Tiro Rápido
Daniel Felizia: “Este mural está en el lugar indicado”
El tirador sanfrancisqueño fue reconocido por el club Tiro y Gimnasia con una imagen suya en una pared del polígono, donde pasó gran parte de su vida.
Por Ignacio Omedes
A lo largo de la historia, San Francisco contó con deportistas que compitieron en la élite nacional y mundial. Uno de ellos fue Daniel Felizia, quien se destacó en la especialidad pistola de tiro rápido 25 m. El sanfrancisqueño participó en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984 y Sídney 2000. Además, compitió en los Juegos Panamericanos de Puerto Rico 1979, Caracas 1983, La Habana 1991, Mar del Plata 1995, Winnipeg 1999, Santo Domingo 2003, Río de Janeiro 2007, Guadalajara 2011 y Toronto 2015. Su actuación más destacada fue en Winnipeg, Canadá, donde consiguió la medalla de oro y la clasificación a Sídney 2000.
Daniel ha sido galardonado con seis premios "Olimpia de Plata" y 21 "Córdoba Cuna de Campeones" y Escudo de Oro de la Confederación de Deportes de la Provincia de Córdoba (2001). Y el Círculo de Periodistas Deportivos de San Francisco lo reconoció en reiteradas ocasiones con el San Francisco de Asís de Oro.
Hoy, ya retirado de la actividad, fue homenajeado por Tiro y Gimnasia con un mural en el polígono donde pasó el mayor tiempo de su vida. Felizia entrenaba todos los días cuando competía en una de las pedanas del club, que era como su segundo hogar. El autor de la obra fue el reconocido artista Ramón “Monchito” Cortez.
LA VOZ DE SAN JUSTO dialogó con Daniel Felizia, quien aludió al homenaje y recordó parte de su trayectoria deportiva.
¿Qué significa tener un mural homenaje en el polígono?
Tiro y Gimnasia es mi casa y creo que este mural está en el lugar indicado. Cuando lo vi, me emocioné y recordé todo lo que viví a lo largo de mi carrera deportiva. Quiero agradecerle a José Venturuzzi por proponer esta idea y a ‘Monchito’ Cortez, que realizó esta magnífica obra. Esa foto es del año 2005, tiempo después de los Panamericanos. La imagen refleja perfectamente mi gesto y mi cara en ese momento.
Puede interesarte
Pasó mucho tiempo en la pedana "Eduardo Miguel Felizia”…
Viví muchas cosas lindas en este lugar. Venía todas las siestas a entrenar y cuando podía, los sábados y domingos. Pasaba horas y horas tirando. Llevaba una vida intensa y dura por el sacrificio que realizaba.
En lo deportivo, ¿cuál fue el mejor momento de su carrera?
Me cuesta elegir un momento porque todos me han hecho muy feliz, pero el día que gané los Juegos Panamericanos de Winnipeg, Canadá, en 1999, fue cuando más satisfacción sentí. Me había preparado muchísimo para ese campeonato que contó con un nivel muy alto. Además, sabía que clasificaba para los Juegos Olímpicos. Sin lugar a dudas, lo ubico en el puesto más alto de mi propio ranking.
¿Toma dimensión de todos sus logros?
En mi vida siempre me ha pasado que cuando uno está inserto en esas situaciones, no toma dimensión de lo que uno logra. Hoy, ya retirado, es una locura lo que conseguí y donde llegue. En ese momento eran desafíos del día a día. Lo que siempre rescato de mi carrera deportiva es que no hay éxitos sin muchos fracasos. Uno tiene que trazar objetivos y trabajar con dedicación para poder llegar al final de esa meta.
En lo personal, ¿en qué etapa de su vida se encuentra?
Hace un tiempo dejé de tirar porque me di cuenta que ya había pasado mi mejor momento y decidí retirarme. Pasaron meses en los que no sabía qué hacer con mi tiempo libre, no me gustaba tirar por tirar. Comencé a jugar al golf, deporte que está arraigado a mi familia por mi madre (Amanda Scarafía), que ha sido una excelente jugadora (y mundialista). Lo hago de manera recreativa con un grupo de amigos muy bueno con los que juego casi todos los días. Además, encontré en la disciplina similitudes con el tiro, que me hacen divertir.