Salud
Del miedo a la fe: Héctor y su batalla contra el cáncer de páncreas
A los 79 años, Héctor Trógolo enfrentó un diagnóstico inesperado que puso a prueba su fortaleza. Con el apoyo de su familia, la guía de un médico "ángel" y una fe inquebrantable, transformó la adversidad en un mensaje de gratitud.
El 21 de noviembre se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Páncreas, una fecha que busca crear conciencia sobre una enfermedad conocida por su agresividad y diagnóstico tardío. Para Héctor Trógolo, un vecino de San Francisco de 79 años, este día tiene un significado particular ya que es un recordatorio de su propia batalla contra un diagnóstico que llegó de manera inesperada y puso a prueba su fortaleza, su fe y el apoyo de quienes lo rodean.
LA VOZ DE SAN JUSTO dialogó con Héctor sobre su historia y como comenzaron los primeros síntomas. “Me levanté un lunes y noté que estaba orinando muy oscuro, al principio no le di mucha importancia, pero al ver que continuaba así hasta el miércoles, decidí contárselo a mi esposa y a mis hijos. Fue ahí cuando todos coincidimos en que había que ir al médico sin demora”, manifestó.
Esa semana se convirtió en decenas de estudios y consultas médicas. “Me habían hecho una serie de imágenes: ecografías, tomografías, resonancias y todo lo que se te pueda ocurrir para ver qué estaba pasando. Los resultados no se entregan al día siguiente, así que el fin de semana fue un infierno de espera”, explicó.
Héctor y su familia comenzaron a barajar posibilidades, desde un cálculo vesicular hasta algo mucho más serio, como un tumor. La incertidumbre se apoderó de todos y es por eso que decidieron ir a Córdoba.
Durante esa semana, Héctor se sometió a una serie de pruebas exhaustivas que confirmarían lo que temía, un tumor en el páncreas. “Felizmente estaba en una etapa muy incipiente y el 15 de mayo me intervinieron”, indicó.
“Yo soy muy creyente y estoy eternamente agradecido a Dios pero sobre todo al médico que me atendió, es Rogelio Traverso, es un ángel. Yo siempre digo que después de Dios lo tengo a él”, detalló con profundo agradecimiento.
La recuperación ha sido un camino lleno de desafíos, pero también de momentos de profunda gratitud. Héctor sigue un tratamiento de quimioterapia menos invasiva, diseñado especialmente para él, dado que pronto cumplirá 80 años. “No me están aplicando radioterapia, porque el médico considera que el cirujano no dejó nada de tumor, aunque siempre está la posibilidad de que alguna cosita quede dando vueltas”, señaló.
A pesar de todo, su espíritu sigue fuerte y agregó que lo importante es estar “bien anímicamente”.
Por otra parte, el apoyo de su familia fue fundamental. Trógolo destaca la cercanía de su esposa y sus hijos, que no lo han dejado solo ni un momento.
Para este vecino, su pareja es una de los pilares que sostiene su ánimo y lo impulsa a seguir luchando. “Estamos casados con mi señora hace 55 años, así que ya somos como hermanos. Ella ha sido mi compañera en todo momento, y eso es algo que no tiene precio”, sostuvo.
Cabe destacar que Héctor es parte del Club de Leones desde hace mucho tiempo. Señaló que la entidad y sus amigos también son parte importante de su recuperación.
El mensaje de Héctor es claro: nunca hay que perder la esperanza ni dejar de luchar. “Estoy agradecido por cada día que me levanto y veo a mi familia. La vida es un regalo, y aunque uno pase por situaciones duras, siempre hay algo por lo que estar agradecido”, concluyó. Mientras continúa su recuperación, Héctor sigue enfrentando cada jornada con una fe inquebrantable y un corazón lleno de gratitud.