Nutrición
El auge de las nuevas corrientes alimentarias y el desafío de cuidar la salud
Cada vez más personas eligen alimentarse de manera diferente. Ya sea comiendo solo vegetales o combinándolos con alimentos de origen animal, lo más importante es conocerse y elegir lo que mejor nutra a nuestro cuerpo. La nutricionista Gisel Oviedo resalta que cualquiera sea la decisión, es clave contar con la educación y guía de un profesional.
Por Isabel Fernández|LVSJ
Vegetarianos, veganos, flexitarianos, ovolactovegetarianos… la dieta vegetal en estado natural, la dieta keto, el ayuno intermitente… En los últimos años cada vez más personas, adoptan un tipo de alimentación distinta a la tradicional humana, que suele ser omnívora y también hay nuevas tendencias en dietas restrictivas. Esto se debe a diversas razones: por no aceptar el sacrificio o la explotación de animales, por cuestiones ecológicas, culturales, relacionadas con problemas de salud o económicas.
¿Hay corrientes más convenientes que otras?, ¿Pueden ser peligrosas?, ¿Qué desafíos enfrentan los profesionales de la Nutrición para acompañar y educar a las personas en estas elecciones?. La alimentación cumple un rol fundamental en la salud de cada persona, por eso, a la hora de tomar una decisión sobre cómo alimentarse es importante la consulta a un licenciado o licenciada en Nutrición que pueda guiarnos para asegurarnos de brindar todos los nutrientes necesarios a nuestro cuerpo.
LA VOZ DE SAN JUSTO consultó a la licenciad a en Nutrición, Gisel Oviedo (MP-3728), que trabaja con alimentación vegana y vegetariana, quien aseguró: “Para tener una buena nutrición, es clave saber que el cuerpo necesita nutrientes no alimentos, por ende, si aprendemos qué nutrientes necesitamos y en qué alimentos los encontramos, tenemos la libertad de elegir la mejor alimentación que queramos tener. Esto por supuesto también implica un trabajo de autoconocimiento”.
Afirmó que en la alimentación “no hay una teoría más conveniente que otra. Lo que la hace conveniente para uno o no, es como nuestro cuerpo recibe esa alimentación y la calidad de vida que alcanzamos con ella”.
Consideró que estas nuevas tendencias “surgen porque es cada vez más fuerte la necesidad de las personas de sentirse mejor. Hay más conciencia del bienestar corporal, también ambiental, de los hábitos alimenticios, y la realización de actividad física, entre otros y esto lleva a la búsqueda constante de distintas formas de alimentarse”.
La importancia de la educación nutricional
Entre las formas de alimentación que se eligen, algunas pueden implicar más riesgos que otras, incluso algunas pueden tener ese impacto en la salud más rápido. La licenciada Oviedo remarcó que todo cambio en la alimentación, “especialmente cuando hay restricción de nutrientes es importante que sea acompañado de algún profesional. A veces con algunas consultas, nos sacamos las dudas, nos guían en el cómo, en el qué y mientras tengamos en claro el para qué, podemos continuar con esas elecciones”.
“Mientras se cumpla con las condiciones para lograr una buena nutrición, son saludables como cualquier otra elección. Es importante contar siempre con información y la guía de un profesional. Además conocerse a sí mismo y saber cuál es la mejor forma según cada etapa de la vida, las patologías y circunstancias. Es algo dinámico, porque nosotros cambiamos todo el tiempo”, dijo.
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Agregó que todas estas tendencias “nos invitan como profesionales a actualizarnos constantemente. El principal desafío está en poder acompañar a las personas que se acercan al consultorio con necesidades, acompañarlas desde un lugar sin juicio y con información. Entendiendo que las decisiones de las personas son válidas, hay que ponerse creativo y encontrar la mejor versión para esa persona”.
La relación con la comida fue cambiando con el tiempo y al respecto la licenciada Oviedo recordó que hay que diferenciar lo que son las formas de alimentarse, como ser vegano o vegetariano, con las dietas restrictivas como el ayuno intermitente o la keto. “En estas dietas si hay una restricción muy grande de algunos nutrientes con un objetivo. Lo importante es saber el objetivo y que se llevará a cabo por una determinada cantidad de tiempo que tiene que ver con los hábitos de cada uno, con los resultados de los análisis y las actividades”, dijo.
Añadió que estas dietas restrictivas “pueden tener un objetivo específico por alguna razón, pero son temporales, después se debe retomar una alimentación más balanceada y equilibrada que se puede mantener a lo largo del tiempo. Por ejemplo, en la dieta keto hay muchas grasas saturadas y eso en algún momento puede subir los niveles de colesterol o aumentar la presión arterial, en ese caso sí es riesgoso para la salud”.
La obesidad es una problemática que sigue existiendo y sobre la manera de prevenirla, la nutricionista destacó que en estos casos “se necesita de un enfoque integral, de políticas que acompañen, de una industria que acompañe más, veremos qué pasa en unos años con la ley de etiquetados, con la accesibilidad a alimentos saludables, a realizar actividad física, a profesionales médicos y también una ciencia más inclusiva que acompañe”. Más información en IG: @nutriveg.giseoviedo