Sociedad
¿Cuánto cuesta sacar un árbol en San Francisco?
El arbolado urbano en nuestra ciudad involucra permisos, costos y normativa sobre extracción y reforestación, con el objetivo de equilibrar seguridad, desarrollo y sostenibilidad ambiental.
Por Santiago Cubría | LVSJ
En la ciudad de San Francisco, el arbolado urbano es una parte fundamental del paisaje y del bienestar ambiental. Sin embargo, su manejo implica un balance entre la preservación, el desarrollo y la seguridad.
LA VOZ DE SAN JUSTO dialogó con la arquitecta Mariela Fasseta de la Dirección de Desarrollo Urbano y con la paisajista Gabriela Ludueña, de la Dirección de Obras y Arquitectura en espacios públicos, quienes detallaron el procedimiento necesario para extraer un árbol, las restricciones sobre las especies permitidas y las medidas adoptadas para reforestar la ciudad.
El procedimiento para la extracción
La extracción de un árbol en San Francisco no es un proceso arbitrario. Según explica Mariela Faseeta, de la Dirección de Desarrollo Urbano, los propietarios deben tramitar un permiso antes de retirar cualquier ejemplar.
Este trámite se puede realizar de manera presencial en Bv. 9 de Julio 1536 (Amos) o a través de la página web de la Municipalidad. Además, el procedimiento se completa con una inspección previa por parte de agentes municipales que determina si la extracción está justificada.
Entre las causas más comunes para solicitar la extracción de un ejemplar se pueden mencionar raíces que levantan la vereda afectando caños de agua o de gas, o también las ramas que afectan infraestructuras como cables de luz, teléfonos, etc.
Si una extracción se realiza sin autorización, el municipio genera un acta de infracción y en caso de observar a alguien talando un árbol sin permiso, se le solicita detener el trabajo y regularizar la situación.
Cuando los vecinos no cuentan con los recursos económicos para cubrir el costo de extracción, la Municipalidad evalúa casos específicos. “Si hay un riesgo para las personas en la vía pública, gestionamos la extracción con la Secretaría de Servicios Públicos,” explicó Faseeta. Y de no ser una situación urgente, los vecinos pueden buscar apoyo económico para tal fin en la Secretaría de Desarrollo Social.
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El costo de extraer un árbol
La extracción de árboles es un servicio caro. En un relevamiento realizado por LA VOZ DE SAN JUSTO, diferentes jardineros particulares indicaron que el precio de retirar un árbol depende de varios factores, tales como su altura, diámetro, y si se solicita o no la limpieza del área después del trabajo.
Para un árbol de 4 metros de altura, el costo promedio de extracción ronda los $80.000. Sin embargo, si se desea que el jardinero limpie la vereda y retire la leña, el precio aumenta a unos $100.000.
Este precio puede elevarse considerablemente si el árbol en cuestión tiene una mayor altura. Por ejemplo, si supera los 10 metros, la extracción puede costar entre $300.000 y $500.000, dependiendo de la complejidad del trabajo.
Por otro lado, si lo que se necesita es sacar un árbol pequeño de hasta 3 metros de altura que se encuentra en la vereda, el precio va entre $80.000 y $150.000. En cuanto a la plantación de un nuevo árbol, el costo varía dependiendo del tipo de planta elegida, pero en promedio ronda alrededor de los $15.000.
Si se desea plantar un árbol en el lugar de otro que fue retirado, los precios de las especies también varían. Un Acer buergerianum tiene un valor de $52.000, el Crespon cuesta $29.000, el Guaran $19.500, el Arce de Canadá $38.000, el Catalpa $25.000 y el Fresno rojo $28.000.
Que plantar y porqué
El proceso de extracción normalmente se completa con la subsiguiente reforestación. Y allí también existe normativa municipal específica que regula qué especies se pueden plantar en la vía pública, cuales no y porqué.
Árboles frutales como mandarinos, limoneros, nísperos y otros, como algarrobos, están prohibidos. Gabriela Ludueña, especialista en selección de especies, explicó que estas restricciones obedecen a razones prácticas y de seguridad.
“Los frutales, por ejemplo, son propensos a infestaciones como mosquita blanca, roya o fumagina, que se propagan rápidamente y afectan a otras plantas, y hay que fumigar y al estar en la vía pública, no es conveniente. Además, hay que realizar un mantenimiento ya que estos árboles requieren podas específicas para producir frutos, lo que genera interferencias en el tránsito peatonal y vehicular. En el caso de los algarrobos, hay problemas estructurales, las raíces son muy grandes, y las ramas tienen espinas y tienden a ir para el piso lo que puede generar problemas no deseados para los vecinos”, explicó la paisajista.
Por eso, el diseño del arbolado urbano prioriza especies caducas que son funcionales para la ciudad porque señala Ludueña “En otoño pierden sus hojas, permitiendo que los rayos solares calienten y reduzcan la humedad en invierno, mejorando el microclima, por citar un ejemplo”.
Además, desde el municipio dejaron claro que los vecinos no pueden plantar un árbol en los espacios públicos como cantero o plazas. Para poder realizar ese tipo de intervención debe presentar una nota tal como se especifica en la ordenanza n° 7376 sancionada por el Concejo Deliberante en diciembre de 2021.
Podas y conflictos vecinales
Otro desafío recurrente es el manejo de podas. Según Fasseta, estas son responsabilidad del propietario del inmueble donde se encuentra el árbol. "Es importante realizar podas anuales para evitar problemas mayores, pero la municipalidad no cubre estos costos salvo en casos excepcionales," puntualizó la funcionaria sobre una de las dudas más comunes entre los vecinos de los diferentes barrios de la ciudad.
Cabe destacar, que el municipio creó hace unos años y actualiza contantemente el Registro Permanente de Podadores de la ciudad de San Francisco, una nómina de personas que están autorizados y capacitados para realizar estos tipos de tareas de una manera eficiente para el cuidado de la planta y de su contexto. El registro se puede solicitar en las oficinas de Amos.
Medidas de reforestación y reemplazo
La ciudad, una de las más arboladas de la provincia, está comprometida con el reemplazo de árboles extraídos y a la reforestación en general, aunque los resultados no son siempre visibles de inmediato. Ludueña explicó que los árboles nuevos tardan décadas en alcanzar el tamaño de los ejemplares removidos.
“Se plantan constantemente especies adecuadas, pero su crecimiento toma tiempo. En plazas como la Vélez Sarsfield y General Paz, se replantaron árboles después de la última tormenta que hubo, y es lógico el impacto visual que genera cuando ya no están. Se extrajeron árboles de quizás 50 años y para poder recuperar esa frondosidad que había, ese paisaje que había, hay que esperar la propia evolución de la planta y eso tarda muchos años” concluyó la especialista.
Mientras el municipio asume la tarea de reforestación general, su seguimiento y cuidado, los vecinos individualmente también tienen obligaciones a la hora de plantar un árbol, saber cuándo hay que retirar uno y con que reemplazarlo, es parte de esa responsabilidad.