Salud Mental
El bullying se previene desde casa
Comienzan las clases y como padres tenemos el rol clave de educar a nuestros hijos en el respeto, enseñarles a pensar y entender situaciones para prevenir el acoso escolar. La psicopedagoga Analía Dussin aseguró: “Si fuéramos más empáticos no tendríamos que hablar de bullying”.
Por Isabel Fernández|LVSJ
Comienzan las clases, pero lamentablemente para muchos chicos, volver a la escuela no los entusiasma, incluso puede darles miedo. El acoso escolar o bullying –la agresión física o verbal para ejercer poder sobre otra persona- es un problema que afecta a uno de cada tres estudiantes en todo el mundo, según la Unesco y sigue ocurriendo en los patios y los pasillos de los establecimientos educativos.
Es un problema cotidiano y aunque no parezca puede empezar en casa, desde antes de la escuela, pero también puede prevenirse en el hogar. El rol de los padres y la familia son fundamentales para evitarlo, educando a nuestros hijos en los valores del respeto, la empatía y la solidaridad.
¿Cómo educar y acompañar a los chicos para evitar el acoso escolar?. La licenciada en Psicopedagogía, Analía Dussin (MP-230934) de CDEI-Fundación Akhenaton aseguró que este problema debe solucionarse entre todos, pero remarcó el rol fundamental de los padres y la familia en la educación de los chicos desde su nacimiento, mucho antes de pisar las aulas.
“El bullying empieza en casa. Nadie nos enseña a ser padres, entonces el mayor de los trabajos de es empezar a formar a nuestros hijos en cuanto a cómo vivir la vida. Si fuéramos más empáticos no tendríamos que hablar de bullying”, afirmó la psicopedagoga.
Remarcó: “Si cada familia pensara en sus niños nos tendríamos que preocupar menos del daño que hace el afuera porque estaríamos creando una persona razonable, con criterio y autonomía, que pueda pensar las situaciones. Los adultos tenemos muchos problemas e insatisfacciones y eso hace que siempre estemos buscando estímulos nuevos y nos olvidemos de cosas que son importantes”.
Dussin afirmó que la familia es la primera escuela, “es una instancia formadora, la relación con los hermanos también forman para la vida y la escuela es una institución que permite la socialización. Todo va a depender de cómo el niño va a transitar eso y las experiencias que va a tener”.
“Depende de cómo cada uno se va a integrar en la sociedad y quiénes vamos a ser, si vamos a ser líderes, sometidos o si nos vamos a escapar de cada una de las situaciones que dan miedo, todo esto nos va formando”, analizó.
Advirtió que muchas veces “no tomamos conciencia, de la importancia en el rol de ser padres, no hay que dimensionarlo demasiado y frenar, porque hay que dejarlos experimentar. En esto más que nunca se aplica el hecho de no resolverles las cosas a nuestros hijos sino enseñarles a resolverlo, no pensemos por ellos, sino enseñarles a pensar, no elegir por ellos, enseñarles a elegir”.
“Creo que no sirve censurar un programa de televisión, el teléfono o la computadoras, sino ver para qué sirve todo esto guiarlos en cómo utilizan esas cosas para que luego ellos, en un momento en que no estemos puedan tomarlo con naturalidad y entiendan el por qué. Cuando los chicos entienden el por qué, no hace falta estar atrás, logran autonomía y responsabilidad”, explicó la profesional.
Añadió que entonces el resultado es diferente y “al estar estimulando algo para para un buen resultado, ayudamos a elevar su autoestima. En cambio, perder su tiempo o permitir alguna situación que dañan, también va en contra de los resultados”.
No naturalizar la violencia en casa
“Ni siquiera tenemos que esperar que los chicos empiecen la escuela para prevenir el bullying porque puede prevenirse desde casa. Muchas veces les decimos: ‘qué burro que sos’, ‘¡qué chancho, mirá como estás!’ o ‘gordo vení para acá’. Todos esos calificativos van dañando, nos quejamos de la escuela, pero el acoso o la violencia puede empezar en la familia y se naturaliza. Para el chico es natural que le pueden decir gordo, chancho, burro o vago, cuando a veces los chicos no son vagos, sino que no tienen las motivaciones necesarias”, manifestó.
Advirtió que en la familia “muchas veces se reprime, se les saca el celular o se les da para que no moleste cuando en realidad le podemos enseñar a usarlo como una herramienta y ofrecerle algo que sea más motivador, generar un estímulo que sea más beneficioso para él”.
“Creo que todo esto es clave para que los padres podamos repensar porque el futuro de nuestros hijos está nuestras manos y está desde el primer momento. Porque después llegan con una autoestima absolutamente baja, muy maleables donde cualquiera puede venir y decirle cualquier cosa que ellos van a dejar que se las digan, porque en su casa también se los dicen”, afirmó.
