Convocan a personas radicadas en San Francisco para adoptar a una adolescente de 17 años

El Registro Único de Adopción de Córdoba convoca a personas, familias o parejas radicadas en la ciudad de San Francisco, que se sientan en condiciones de “ahijar” a una adolescente mujer de 17 años. Este caso forma parte de la convocatoria pública general lanzada semanas atrás, destinada a restituirles su derecho a crecer en una familia a un grupo de 38 adolescentes que se encuentran al cuidado y protección del Estado, en instituciones de la provincia de Córdoba. 

B. B. es una adolescente independiente, autónoma y responsable. Se encuentra cursando 4° año de la escuela secundaria. Posee un vínculo de afinidad con su hermana y para poder mantener el contacto con ella, solicita poder residir en una zona cercana a San Francisco.

Ella se relaciona de manera armónica y saludable con pares y adultos. Realiza diversas actividades deportivas y recreativas. Además, participa de un Programa Primer Paso, donde realiza una jornada laboral de cuatro horas diarias. 

Se considera fundamental el sostenimiento del vínculo con su hermana biológica, y su integración a un medio familiar que respete sus características individuales, su historia de vida y su organización cotidiana actual, favoreciendo su autonomía.

Los interesados deberán seleccionar la convocatoria de referencia “A 01/24” en la página del RUA https://rua.justiciacordoba.gob.ar/convocatorias/ y completar el formulario de inscripción.

¿Qué es una convocatoria pública?

Los juzgados intervinientes realizan convocatorias públicas cuando en un caso puntual se han agotado todas las posibilidades de encontrar postulantes ya inscriptos en los registros de adopción de la provincia y del país. Estos llamados abiertos se dirigen a todas las personas, parejas y familias dispuestas para “ahijar” a un niño particular.

Ahijar a un adolescente

La psicóloga y subdirectora de Servicios Judiciales, Mónica Soria se refirió en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO al desafío de adoptar a chicos grandes y destacó que en definitiva se trata de brindar amor y un hogar a adolescentes que están solos, respetando sus historias de vida, restableciendo derechos que les han sido vulnerados.

“Como todos los niños y adolescentes, esta jovencita de 17 años espera formar parte de una familia, donde se sienta contenida, amada, respetada, pueda compartir sus sueños y sea cobijada en un hogar, en contraposición a la situación de estar sola en el mundo sin otro que acompañe y abrace”, remarcó Soria.

Por otro lado, aseguró que los adultos que la reciban “primero tienen que tener el deseo de incorporar un adolescente a su familia y sentirse con la capacidad de poder ahijarlo, es fundamental”.

“Este deseo también tiene que ver con poder percibir las necesidades de un otro, que es un adolescente y distinto y que tiene una historia, una vida que ha sido un tanto difícil con carencias o maltrato. Cada niño tiene una historia particular y única que los acompaña el resto de su vida", dijo.

Afirmó que los adultos "tienen que tener la capacidad de reconocerlos en su individualidad con esa historia, acompañarlos en sus momentos de angustia y tener tolerancia a la frustración, también empatía y la capacidad de brindar amor y contención”.

"Se trata de protegerlos y restablecer derechos que les han sido vulnerados cuando su familia biológica no pudo respetarlos –siguió Soria-. El objetivo central de la adopción es brindar una familia a los niños, niñas y adolescentes que por diversas razones no pudieron ser cuidados por su familia de origen".

En esto de "adoptar chicos grandes también tiene relevancia el tiempo de vida que seguramente transcurrieron en un hogar, teniendo en cuenta si son adoptados solos o junto a sus hermanos. En el caso de la adolescente que busca familia tiene una hermana en San Francisco con la cual se vincula, por eso estamos buscando en esa zona a una familia para que pueda mantener ese vínculo"

“Es importante que los adoptantes los acompañen y los comprendan en lo que es la elaboración de su historia de vida, aceptándola y respetándola, conocer sus características, su cultura de origen porque permite vivenciar el proceso adoptivo con una integración personal, familiar y social positiva”, finalizó.