¿Dibujás mientras hablás por teléfono?: qué significan los garabatos inconscientes
En contra de lo que se cree, "garabatear" no quiere decir que se esté distraído, todo lo contrario: los dibujos inconscientes, que se hacen mientras se hace otra cosa son la manera que se tiene para fijar ideas y grabar los contenidos en la mente. Además expresan emociones, personalidad y deseos. La grafóloga Magalí Gandullo explica cuál es su significado.
Isabel Fernández|LVSJ
Todos alguna vez dibujamos garabatos mientras hacemos otra tarea. Estrellas, espirales, flechas, líneas rectas que se entrecruzan, ondas, cubos y hasta dibujitos de rostros o flores inundan cuadernos o agendas son los famosos garabatos inconscientes que muchos realizamos cuando estamos en una clase, distraídos o hablando por teléfono.
Se llaman "inconscientes" porque corresponden a pequeñas muestras gráficas no condicionadas a una demanda externa, que se expresan y emergen desde nuestro interior casi como una marca registrada.
¿Por qué los hacemos?, ¿son un signo de distracción?. LA VOZ DE SAN JUSTO dialogó con la perito grafóloga Magalí Gandullo directora del Instituto Iseg y presidenta de la Asociación civil de Grafólogos Grapheme, quien explicó que, a diferencia de lo que la mayoría de la gente piensa, "los garabatos inconscientes están lejos de indicar falta de interés o distracción. Por el contrario, son una forma de fijar contenidos, lograr concentración y grabar la información en la mente".
"Asimilar contenido y realizar dibujos son dos tareas que se vuelven compatibles y la segunda mejora la primera. Esto sucede porque la mente puede trabajar de forma disociativa, puede realizar una tarea consciente y expresar a su vez estados mentales internos que se vuelven inconscientes", detalló la perito.
Al respecto recordó lo expresado por la experta Sunni Brown: "El garabateo es una herramienta poderosa. Dibujar algunos signos sobre el papel nos ayuda a pensar y es una estrategia para evitar la pérdida de atención".
Gandullo agregó que esto sucede "porque cuando se lleva a cabo esta tarea en simultáneo con otra, permite absorber más contenido porque activan distintos canales: el visual, el auditivo, el kinestésico- espacial y el emotivo".
"Pueden ser dibujos concretos de un objeto o figura o pueden ser indefinidos a través de trazos. Lo concreto es que expresan estados emocionales, rasgos de carácter, personalidad o deseos", remarcó.
Recordó que el dibujo, a lo largo de nuestra historia como seres sociables, se volvió una de las herramientas más poderosas de expresión y comunicación. "El dibujo no solo tiene un indudable componente cognitivo sino también fomenta la creatividad y la imaginación".
Grafóloga Magalí Gandullo
Dos tipos de "dibujitos"
Existen dos tipos de garabatos: los que se llaman garabatos ocasionales y los conocidos como recurrentes. La grafóloga explicó que los primeros, los ocasionales, "se tratan de un tipo de dibujo motivado por una impresión del momento. Señala una circunstancia específica por la que se atraviesa y genera algún tipo de emoción o sentimiento. No expresan aspectos fijos de carácter, por ejemplo: tristeza, enojo, angustia, ansiedad, vergüenza".
En tanto que los segundos "son aquellos que se vuelven recurrentes y que terminan siendo nuestra marca personal. Estos expresan rasgos de nuestro carácter y personalidad y la grafología puede interpretarlos gracias a los géneros gráficos, la base de todo análisis grafológico".
"La forma que adoptan los trazos, la presión que se ejerce sobre el papel, los movimientos de progresión o regresión, la dirección de las líneas, el tipo de trazado, entre otros, llevan información sumamente importante y relevante para quien realiza el análisis", afirmó Gandullo.
Algunos ejemplos
Entre los garabatos recurrentes se encuentran las formas geométricas. La grafóloga aseguró que quien realiza cubos o cuadrados de forma habitual, "seguramente es una persona razonadora, ordenada, eficiente y analítica. Pero como estos garabatos no solo expresan características de personalidad sino también deseos, es probable que esta persona busque ese orden en todos los aspectos de su vida aunque no lo haya logrado aún."
"Las líneas rectas en general nos hablan de energía y dureza. Puede denotar lógica, actividad mental, resolución de conflictos y autocontrol. Por el contrario, realizar ondas, expresa una personalidad flexible, amable, generosa, emotiva y empática", añadió la perito.
Los espirales indican las vueltas que damos antes de realizar una acción o tomar una desición pero también egoísmo. Gandullo aseguró que si este tipo de garabateo es recurrente "es probable que la persona tenga problemas para decidirse y termine siempre encontrando la respuesta en su interior a pesar de haber creído necesitar la opinión o consejos de otros".
Por otro lado afirmó que los aficionados en dibujar estrellas "revelan una personalidad con gusto por ser el centro de atención pero si éstas están repasadas y con un vacío en el centro puede indicar un estado de melancolía, así como cuando observamos el cielo de noche y reflexionamos viendo las estrellas".
La grafóloga agregó que los corazones "son expresiones de amor. Relacionamos este dibujo con el enamoramiento, nuestra parte sensible y nuestra necesidad de cariño. En realidad, quienes lo realizan de forma frecuente, están 'enamorados de la idea del amor'".
Manchas ocasionales
Dentro de los garabatos ocasionales se encuentran los denominados ennegrecidos. Gandullo dijo que se laman así, "porque pareciera ser un repasado de varias líneas que se superponen quedando una espacie de mancha oscura. Estos sin duda reflejan un estado angustioso, ansiedad y posibles conflictos que generan mal estar en la persona".
En tanto afirmó que el dibujar caminos "puede ser un indicador de búsqueda de una salida o solución a conflictos y las flechas un reflejo de agresividad, descarga de energía y dinamismo".
"Las emociones como el enojo o el miedo se reflejarán en trazos más remarcados, angulosos y hasta temblorosos. Mientras que las emociones como la alegría y la tristeza se reflejarán en movimientos más curvos, redondeados y suaves", detalló.
Las formas que adquieren los garabatos son casi infinitas. De ahora en adelante nunca más subestimaremos a esos dibujitos que parecían trazos insignificantes sobre un papel.
Los garabatos
inconscientes pueden ser infinitos