Salud
Diabetes en la escuela: por qué es clave educar a toda la comunidad
La educación diabetológica de la familia, docentes y estudiantes asegura la igualdad de oportunidades y la inclusión. Desde ADU San Francisco remarcan la importancia de garantizar un entorno seguro para los chicos con esta enfermedad.
Por Isabel Fernández|LVSJ
La diabetes también va a la escuela y no es posible dejarla afuera de la mochila. Cuando una persona tiene esta enfermedad, su rutina diaria debe ser la misma sin importar el lugar donde se encuentre y la escuela no es una excepción.
También en las aulas, la mayoría de los niños, niñas y adolescentes con diabetes deberán: medir el nivel de azúcar en sangre, inyectarse insulina o tomar otros medicamentos, controlar las subidas y bajadas del nivel de azúcar en la sangre y tratarlas ya que pueden ser peligrosas; comer colaciones y el almuerzo en un momento determinado -disponiendo de mucho tiempo para terminar-; tener fácil acceso al agua y tiempo para ir al baño, además de participar en las actividades físicas, campamentos o excursiones.
Aunque se trabaja constantemente en la educación diabetológica, todavía muchos chicos con diabetes tipo 1 son excluidos y discriminados por falta de conocimiento e información de la sociedad. Esa situación afecta la autoestima y el correcto manejo y control de su enfermedad.
“Una familia y una comunidad escolar educada en diabetes son garantía de integración e igualdad de oportunidades para niños y adolescentes”, aseguran desde la Asociación Diabéticos Unidos (ADU) San Francisco que viene trabajando incansablemente en la educación sobre diabetes con charlas en escuelas de la ciudad y la región.
María es una mamá que llegó a ADU a fines del año pasado cuando a su hijo Juan de 4 años, le diagnosticaron diabetes tipo 1 y le tocó atravesar una difícil situación en la escuela debido a la falta de conocimiento sobre el manejo de la enfermedad. Eligió brindar su testimonio a LA VOZ DE SAN JUSTO y en la entrevista se utilizan nombres ficticios para resguardar sus identidades.
“Nadie está exento de sufrir diabetes, ni chico ni grande, por eso es importante informarse, educarse y educar. Que los docentes se capaciten, que los padres hablen con sus hijos sobre esta enfermedad y que sepan que con educación, se puede controlar sin problemas y llevar una vida normal”, aseguró María.
Al contar su experiencia dijo: “Mi hijo tuvo una hipoglucemia porque no tuvo controles suficientes en el jardín. Una mañana lo fui a buscar, parecía estar bien pero cuando llegamos a casa lo controlé y tenía 36 de glucemia, nunca me había pasado, él nunca llegó a esos valores porque siempre está controlado. Había ido a colocarle la insulina a la mañana, pero después no tuvo control”.
“Hablé con los directivos y docentes y no me dejaban ir a controlarlo todo el tiempo porque no podía interrumpir la clase. Me preguntaron los valores que tenía que tener y me dijeron que lo iban a controlar, que cualquier cosa me llamaban, pero no fue posible hacerlo. Yo quería entrar al horario de la comida porque son niños pequeños y lo que hacen es compartir, seguramente iba a agarrar masitas o dulces que no puede comer, que algunas veces encontré que en su bolsita. Al no tener control él agarraba lo que le invitaban sus compañeritos obviamente de manera inocente y eso es peligroso”, recordó.
Añadió que después “me hicieron firmar una nota que decía que la escuela no se hacía cargo de nada que le sucediera a mi hijo dentro de la institución, algo que realmente no pude entender”.
Finalmente, las cosas mejoraron. María dijo que a través de un certificado pidió el cambio de turno, por la tarde, en el mismo establecimiento. “Ahora está bien porque pudimos ver que es necesario informar y educar a todos sobre diabetes”.
“Conversé con la docente y pude quedarme en el horario de las comidas, observándolo desde la cocina para ver cómo interactuando con sus compañeros y con los docentes. Por suerte las glucemias comenzaron a ser buenas –resaltó-, además, si él se llevaba una manzana, la maestra también comía una, esas pequeñas cosas lo ayudaron a acostumbrarse y darse cuenta que no era el único que comía algo diferente. También hablo mucho con los padres y sus compañeros, les explicamos por qué tenía que pincharse y comer diferente y es muy bueno porque entienden qué hay que hacer y lo cuidan”.
“Creo que lo que pasó tiene que ver con la falta de educación totalmente. Cada vez hay más niños con diabetes y me parece que debería haber más capacitación para todos en la institución educativa, tanto para padres, como docentes y alumnos. Saber cómo deben hacerse los controles, cómo reconocer las emergencias, un niño diabético puede hacer una hipoglucemia en un ratito con consecuencias que pueden ser graves”, finalizó.
