Posta
Defensora de lo nuestro
Cielo Ochoa es malambista desde niña y hoy es una de las referentes a nivel nacional. A la danza, le sumó el modelaje su otra faceta.
Por Stefanía Musso
Fotos Marcelo Suppo
Cielo Ochoa es una malambista de alma, corazón y vida. Con 20 años, convirtió la danza que siempre fue de los hombres en su razón de ser y la forma de generar ingresos para vivir. La artista sanfrancisqueña lleva su talento a distintos restaurantes y comedores de la ciudad sorprendiendo a los comensales por la calidad de su espectáculo.
Con ADN de folclore por su familia, supo triunfar en los certámenes más importantes de malambo y fue la única mujer que ganó en el primer campeonato de malambo mixto disputado en Baradero, provincia de Buenos Aires.
Esta joven también peluquera y paramédica, está cumpliendo con su mayor deseo: ser modelo. Por eso, es elegida por negocios de indumentaria de San Francisco para mostrar su ropa y fue elegida Miss Elegancia en el certamen Miss Villa María.
Con el malambo como tradición, con el modelaje como hobby, las dos formas de expresarse conviven en Cielo y juntas, le dan las herramientas para dar lo mejor de sí en cada espectáculo.
Este 10 de noviembre, Día de la Tradición, Cielo baila, zapatea y sueña con darlo todo en cada presentación.
- El malambo en tu vida, desde muy chiquita…
Todo esto empezó desde chica con mi papá Pablo y mi abuela Teresa. Recuerdo bailar desde el jardín de infantes. Hasta los ochos años hacía las otras danzas, pero el malambo no me gustaba en absoluto. En la academia familiar La Posta siempre enseñaron a las mujeres el zapateo y a los hombres el zarandeo y no quería hacerlo. Mis amigas empezaron a hacerlo y a los diez años, le dije a mi papá que quería empezar a competir. Pasé de estar en grupo a competir de manera individual porque quería ser Cielo Ochoa, malambista.
- Un cambio en tu formación.
Todos los días de verano me la pasaba ensayando, desde la tarde hasta la noche. Eran dos o tres horas en que mi papá me ayudaba a ensayar. Me costaba mucho aprender, era más lenta que el resto y me pesaba el apellido, el ser “la hija de” o “la nieta de”. Mis hermanos también bailan pero yo seguí y elegí competir. El más chico está aprendiendo y con él me gustaría armar un dúo mixto para competir.
- ¿Le costó a la familia aceptar que serías malambista?
La danza no me gustaba más, me apegué mucho a mi papá y empecé a competir como Cielo Ochoa, representándome a mí misma y logré muchos títulos.
- ¿Qué logros obtuviste?
En el Campeonato Argentino de Malambo de 2015 salí segunda; al año siguiente salí campeona y en 2017 defendí al título. Al haber ganado dos veces consecutivas, obtuve el titulo definitivo de campeona argentina. En la primera edición del Campeonato Argentino de Malambo en Villa Carlos Paz, de 2018, obtuve el primer lugar en categoría Juvenil pero luego no pude volver a competir en mi categoría. En 2024 volveré a participar pero ya como adulta.
- Pero también tenés un logro aun mayor que ser campeona nacional….
Sí, fui la primera mujer en ganar en el Campeonato Mixto de Malambo en Baradero, provincia de Buenos Aires, luego de haber ganado en la preselección en Marcos Juárez para representar a la provincia de Córdoba.
- ¿Cómo es competir con hombres?
Las mujeres tenemos mayor soltura y nos llevamos mejor pero los varones son más competitivos. A la hora de evaluar se ve la puesta en escena, la técnica, las “mudanzas”, etc.
- ¿Vivís del arte?
Hace cinco años que me animé a ser artista callejera. Lo hacía los 10 de noviembre, el Día de la Tradición pero después comencé a hacerlo más días porque quería que la gente vea algo diferente. Donde veo gente, hablo con el dueño del lugar y pido permiso para actuar. Luego, paso la gorra. Hay noches que me va muy bien y otros, no pero voy por toda la ciudad. Nunca pensé vivir del malambo porque siempre fue competir y nada más. Hoy me da algo más que solo premios.
- ¿Y cómo lo toman los comensales?
La gente no puede creer que alguien de San Francisco haga esto. Falta información y muchos te agradecen por llevarles la tradición. Muchos creen que desapareció o que es solo el 10 de noviembre, pero yo quiero mostrarlo siempre. Para la gente es raro que una mujer baile malambo, en San Francisco somos pocas y casi ninguna compite.
- ¿Veremos mujeres malambistas?
En un futuro, sí. Va a haber una generación que será bailarina de malambo. Eso se ve en la Municipalidad de San Francisco.
- ¿El modelaje como llega a tu vida?
Siempre me gustó mucho el modelaje y me gustó antes que la danza, que el malambo, todo. Empecé trabajando con fotos y videos para un negocio y luego, Edgar Maggi me invitó a participar de su academia de modelos.
- ¿Cómo conviven el modelaje y el malambo en vos?
Son dos cosas distintas porque uno es más suelto y el otro más rígido pero ambos coinciden en que tengo que dar lo mejor para el que está viendo.