Sociedad
“Como una película de terror”: el relato de un sanfrancisqueño de la catástrofe en Chile por los incendios
El sanfrancisqueño Alfredo Riera vive en una de las zonas devastadas por el fuego. Narró en primera persona la impotencia que sienten y la preocupación que persiste. “La gente tiene mucho miedo de perder más de lo que perdió”.
Desde el pasado fin de semana, Chile se enfrenta a uno de los incendios forestales más mortíferos del siglo XXI, muchos de ellos producidos en zonas densamente pobladas que, en conjunto, ya causaron 122 muertos y un centenar de desaparecidos.
El epicentro de este desastre se generó en el centro de Chile, en la región turística de Valparaíso y la ciudad de Viña del Mar. En el lugar equipos de emergencia aún se encuentran sacando cuerpos enteros de entre los escombros, tres días después de que se iniciara el fuego descontrolado.
Se prevé que el número de víctimas por el peor desastre ocurrido en el país en años aumente aún más a medida que residentes, bomberos y militares se apresuran a despejar áreas residenciales de las ciudades costeras donde bolas de fuego consumieron miles de casas en minutos.
Alfredo Riera es un sanfrancisqueño de 65 años que supo ganarse aplausos todas las semanas por su exitosa labor como basquetbolista en distintos clubes de San Francisco entre los que se cuentan Sportivo Belgrano, El Tala y San Isidro que lo llevaron incluso a vestir en varias ocasiones los colores de la selección de basquetbol de nuestra ciudad. Desde hace 22 años, Riera vive en la ciudad de Viña del Mar y una parte de su trabajo como entrenador en divisiones formativas del básquetbol en Chile las desarrolla en Valparaíso, así como también en Quilpué, una de las zonas afectadas, ubicada a 20 kilómetros de Valparaíso.
En esa población Riera se desempeña como entrenador del equipo femenino del Club Deportivo Los Leones, de Quilpué; dirige el equipo femenino de la Liga Nacional y además está a cargo de algunas categorías de básquet de varones. En tanto, se encarga de entrenar a la selección masculina de básquet de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y además tiene a su cargo una tienda de artículos deportivos.
En diálogo telefónico con LA VOZ DE SAN JUSTO, el sanfrancisqueño narró en primera persona el drama que se viven hoy en Chile.
- ¿Cómo estás viviendo esta tragedia en Chile?
Estamos con mucha preocupación, por más que en mi caso lo más cerca que llegó el fuego fue a la entrada de Viña del Mar, afectando un sector industrial, específicamente una fábrica de pinturas y otra de químicos. Yo vivo en el barrio de Recreo, muy cerca del mar. Si bien estábamos alejados de las llamas, estamos muy preocupados. El viernes, a las 19.10 terminé de dar entrenamiento en Quilpué porque se cortó la energía eléctrica y el humo hacía imposible hasta respirar. En un momento quise retornar por el troncal por el que circulo habitualmente, cuando los vehículos lo hacían en sentido contrario porque se había cortado al igual que el otro camino que me lleva a mi casa. Estuve como dos horas para retornar a mi hogar. En todo momento se veía la situación de la gente por querer volver a sus hogares. Fue algo muy duro. Volví al club hasta que cerca de la medianoche se volvió a habilitar un troncal.
- ¿Pudiste comunicarte con tu familia en ese momento?
Fue imposible porque el incendio afectó las torres de telefonía celular. No había internet, ni energía eléctrica.
- ¿Cómo empezó todo?
Según nos informaron, todo empezó en una reserva natural hacia el camino de Santiago y de ahí se fue extendiendo para todos lados. Lo que se piensa es que todo esto pudo haber sido iniciado de manera intencional. El primer incendio empezó con cuatro focos al mismo tiempo. Ahora solo resta saber cuál era la finalidad de todo esto. Es impresionante vivir algo así, es como vivir una película de terror. La gente quería escapar en vehículos mientras llegaban las llamas, algunos atinaron a bajarse, correr y a otros los atrapó en los autos o en sus viviendas. Por acá tenemos una topografía muy particular, con muchas hondonadas, cerros y no hay muchos caminos o condiciones para una buena evacuación o la llegada de los bomberos. Es muy difícil y sobre todo estamos muy tristes por lo que pasó.
- ¿Cómo están ahora?
Estamos con toque de queda en Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana. Esto significa que entre las 9 de la noche a las 5 de la mañana nadie circula por la vía pública, sobre todo por temor de que haya personas que estén dispuestas a iniciar nuevos focos de incendio y que pueda llegar gente a robar en lugares que han quedado devastados. Con eso pretenden equiparar la vigilancia de parte del Estado. Todas las actividades deportivas han sido suspendidas, así como todos los eventos masivos incluyendo la gala del Festival de Viña del Mar que empieza pronto. Mientras tanto, todo el mundo está tratando de ayudar a la gente afectada que vive en el Olivar donde se afectó totalmente a 3.000 viviendas cuyos moradores solo salieron con la ropa puesta, salvando sus vidas de milagro. Se vive una desazón muy grande.
- ¿Dónde está hoy la gente afectada por los incendios?
Muchos están alojados en albergues que fueron armados en colegios o bien se fueron a casa de familiares y armaron su carpa en el terreno para prevenir cualquier tipo de toma, porque hay muchos lugares donde la gente tiene mucho miedo de perder más de lo que perdió.
- ¿Qué hipótesis se maneja de las causas del incendio?
Recién ahora están admitiendo que fue algo preparado, muy coordinado. No se trata simplemente de la acción de un pirómano sino más bien se piensa de una planificación sobre todo porque el incendio comenzó en cuatro lugares al mismo tiempo, sumado a las extremas temperaturas y el viento. Acá se habla mucho de infiltrados que quieren ver cómo se reacciona ante este tipo de situaciones y, al analizar los antecedentes, se tiende a coincidir en muchas cosas.
- ¿Cómo sigue la vida en los próximos días?
En esta semana no tenemos actividad, no hay nada en el club que se ha convertido en un centro de acopio donde por suerte no llegaron las llamas que se mantuvieron a 400 metros. Estamos todos tratando de salir adelante con esto y ver de qué manera se puede ayudar a la gente.
- ¿Es la primera vez que vivís una situación así desde que estás en Chile?
Sí, algo así no lo viví nunca. Ya pasé el efecto del terremoto de 2010 pero eso fue un evento natural, esto no fue así. Dicen que de esta magnitud es el segundo a nivel mundial en la última década después de un incendio ocurrido en Australia. Es realmente trágica la situación y hasta ahora, en los cerros, se siguen encontrando los cuerpos de personas afectadas, es muy lastimoso, totalmente trágico. El chileno está acostumbrado a estos golpes. Uno de ellos se dio en 2017, con el incendio de Valparaíso, cuando se quemaron 2.500 casas en los cerros, pero esto fue mucho peor, porque arrasó poblaciones completas.