Entrevista
El arte de esculpir: Damián Bolaño y su contribución a la cultura sanfrancisqueña
El escultor sanfrancisqueño comparte su visión sobre este tipo de arte y el legado de su padre. "Para mí, la escultura no solo es un trabajo, es una pasión", confiesa.
El 6 de marzo, se conmemora el Día del Escultor, una fecha que cobra un significado especial para Damián Bolaño, escultor de San Francisco y actual encargado de finalizar la escultura de San Francisco de Asís en la rotonda del acceso oeste, un proyecto que fue iniciado por su padre.
En diálogo con Posta/ LVSJ, Damián comparte su visión sobre el arte, la docencia y su vínculo con el legado familiar, así como su perspectiva sobre la evolución del arte en su ciudad.
“Para mí, el Día del Escultor es importante porque se reconoce este trabajo, un oficio poco conocido en comparación con otras ramas del arte”, comentó Damián. Agregó: “Cuando uno empieza a agudizar un poco el ojo, se da cuenta de que hay muchos referentes y muchas imágenes en la ciudad, lo que revela el esfuerzo y la dedicación detrás de cada obra”. Esta apreciación por el trabajo escultórico es crucial en un contexto donde la sociedad a menudo no comprende el tiempo y la habilidad que requieren estas creaciones.
La conexión con su padre, Oscar Bolaño, un escultor autodidacta, fue una fuente de inspiración constante en su vida. Damián recuerda que, a pesar de nunca haber sido obligado a seguir el camino del arte, su papá le inculcó la importancia del esfuerzo y la dedicación. “Él siempre decía: ‘Hay que laburar’. Esa fue su filosofía”, recordó Damián. “Hoy, en el arte, hay una falta de ese trabajo arduo que él valoraba. La gente se pregunta qué es arte y qué no lo es, y eso puede llevar a confusiones”, añadió. Este dilema es un tema recurrente en las conversaciones sobre el arte contemporáneo, donde los límites se difuminan y surgen nuevas corrientes que desafían las definiciones tradicionales.
En cuanto a su obra más emblemática, la escultura de San Francisco de Asís, Damián revela que todavía falta un 70% para completar el proyecto. “La primera etapa fue la colocación de la imagen principal, pero hay un conjunto escultórico y una fuente proyectada que aún no se han realizado. A medida que voy creciendo como artista, pueden surgir modificaciones en el diseño, pero la esencia del proyecto se mantendrá”, reveló. Este proceso de evolución es vital para Damián, ya que le permite explorar nuevas ideas y adaptarse a las necesidades del entorno.
El trabajo escultórico es un proceso que puede llevar más de un año. Damián comparte que la técnica que utiliza es el vaciado en granito reconstituido, que asegura una obra duradera y de bajo mantenimiento. “Para mí, la escultura no solo es un trabajo, es una pasión. Me completa y me permite desarrollar mis habilidades”, señaló. Esta pasión se refleja en cada detalle de sus obras, donde el esmero y la dedicación son evidentes.
Además de su trabajo en la escultura, Damián también ha colaborado como coordinador en el Museo de la Ciudad y curador en el Centro Cultural, donde se enfoca en el diseño y montaje de exposiciones artísticas. “En este momento, la cultura está más visible que nunca. Hay un gran apoyo municipal a los artistas locales, y eso permite que surjan nuevas expresiones artísticas en San Francisco”, sostuvo Este apoyo se manifiesta en diversas iniciativas que buscan promover el arte y la cultura en la comunidad, abriendo espacios para artistas emergentes y consolidados.
Bolaño reflexionó sobre el estado actual de la escultura en la ciudad. “San Francisco tiene una rica historia en las artes visuales, comenzando con el primer taller fundado por Miguel Pablo Borgarello y su esposa. Hay un gran potencial y movimiento artístico, con murales y expresiones que van más allá de las artes plásticas”. Este entorno dinámico ha creado un clima propicio para la innovación y el surgimiento de nuevas voces en el arte.
El artista se mostró optimista sobre el futuro del arte en San Francisco. “Creo que estamos en un momento donde los artistas emergentes están empezando a surgir y estamos viendo nuevas expresiones artísticas. La ciudad se está moviendo a pasos agigantados. Vemos San Francisco colmada de murales y expresiones artísticas, no solo en las artes plásticas, sino también en el teatro, la música y el cine”, destacó.
La importancia de la enseñanza en su vida artística
Damián comenzó su camino en la educación tras una invitación para formar parte de un grupo de docentes, y ya lleva más de once años en esta actividad. “La materia plástica era considerada como una ‘hora libre’ en mi época. Quería cambiar eso y hacer que realmente fuera interesante para los estudiantes. No se trata de formar artistas, sino de fomentar una mirada crítica sobre el arte”, explicó. Esta labor docente no solo le permite compartir su conocimiento, sino también aprender de sus alumnos, quienes a menudo traen consigo nuevas perspectivas y preguntas sobre el arte.
Damián enseña Educación Artística - Plástica en la Escuela Bilingüe Bicultural Dante Alighieri y en el Colegio Sagrado Corazón de los Hermanos Maristas, donde intenta inspirar a sus alumnos a apreciar el arte desde un enfoque crítico. “Quiero que mis estudiantes tengan la capacidad de analizar una obra, preguntarse qué significa y qué les genera”, confesó. Este enfoque va más allá de la técnica; busca cultivar una comprensión más profunda y un aprecio genuino por las diferentes formas de expresión artística.
Ante la consulta del significado de su legado, Damián define a su padre como un escultor claro y conciso en sus conceptos artísticos. “El legado que me dejó es fundamental. Necesito ver en la obra el trabajo, la técnica y las horas de dedicación. Si no, no puedo reconocerla como arte”, concluyó. Este principio guía su práctica artística y su enseñanza, recordándole constantemente que el esfuerzo y la dedicación son las bases del verdadero arte.
En el Día del Escultor, la labor de Damián Bolaño no solo rinde homenaje a su padre, sino que también enriquece la identidad cultural de San Francisco, invitando a todos a apreciar el arte en sus múltiples formas. Su trabajo es un testimonio del poder del arte para transformar espacios, generar diálogo y crear conexiones entre las personas y su entorno. A través de sus esculturas, su labor docente y su participación en espacios culturales, Bolaño no solo deja una huella en la ciudad, sino que también impulsa a nuevas generaciones a valorar y comprender el arte desde una mirada más profunda.
La escultura del San Francisco de Asís representa no solo un homenaje a su padre, sino también un símbolo de evolución y continuidad en la escena artística local.