Sociedad
De la caja a la pared: un varillense armó un rompecabezas gigante
Ayrton Marenchino se embarcó en un fascinante viaje de paciencia y amistad, desafiándose a componer una figura de 20.000 piezas en su casa.
En un mundo donde las distracciones por la tecnología son constantes, Ayrton Marenchino, un joven de Las Varillas, decidió embarcarse en un proyecto que requeriría no solo tiempo, sino también paciencia y colaboración. El 28 de abril de 2023, junto a amigos, comenzó el ambicioso desafío de armar un rompecabezas de 20.000 piezas, un proyecto que culminó el 5 de febrero de 2024, tras nueve meses de trabajo.
Ayrton comentó que la idea surgió en un momento de búsqueda de entretenimiento: “Quería pasar el tiempo con algo que me entretenga y decidí empezar este desafío”. Aunque ya había armado rompecabezas de menor tamaño, como 1.000, 2.000 y 9.000 piezas, nunca antes se había enfrentado a uno tan grande. “Uniendo todos los que había armado, no llegaba ni a las 19.000 piezas”, reconoció.
El proceso de armado fue una experiencia única y divertida. “Éramos entre 10 y 15 amigos los fines de semana, armando y compartiendo momentos”, relató. “Se hace más fácil y rápido, te ayudas y charlas”. Ayrton también mencionó que durante varios días siguió solo construyendo el rompecabezas, y esos momentos también los disfrutó: “Hubo partes en las que me ponía solo, porque estaba todo el día, la disfruté exactamente igual, aunque acompañado siempre es mucho mejor”.
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En ocasiones, la frustración estuvo a la vuelta de la esquina. “Faltando unas mil piezas, ahí sí me quise rendir”, dijo, pero destacó que el apoyo de sus amigos fue fundamental en ese momento y durante todo el proceso.
Ahora, con el rompecabezas colgado en el garaje de su casa, Ayrton ya tiene planes para el futuro: “Quiero armar uno de 42.000 piezas, pero armarlo en bolsas de 6.000, para no mezclar las piezas”.
El rompecabezas fue un desafío personal y una experiencia “perfecta”, confesó Ayrton, ya que no se perdió ninguna pieza en todo el proceso. Un logro que parece casi increíble, considerando el tiempo y la cantidad de piezas involucradas.