Análisis
Dengue: vacunas y otras medidas para no llegar tarde
Que la vacuna esté disponible es un buen comienzo. Trabajar en todas las otras variables se hace imprescindible.
El gobierno de Córdoba lanzó el Plan Estratégico de Abordaje Integral y Vacunación para la prevención y el control de dengue, zika y chikungunya para la temporada 2024-2025. Según la información oficial, esta medida se tomó previendo la época de calor que comenzará en los próximos meses, la cual hace disparar la cantidad de casos. Desde la provincia remarcaron que la Nación no ha tomado todavía decisiones en este tema y, por lo tanto, destacaron que “es ahora cuando hay que generar las líneas de acción”.
El recuerdo del brote record de dengue que vivió el país a principios de este año asoma como una razón suficiente para anticiparse a los meses más difíciles. La vacuna contra el dengue no está disponible para la mayoría de la población por su alto costo y porque su distribución todavía no se ha generalizado. Por ello, crece considerablemente el riesgo para quienes contrajeron el dengue el verano pasado y para los equipos de salud que trabajan para aliviar las consecuencias de esta enfermedad.
En este marco, la provincia anunció que compró 150 mil dosis para combatir el virus que transmite el mosquito. Se informó además que la vacunación arrancará a fines de agosto y continuará durante septiembre. Las poblaciones que podrán acceder a la inoculación de forma gratuita en hospitales públicos provinciales son todos los equipos de salud públicos y privados y los pacientes que estuvieron internados por haber sufrido cuadros graves de dengue.
La auspiciosa decisión de Córdoba debería ser complementada con los anuncios que se demoran desde el gobierno nacional. No hay definiciones sobre los tiempos en los que se podrá encarar un programa de inoculación de dosis para la población. En especial en los lugares donde se registraron más casos de dengue. El ministro de Salud de la provincia declaró que la Nación tendría previsto vacunar a “solo las jurisdicciones que hayan tenido más de 4.200 casos por cada 100 mil habitantes y hasta el momento adquirieron 160 mil vacunas en donde va a incorporar en el primer tramo a pacientes de entre 15 y 39 años, pero todavía no tuvimos una confirmación fehaciente”.
Frente a los pronósticos de un panorama delicado en materia sanitaria cuando el dengue vuelva a hacerse presente, la vacunación temprana se transforma en una necesidad. Así también, se impone la adopción de todas las conocidas y repetidas medidas preventivas, en el marco de las recomendaciones históricas de los organismos de salud, de todos los niveles. Hace más de una década que la OMS alertó sobre la propagación del dengue en el mundo y sus efectos perjudiciales: se insistía en “una estrategia multidisciplinar y complementaria que abarque cinco áreas de trabajo: análisis y control de casos; vigilancia integrada y respuesta a brotes; control sostenido del vector; implementación futura de las vacunas; e implementación de las investigaciones”.
Que la vacuna esté disponible es un buen comienzo. Trabajar en todas las otras variables se hace imprescindible.