Crisis de ansiedad: los servicios de emergencias atienden cada vez más casos
Desde Ucemed aseguran que en la actualidad se atiende a un 127% más de pacientes con síntomas que en el año 2000. En Cruz Verde también reconocen un aumento en las atenciones por este trastorno. Puede afectar a jóvenes como adultos mayores.
Los coordinadores de los servicios de emergencias locales, Ucemed y Cruz Verde, coinciden en advertir un crecimiento en la demanda de atención de urgencia relacionado con trastornos de ansiedad o también conocidos como ataques de pánico. Aunque no se trate de una emergencia grave como puede ser un accidentado o un herido en un episodio violento.
Dolor de pecho, de tórax, mareos, desmayos, palpitaciones y temblores en el cuerpo, son síntomas entendidos por la gente -o los mismos pacientes- como de un inminente infarto, pero no siempre lo es.
"La gente debe entender que todos estos síntomas no siempre refieren a un infarto o algo peor sino que tiene que ver con crisis emocionales. La gente se asusta porque lo toma como emergencia, pero no lo es", sostuvo el director médico de Ucemed, Diego Lahournere (M.P. 22726).
El médico agregó que se trataba de una atención más en el día a día, aunque desde hace un tiempo -reconoció- hubo un aumento en los casos atendidos.
De igual modo, en Cruz Verde, aseguran que este tipo de consultas "lamentablemente está en aumento aunque representan un mínimo porcentaje de nuestras llamadas" si se la compara con otras situaciones, destacó la directora médica del servicio, Liza Di Monte (M.P.32946/8).
En base a estadísticas aportadas por Ucemed, en el año 2000 se atendieron 44 casos de ataques de ansiedad mientras que fueron 100 en 2017. Es decir, hubo un aumento del 127% en los últimos 17 años.
En cuanto a la población, esta empresa asistió a más mujeres que hombres y todas mayores de edad. "Se fue acrecentando y es uno de los motivos principales de los llamados", señaló Lahournere.
Crisis: ¿sí o no?
Ante el llamado a las centrales de emergencia es fundamental reconocer exactamente todos los síntomas que está padeciendo la persona, indicándole cada detalle al operador, quien está capacitado para identificar cuál es el problema para dar aviso a los médicos que arribarán al lugar.
A la hora de la atención, Lahournere explicó que "necesitamos saber qué le pasa a la persona, qué está sintiendo, para tener conocimiento de cuál es la causa de nuestra asistencia".
"Cuando el médico llega valora al paciente, toma los signos vitales, lo interroga y realiza un examen físico, de acuerdo a los antecedentes del paciente y con toda la información recogida realiza un diagnóstico, que muchas veces es crisis de angustia severa y se trata; otras veces -en un pequeño porcentaje- no se puede llegar al diagnóstico definitivo y es necesario descartar otras causas como infarto cardíaco, arritmia y en esos casos nuestro protocolo de primera actuación es acudir al centro hospitalario de referencia para realizar los estudios necesarios y continuar con la valoración médica", dijo.
¿Cuándo estamos frente a una crisis?
"Los ataques de pánico o crisis de angustia son episodios que generalmente aparecen de forma inesperada y sin motivo aparente, en los que la persona que los sufre experimenta un malestar intenso y un miedo incontrolable que puede generar gran desesperación. Una crisis de pánico suele durar alrededor de 10 a 20 minutos", informó Di Monte.
Para la médica, estos episodios "pueden surgir en múltiples situaciones o lugares como en la calle, en el cine, conduciendo un vehículo, en el supermercado, en el trabajo o en cualquier lugar; pero es importante saber que algunas personas son más propensas que otras".
¿Cuándo estamos ante un ataque de pánico?
De acuerdo a criterios del Manual de diagnóstico y estadístico de trastornos mentales (DSM - V), un ataque de pánico es la aparición súbita de miedo intenso o de malestar intenso que alcanza su máxima expresión en minutos y durante este tiempo se producen cuatro (o más) de los síntomas siguientes:
- Palpitaciones, golpeteo del corazón o aceleración de la frecuencia cardíaca
- Sudoración
- Temblor o sacudidas
- Sensación de dificultad para respirar o de asfixia
- Sensación de ahogo
- Dolor o molestias en el tórax
- Náuseas o malestar abdominal
- Sensación de mareo, inestabilidad, aturdimiento o desmayo
- Escalofríos o sensación de calor
- Parestesias (sensación de entumecimiento o de hormigueos)
-Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (separarse de uno mismo)
- Miedo a perder el control o de "volverse loco"