Sociedad
De profesora de Química a alquimista de aromas: la historia de Karina Herrera
Lo que empezó como un pasatiempo en plena pandemia, explorar los misterios de la ciencia de la perfumería, creció como emprendimiento hasta llegar a soñar con la marca propia de fragancias.
Por Cecilia Castagno | LVSJ
La pandemia de Covid-19 no solo alteró la vida cotidiana, sino que también ofreció nuevas oportunidades para la creatividad y el aprendizaje. En este contexto, Karina Herrera, profesora de Química, transformó su enfoque educativo con una propuesta innovadora. "Teníamos que ser sumamente prácticos y buscarle la vuelta para captar la atención de los alumnos", explicó Herrera, quien, durante la crisis sanitaria, abordó las formulaciones químicas a través de proyectos prácticos como la creación de sahumerios y jabones.
Además de su carrera docente –que ejerce en la escuela ProA en Biotecnología y el Instituto Pablo VI de nuestra ciudad-, Karina es técnica en Laboratorio de Análisis Clínicos y especialista en microbiología. Durante la pandemia, decidió adentrarse en el mundo de la perfumería y comenzó una diplomatura en Creación de Perfumes en la Escuela Argentina de Fragancias. Su pasión por esta nueva disciplina la llevó a fundar un emprendimiento en crecimiento, explorar la mágica habilidad de crear fragancias, convertirse en “nariz” y soñar con una marca propia de perfumes.
"En la pandemia todos tomamos conciencia de la importancia del olfato; pusimos el foco en este sentido -sostuvo-. Me encontré con un mundo que desconocía", sostuvo sobre ese universo de reacciones químicas que pueden multiplicarse hasta el infinito.
Herrera ofrece talleres certificados por la Escuela Argentina de Fragancias, en los que enseña a elaborar velas aromáticas y otros productos. Su enfoque va más allá de la perfumería tradicional. "Se trata de manejar la esencia en distintos medios", resume.
En lo suyo hay mucho de teoría química, pero también de sensibilidad y percepción. Imagina el olor de las cosas con solo verlas. “El olfato se entrena –asegura-. Crear un aroma o hacer un blend, mezclar distintos tipos de esencias para lograr un aroma diferente, leer un perfume y descubrir sus notas y acordes, es arte”.
“En la perfumería así como en la aromaterapia, hay elementos sintéticos y naturales, en estos últimos estudiamos desde la botánica, la biología, para qué sirven… Hasta destilar u obtener el aceite esencial, hay un proceso de ‘entender’ a la planta, no basta solo con elegirla”, contó desde su conocimiento de moléculas químicas y botánica.
La lavanda en perfumes
En 2023, Karina amplió su formación viajando a Turquía y Dubai para capacitarse en perfumes orientales y visitó diversos “lugares aromáticos” en la Argentina. Además, participó en eventos como el Camino del Té y la Ruta de la Lavanda, en Villa General Belgrano, donde trabajó para conectar con productores locales y fomentar la producción nacional de aceites esenciales.
Con esa idea, tomó contacto mano a mano con productores de lavanda. “Los perfumistas compramos esencias importada, mientras que hay lugares en nuestro país donde se producen aceites esenciales puros, destilaciones de plantas. El objetivo es conectar con productores, capacitarlos y darles herramientas para aumentar su volumen de producción y así comenzar a abastecer el mercado interno”, dijo.
Herrera tomó contacto mano a mano con productores de lavanda, emprendedores locales que están trabajando para expandir el cultivo de lavandas. Es el camino, indicó, para abastecer proyectos a mayor escala.
La lavanda está muy presente en los perfumes. “Hay una gran variedad, muchas desconocidas, y cada una con un aroma, cuidados y tiempo de florecimiento diferentes; algunas se usan para perfumería y otras son ornamentales. La lavanda, con sus bondades terapéuticas, es una planta noble", afirmó la entrevistada, señalando que su durabilidad puede alcanzar hasta 15 años con el cuidado adecuado.
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Herrera también fue contactada por la Iglesia Católica de San Francisco para colaborar en la elaboración del Santo Crisma, el óleo perfumado utilizado en bautizos y confirmaciones. "Haber logrado ese aceite que hoy se está usando en toda la diócesis fue un gran desafío", reconoció.
Además, Karina se dedica a perfumar obras de teatro, un proceso que requiere estudiar a los actores y la música para inspirarse. "Todo perfume tiene una historia, poder encontrarla y aplicarla a través de los aromas es fascinante", concluyó. Confiesa que otra gran satisfacción que tiene es la devolución de la gente.
Su camino es testimonio de cómo la pasión y la creatividad pueden abrir nuevas puertas y transformar vidas, incluso en tiempos de crisis.