Dussin recordó que nuestra identidad “depende de la mirada que tiene el otro. Si el otro nos ve de una determinada manera, nos vamos a sentir de esa manera. Entonces es importante reconocer, decirles que es bueno lo que hicieron, valorar a nuestros hijos, todo eso genera una valoración de sí mismos y crea una conciencia en cuanto a su capacidad, sus posibilidades, eso es lo que realmente los hace más seguros de sí mismos”.
“A los chicos les decimos que no se dejen tocar, que no dejen que los invadan, pero a veces en la casa hay invasiones como por ejemplo el revisar la mochila sin preguntar, entrar a su dormitorio sin golpear, respetarles también su intimidad en el baño. Muchas de esas cosas se hacen y después tenemos que enseñarles que nadie puede tocarlos porque es algo íntimo cuando en realidad en casa no hay intimidad”, ejemplificó.
Destacó que el niño “debe tener intimidad en su casa, en su espacio, su habitación, su cama, su tiempo. Esto tiene que ver con una cuestión de respeto y desde que nace el bebé, desde el momento respetarle la hora de la comida, el sueño, que esté nervioso o contento. Un niño que aprendió respeto, difícilmente le va a faltar respeto a otro; y un niño que aprendió a ser respetado cuando alguien le quiere faltar respeto, sabe lo que está mal y responder. No hay que hacer a los otros lo que no te gusta que te hagan a vos”.
Intervenir sin violencia
La psicopedagoga aconsejó que en caso de acoso escolar, “primero hay que enseñarle al chico intervenir con el compañero sin violencia, si no da resultado, avisarle a un mayor y cuando ese mayor hace oídos sordos los padres tenemos que intervenir y dialogar, formar un co equipo con los docentes para poder buscar una solución a la situación. No sirve de nada la violencia, un líder se tiene que ganar su liderazgo por sus capacidades y no por la fuerza, por ser temido. Estamos en una sociedad donde por temor funcionamos mejor que por motivación”.
El papel educador del docente
Los docentes tienen un rol fundamental también. La licenciada aseguró que actualmente “los docentes hacen lo que pueden con lo que tienen y es lamentable porque es un espacio muy importante. Pareciera que el rol docente es solamente transmitir conocimientos y nada más como si fueran vasijas que tienen que llenar”.
“Creo que los docentes no deben perder el rol educador, de modelaje –dijo-. Pero también están en una situación difícil porque antes las emociones que forman parte del aprendizaje el docente no puede ni siquiera manifestarlas. Si se enoja porque se enoja, si se acerca para contener y apoyar al niño no puede tocarlo. Son situaciones difíciles”.
“Todo se fue perdiendo, también la valoración del docente, hoy se menosprecia todo, al adulto, al anciano, incluso los docentes llegan a ser amenazados. Por eso es importante que como padres enseñemos a nuestros hijos a respetarse y a respetar a los demás”, finalizó.
Consejos para que no haya más acoso escolar
¿Cómo reducir la cantidad de niños y adolescentes que forman parte los casos de bullying? Aquí, algunos consejos para prevenir:
Para los profesores
- Es importante crear un ambiente de confianza donde los alumnos expresen cómo se sienten.
- Durante las clases, explicar qué es el bullying y qué repercusiones tiene.
- Supervisar el comportamiento de los niños o jóvenes, con el fin de detectar actitudes negativas.
- Actuar rápido, si se presenta algún caso de violencia escolar.
- Permanecer en coordinación con el Área de Psicología para reducir o evitar más casos de bullying en el colegio.
Para los alumnos
- No juzgues a los demás por su apariencia o condición social. Aplica el refrán: “no hagas a otros lo que no te gustaría que hagan contigo”.
- Apoya a aquellos compañeros que se sientan solos en clase.
- No uses la violencia como mecanismo de defensa o solución de problemas con otros compañeros.
- Si eres testigo de algún caso de bullying, avisa a las autoridades de tu colegio.
- Y si eres víctima de algún tipo de abuso en tu colegio, conversa con tus padres y profesores. Ellos sabrán orientarte.
Para los padres
- Fomenta valores en tus hijos para evitar que tengan malas reacciones.
- No dudes en poner límites a tus pequeños, en caso veas actitudes negativas en ellos.
- Conversa sobre el bullying en casa y todo lo que puede provocar.
- Toca el tema en las reuniones de padres y busca soluciones en caso se presente algún caso en el colegio.
- Si alguno de tus hijos es víctima de bullying, busca apoyo en psicólogos, profesores u otros padres. Mientras más consejos encuentras, más rápido pondrás solución a este problema.
- Recuerda que la mejor forma de solucionar el bullying en las escuelas es conversando sobre ello y educando a los menores. Busquemos un mejor ambiente para ellos, donde no repriman y desarrollen sus habilidades sin complejos.