De Neuquén a Luján, tres adolescentes encontraron una familia que los adoptara
Sin prejuicios de por medio los jóvenes aceptaron formar una familia con Adrián y Fabio y desde 2015 conviven los cinco en el sur del país.
Adrián Urrutia se casó con Fabio en el año 2014 y desde entonces llevaron adelante un largo proceso para poder adoptar hijos. Su residencia hoy está en la provincia de Neuquén y la vida les cambió cuando recibieron el llamado para conocer a los nuevos integrantes de esta gran familia.
Adrián, que es oriundo de Villa Dolores, contó a Cadena 3 que el 17 de julio de 2015 "salió la convocatoria" de sus tres hijos y así viajaron "a Buenos Aires a conocerlos". Los evaluaron desde el Juzgado y luego pudieron conocer a Cynthia y Mariana de 16 y 14 años. Días más tarde el círculo se cerró con la llegada de Diego que tiene 12 años.
A los chicos se les explicó que sus padres adoptivos eran hombres. Una trabajadora social les dijo: "miren, hay dos papás varones de Neuquén que están interesados en adoptarlos'", relató Adrián.
A las chicas no les importó y sólo dijeron que querían una familia. A Diego le costó más puesto que "estaba cansado de 'cargadas' y que ahora además lo hicieran por la condición sexual de sus padres, sin embargo, decidió apostar por ser recibido y la adopción se concretó en los tres casos.
Adrián comentó que viajaron "por tres meses a Luján todos los jueves" y se volvían "el domingo después del mediodía". Fabio es profesor de Economía y Adrián empleado municipal. Resignaron sus "ahorros para la luna de miel para convertirlos en dos habitaciones", expresó. Desde 2015 iniciaron esta nueva etapa de vida juntos.
Adrián recordó que, cuando vivían en el orfanato, los chicos sufrían pesadillas, tenían malos resultados escolares, entre otras cosas. Sin embargo, cuando llegaron a su hogar "de a poco dejaron de caminar inclinados, dejaron de hacerse pis en la cama y no tenían pesadillas", aseguró.
Fue tal la emoción de los hermanos, que Adrián comentó que "el 31 de diciembre de 2015, la más chica" le pidió que la "pellizque para que supiera que no era un sueño".
Hoy viven su vida y en una gran familia en Neuquén.