Sociedad
El Club Colón recuerda con un mural a “Robertito” Nigra
El encargado de realizar la obra fue el artista “Monchito” Cortez que plasmó en la pared el espíritu del querido vecino de San Francisco que falleció en marzo.
En marzo de este año, la comunidad de San Francisco se vio conmovida por la trágica pérdida de Roberto Nigra, conocido popularmente como "Robertito" o “Chapulín”. Este vecino dejó una huella en la memoria de quienes lo conocieron, especialmente en el Club Colón, donde su presencia y sus historias quedarán inmortalizadas en la pared.
Roberto se convirtió en un personaje de la Plaza Cívica, donde durante años alegró la infancia de innumerables chicos, dejándoles atrapar la sortija en la calesita. Sin embargo, en sus últimos días de su vida, enfrentó momentos difíciles que lo llevaron a una profunda tristeza. “La calesita era una gran parte de su vida”, recordó Facundo “Pelado" Castro, amigo cercano de Roberto y miembro del Club Colón.
El vacío que dejó Roberto se sintió especialmente en esta institución de Ameghino y Paraguay, donde todos lo esperaban los mediodías para compartir el puchero. "Era un muchacho que se volvió uno más de la familia", afirmó Facundo. "Siempre contaba sus historias, tanto las malas como las buenas. La última noche de su vida, la pasó cenando aquí con nosotros", añadió.
“Robertito era una excelentísima persona, era un amigo de muchos años, lo queríamos mucho acá y en el club El Tala también. Nadie puede hablar mal de él porque lo quería toda la ciudad”, concluyó Castro.
En homenaje a su persona, realizaron un mural en el patio del Club Colón, obra del artista Ramón "Monchito" Cortez, que inmortaliza la figura de Roberto. "Era un gran personaje para la sociedad, tanto para los chicos en la Plaza Cívica como para la gente que lo conocía. El mural reivindica su lugar en nuestra memoria, y qué mejor que recordarlo de esta manera”, destacó el muralista de Frontera.
La idea de incorporar la motocicleta de Roberto al mural también fue un gesto significativo, ya que era su herramienta de trabajo y una parte fundamental de su vida. “Siempre venía con la motito cargada, que era parte de lo que era Robertito”, expresó Cortez.
El mural no solo es un homenaje visual, sino también un recordatorio de la amistad genuina y del respeto que la comunidad le tenía a Roberto. “Esto es más genuino, es un amor que se ganó a través de lo que era, no de lo que mostraba”, reflexionó el artista.
El recuerdo de “Robertito” no solo se preservará en el mural, sino también en los corazones de quienes lo conocieron. Nancy Castro, otra integrante del Club Colón, compartió su tristeza por la pérdida: "Hoy no hay quien junte las botellas como lo hacía él. Era un personaje que todos conocían desde chicos. Su ausencia se siente, y el mural es un recordatorio de su legado".
“Sabíamos los días que venía a comer y él nos contaba sus historias. Siempre les hacía chistes a las chicas de la cocina. Se lo extraña mucho”, agregó Nancy. A través de este homenaje, la familia Castro y “Monchito” no solo recuerdan a un querido vecino, sino que también celebra la vida de un hombre que marcó los corazones de las personas que lo conocieron.
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