Política
Desregulación del transporte de pasajeros: "Todavía no está claro"
El Gobierno oficializó una nueva medida que elimina trabas y liberaliza las condiciones de prestación de sus servicios de larga y media distancia. La incógnita sobre cómo afectará la medida en San Francisco.
El transporte de pasajeros de media y larga distancia en Argentina ha dejado de ser considerado un servicio público. Esta desregulación, establecida por el Decreto 883/2024, genera incertidumbre sobre cómo impactará en ciudades como San Francisco.
El Gobierno nacional, con el fin de aumentar la oferta y mejorar la competencia en el sector, ha publicado este decreto que busca eliminar las restricciones para las empresas de transporte. La normativa fue presentada como parte de un “amplio programa de transformación del sistema nacional de transporte”, destinado a racionalizar la oferta de servicios y disminuir costos, lo que, según el gobierno, contribuiría a mejorar la competitividad y la calidad del servicio.
El texto del decreto establece que “resulta necesario dotar de herramientas normativas más ágiles y flexibles al sistema de transporte”, promoviendo una mayor desregulación en la prestación y operación de los servicios. Una de las principales medidas incluye la creación del Registro Nacional del Transporte Interjurisdiccional de Pasajeros por Automotor, donde se inscribirán automáticamente las empresas existentes, permitiendo además que compañías extranjeras puedan operar en igualdad de condiciones con las nacionales.
A través de esta reforma, se abre la puerta a la entrada de empresas extranjeras al mercado argentino, similar a lo que ocurrió con la apertura de cielos para el transporte aéreo. El decreto también permite que las empresas de transporte definan libremente recorridos, horarios, precios y modalidades, lo que implica un cambio radical respecto a la anterior regulación que obligaba a las empresas a cubrir ciertas rutas, aunque no fueran rentables.
La reacción en San Francisco no se ha hecho esperar. Andrés Díaz, representante de la empresa El Turista, expresó su incertidumbre respecto a la implementación del decreto: “Estamos esperando cómo se va a definir bien. Creo que todavía no está claro cómo se va a implementar”, afirmó. Destacó la dificultad que enfrenta el sector debido a la falta de directrices concretas y manifestó que, aunque podría haber ciertos beneficios, la situación actual de regulación y control brinda cierta seguridad a las empresas tradicionales. “Con El Turista llevamos 50 años haciendo la línea y cumpliendo con la gente, y por ahí puede venir una empresa que se te pone al lado y empieza a vender pasajes, creo que eso nos puede desacomodar un poquito”, advirtió.
Por su parte, Guillermo Quiroga, presidente de BBB Express, brindó un análisis sobre cómo el decreto impacta en el transporte de cargas. Explicó que, aunque el decreto introduce flexibilizaciones, también ha generado cambios significativos. “La obligatoriedad se lleva de 700 kilos a 3.500 kilos, lo cual significa que muchos transportistas pequeños ya no están obligados a hacer este trámite. Además, será electrónico, sin costo y no se exige la presencia del transportista en las cámaras de transporte”, señaló.
Si bien Quiroga considera que estas medidas alivian la carga administrativa, también sugirió que se podrían haber abordado otros aspectos de forma más exhaustiva. “Debería haber más centros de revisión técnica obligatoria para facilitar el proceso de control de las unidades”, propuso.
La desregulación del transporte de pasajeros genera un amplio espectro de opiniones y preocupaciones. Los representantes del sector se mantienen expectantes, con la incertidumbre de cómo estas nuevas normativas transformarán el panorama del transporte en la región.