la Organización Mundial de la Salud establece para satisfacer todas las necesidades de consumo e higiene. Este índice se ubica en 100 litros diarios. De todos modos, según los registros de la Administración Municipal de Obras Sanitarias, el consumo por persona ha caído en la ciudad a lo largo de los años, porque en décadas anteriores llegó a ser de 300 litros.
El informe señalaba que "cada vez que se abre la canilla, el agua que un sanfrancisqueño consume engruesa la estadística. Actualmente, cada vecino por día utiliza 250 litros diarios, según información brindada por Amos. Sin embargo, hace 70 años, cuando en 1948 se inauguró el primer acueducto de la ciudad y se habilitó el servicio la estimación era de 300 litros por persona.
Esta reducción es importante, pero no parece suficiente. El anuncio de la factible construcción que traiga agua desde el río Paraná ha vuelto a colocar la temática en el centro de la escena. Porque San Francisco y una amplia región dependen del abastecimiento proveniente de fuentes que se hallan a más de 100 kilómetros y, por ello, las obras de ingeniería que deben realizarse o preservarse generan ingentes erogaciones. Si a esto se suma un consumo que facilita el derroche, la cuestión -en algunos momentos críticos especialmente- puede convertirse en un problema serio.
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La escasez de agua para consumo humano es un problema mundial, especialmente por la desigual distribución y el consumo abusivo. En este contexto, las cifras que se difundieron en San Francisco son mucho menores a las que se manejan en otros países. Por ejemplo, el consumo diario de un sanfrancisqueño es de menos de la mitad de un estadounidense. Mientras tanto, allá por 2013, el agua utilizada por un vecino de la Capital Federal o del conurbano bonaerense alcanzaba a 632 litros diarios. El despilfarro evidente de las grandes ciudades y los países más desarrollados dificultan aún más el acceso al recurso de millones de personas.
Finalmente, atendiendo a lo difundido en nuestra ciudad, vale recordar la Organización Mundial de la Salud califica como "acceso óptimo" al consumo de una cantidad promedio de 100 litros por persona de agua abastecida de manera continua a través de varios grifos en el que se atienden todas las necesidades de consumo e higiene. En una región en la que el agua es un recurso escaso, convendría tomar nota de estas estadísticas y elaborar planificaciones o estrategias que permitan optimizar el acceso al agua para toda la población y, del mismo modo, evitar el derroche innecesario.