Doble San Francisco - Miramar: un abandono masivo que denuncia lo que todos suponemos

Por Lic. Aníbal Francisco Gaviglio 

Cuando la quincuagésima edición de la reconocida “Doble San Francisco-Miramar” había iniciado la segunda etapa en su versión femenina, el Presidente de la Federación Cordobesa de Ciclismo y el encargado del área ciclismo de Sportivo Belgrano reciben una llamada de la Organización Nacional Antidopaje (ONAD), informándolos de que esta organización estaría realizando evaluaciones anti-doping a las deportistas más relevantes que arribaran a nuestra ciudad.

Y el pánico cundió. Y mucho. A tal punto de que de los 101 ciclistas varones que debían pulsar por la segunda etapa, solo arribaron a la meta 38. El resto - aunque hubo abandonos por la exigencia extrema que el clima impuso - la gran mayoría, al enterarse que podrían ser evaluados por la ONAD, desengancharon las calas de los pedales, desarmaron sus bicicletas y… desaparecieron.

Lejos está la dirigencia deportiva, ya sea federativa, provincial o local, de tener una incumbencia directa en solicitar o no la concurrencia de la Comisión Antidopaje, no obstante, fueron recriminados injustamente por algunos equipos que abandonaron la 2° etapa, de “haberlos entregado” a una sanción casi segura.

Precisamente, la manera de actuar de la ONAD es la de caer de improvisto a realizar las evaluaciones en cualquiera de las manifestaciones deportivas, ya que su poder de policía está cimentado en tratados establecidos -y que las federaciones de los deportes de nuestro país adhieren- por el ente supremo que se denomina WADA (World Anti-Doping Agency).

Y el ciclismo –principalmente- conjuntamente con otros deportes individuales como natación, triatlón, atletismo, gimnasia y tenis siempre están en la mira.

Ahora merece que nos preguntemos ¿Por qué el ciclismo siempre está en la cima de las objeciones, dudas y controversias acerca de la utilización corriente de sustancias dopantes no permitidas?

Me he permitido esbozar algunas líneas reflexivas al respecto:

-Escaso control: llevar adelante una evaluación de esta naturaleza solo puede ser hecha en nuestro país por la ONAD. Ninguna federación puede llevar adelante un control de esta naturaleza. Estos controles tienen altísimo costo y requieren de una tecnología precisa para las sustancias a investigar.

La situación anterior conlleva a suponer -y a relajarse- que nunca voy a ser analizado. Este modo de razonar se populariza a tal punto que no solamente los ciclistas de punta lo hacen sino también los de mitad pelotón… ¿”si la gran mayoría lo hace por qué yo no”? o también… “la única forma de lograr la máxima performance y competir con los de arriba es con el ayudín…”

-Escasa o nula educación anti-doping: las federaciones de cada deporte deberían exigir a sus deportistas federados una capacitación que englobe los siguientes ítems:

• Información institucional y la normativa antidopaje
• ¿Qué es el dopaje?
• Sustancias que están prohibidas
• ¿Cómo se realizan los controles de dopaje? 
• Sustancias permitidas por uso terapéutico.
• Respecto de la suplementación deportiva.

Funciones y responsabilidades de los entrenadores: el papel del entrenador también se tendrá presente a la hora de juzgar, educar o prevenir el dopaje. El entrenador es el primer involucrado con el deportista y - tal vez- es quien mejor conoce y con quien más tiempo pasa al deportista. Por lo tanto es una variable que puede contribuir positivamente a evitar que los deportistas opten por el dopaje.

Para tal efecto la WADA posee una plataforma denominada ADel (Anti Doping e-Learning) en donde se informa detalladamente acerca de los derechos y responsabilidades de los deportistas y entrenadores. También posee una aplicación para celulares muy ágil denominada ADEL by WADA. Los deportistas y entrenadores de equipos nacionales somos exigidos permanentemente a realizar capacitaciones que son actualizadas casi anualmente por WADA

Creo que la problemática del dopaje tiene que ser llevada más allá del campo de la medicina o del deporte, es un tema que merece un análisis desde otra miradas como la que nos proporciona la sociología, la psicología y la misma antropología. También la ética ha aportado interesantes teorías acerca del dopaje, 

Cada una de estas miradas nos señalan un camino distinto, incluso hasta algunos autores se permiten aprobar el dopaje dentro del deporte como una medida a la solución del mismo, por tanto, enfocar la atención a estos análisis de otros campos del conocimiento, porque también, allí podríamos encontrar una respuesta a la interrogante de como terminar con este flagelo del deporte.

Se plantea que revisar las limitaciones físicas y mentales pueden ser el primer paso para iniciar un cambio en el deporte y en la utilización del doping, ya que el ser humano parece no estar conforme con estas limitaciones naturales, por lo que, siempre ha recurrido a sustancias y ayudas, que hoy en día son consideradas ilegales. En edades tempranas se debe informar sobre los límites en nuestro organismo, así como también, el respeto en la medida de las capacidades y aptitudes naturales, de esta manera, podremos alcanzar un estado de aceptación sin necesidad de ayudas exógenas perjudiciales.  

Dejamos de lado por extensión-y no por poco importante- el análisis sobre cuáles son las sustancias que más prevalecen en las prácticas deportivas y sus consecuencias negativas para la salud.

Mi propósito fue esbozar una reflexión rápida. Creo que hay mucho más por aportar. 

El domingo, cuando estuve esperando la finalización de la querida Doble San Francisco-Miramar, que sigo desde cuando era muy chico, al enterarme que más de la mitad de los competidores se había “bajado”, desatando una catarata de sospechas sobre los motivos, como entrenador de sacrificados  deportistas de resistencia amateurs, debo reconocer que el dolor y la bronca me revolvieron las tripas.

*Técnico Nacional de Natación, Técnico Nacional de Atletismo Nivel 2 (World Athletics), Técnico de Deportes Combinados. Integrante Técnico del Seleccionado Nacional de Primera de Natación en los Juegos ODESUR (Asunción 2022)