Del balcón a la mesa: hay unas 125 huertas modulares en la ciudad
El objetivo es el autoabastecimiento familiar y comer más sano. Durante San Francisco Expone 2019, se brindaron charlas sobre el tema.
Hace tiempo que nos preocupamos cada vez más por la calidad, el impacto ambiental de la producción y la sustentabilidad de los alimentos que consumimos. Ya existen unas 500 huertas hogareñas para el autoabastecimiento familiar en San Francisco y la región, según se desprende del programa Prohuerta, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), vigente en nuestra ciudad desde 1995.
De esa cantidad, el 25% son huertas modulares, es decir, no cuentan con grandes superficies de tierra donde cultivar, basta con un pequeño cajón, una maceta o bien un recipiente de medidas reducidas para que allí crezcan especies como lechuga, tomate, pimiento o zapallo.
En el arco de San Francisco Expone 2019 se brindaron las charlas "La Huerta en casa: un lugar de encuentro", a cargo de la ingeniera agrónoma Graciela Gasparetti, del Inta, y "Las hortalizas como alimento: manejo y cuidados", que dio la bioquímica Silvia Cometti, a cargo del Área de Control Alimentario.
Se explicó, entre otras cosas, que si alguien desea sembrar tomate en una lata de pintura de 20 litros puede obtener entre 10 y 12 tomates por planta mientras que si se utiliza un cajón de madera para sembrar lechugas se pueden obtener unas seis plantas.
Gasparetti precisó que "bajo el sistema de huerta modular se puede llevar a cabo una huerta prácticamente en cualquier superficie. Se pueden utilizar cajones, macetas, gomas de vehículos, recipientes, etc. porque cualquier objeto que contenga tierra puede albergar una planta para que se desarrolle".
El Inta funciona en la Sociedad Rural San Francisco
La técnica de sembrado es la misma que la que se utiliza en una huerta tradicional. "La tierra se prepara exactamente de la misma manera al igual que el sembrado y el riego", aclaró.
Balcones o terrazas suelen ser lugares ideales para llevar a cabo este tipo de culticos. Allí es cada vez más común reemplazar las plantas y flores por vegetales, sobre todo por la utilidad que los mismos aportan a la economía familiar y a la formación de hábitos alimenticios más saludables.
"En cualquier lugar se pueden ubicar estos recipientes con vegetales. Lo único que se requiere es que les llegue un poco de sol y que reciban el riego necesario", indicó.