Educación y acompañamiento
La diabetes está avanzando entre los niños. Se estima que, en el mundo, uno de cada 5 mil chicos tiene esta enfermedad y llega a ser una de las patologías crónicas más frecuentes en la infancia. Con educación e información, pueden lograr un correcto control de la diabetes y llevar una vida normal, sin limitaciones.
Con el objetivo de mejorar la experiencia de los niños con diabetes tipo 1, y garantizar que el ámbito escolar sea un entorno seguro y saludable, para que pueda lograr un buen desarrollo académico y no ocurran situaciones de discriminación, ADU San Francisco brinda charlas y capacitación en las escuelas de la ciudad y la región.
Las charlas son orientadas a maestros, familias y estudiantes y están a cargo de la licenciada Rosa Cabrera, enfermera educadora en diabetes. "Se necesita una familia comprometida y docentes predispuestos para asegurarse que el niño tenga cubiertas las necesidades. Estamos convencidos y comprometidos en que hoy debemos ‘Educar para proteger el futuro’", aseguraron la licenciada Cabrera y la presidenta de ADU, Viviana Rodríguez.
Cabrera explicó que la diabetes tipo 1, “requiere una serie de cuidados diarios, aunque se promueve la educación diabetológica desde el momento del debut para logar la autogestión de su diabetes, dependiendo de la edad del niño, si éste es pequeño necesita acompañamiento para llevar un correcto control de la enfermedad. Un episodio de hipoglucemia, valor de glucemia demasiado bajo, debe ser corregido inmediatamente, sin tratamiento puede provocar pérdida de conocimiento, convulsión, o coma”.
“En casa son los padres los que se encargan, pero el niño pasa muchas horas en el colegio, esta tarea de acompañamiento y supervisión suele recaer en los docentes y el personal de la escuela, que no están formados en diabetes –advirtió-. Así que depende de su buena voluntad y predisposición”.
“Es muy importante que exista una comunicación fluida entre los padres y el colegio para que esté al corriente de la situación y las necesidades exactas del niño. Un niño con diabetes puede llevar a cabo cualquier tipo de actividad, por eso es importante es brindar información acertada sobre la diabetes y cómo apoyar en la tarea de inclusión y normalización”, remarcó por su parte Rodríguez.
Cómo actuar ante una hipoglucemia o una hiperglucemia
A veces los chicos con diabetes pueden sufrir hipoglucemias o hiperglucemias y es imperativo que en la escuela sepan cómo resolver estas situaciones. A continuación, la información que brindó ADU San Francisco sobre lo que hay que hacer en caso de hipo e hiperglucemia en la escuela:
- La hipoglucemia se da cuando el nivel de azúcar en sangre es bajo (menos de 70 mg/dl). Se puede producir por un exceso de insulina, baja ingesta de hidratos de carbono o retraso en la comida, exceso de ejercicio o vómitos y/o diarrea.
- Provoca síntomas como palidez, sudor, visión borrosa, confusión mental, irritabilidad, palpitaciones, sensación de mucha hambre, dolor de cabeza, debilidad, fatiga o incluso pérdida de conciencia.
- Ante estas señales, el docente debe atenderlo enseguida, muchas veces los mismos compañeros dan la señal de alarma.
- El docente debe pedir al niño que controle su glucosa en sangre si dispone de un glucómetro y administrarle hidratos de carbono simples.
- La escuela deberá comunicar a los padres lo ocurrido.
Qué hacer cuando hay hiperglucemia
- Al contrario de la anterior, la hiperglucemia se produce cuando los niveles de azúcar en sangre son elevados (por encima de 180 mg/dl).
- La hiperglucemia puede estar provocada por falta de insulina, comer demasiados hidratos, nervios por un examen o alguna infección como resfriados o gripes.
- Los síntomas son sed excesiva, dolor de estómago, necesidad de orinar con frecuencia o irritabilidad.
- En estos casos se debe aconsejar al niño que beba mucha agua para hidratarse.
- Hay que hacerle controlar su glucosa y que repita el test pasadas dos horas.
- Si los niveles siguen muy altos se deberá contactar a los padres para saber cómo actuar.
- Un niño con diabetes puede hacer perfectamente ejercicio físico, pero sus profesores deben saber que el ejercicio puede provocar que su glucemia baje. De hecho, es conveniente que el profesor de educación física tenga a mano alimentos con azúcar en caso de hipoglucemia.
- Si un niño presenta hipoglucemia o va a hacer ejercicio durante más de 40-45 minutos debe controlarse los niveles de glucemia antes de la actividad.