Bienestar
Cómo manejar los conflictos familiares en las Fiestas: ¿noche de paz?
Las Fiestas son sinónimo de celebración y unión, pero muchas veces surgen diferencias y conflictos que afectan los vínculos familiares. Comunicación asertiva, amor, diálogo, respeto y límites son claves para evitar los malos momentos.
Por Isabel Fernández | LVSJ
“La mesa de Navidad o Año Nuevo ya está lista y todos comparten la comida con alegría. Pero durante la cena, la tía Juana comienza a hacer comentarios sarcásticos sobre las elecciones de vida de su sobrina Agustina, y la incomodidad empieza a apoderarse del ambiente. La sobrina, irritada, responde de manera defensiva, la atmósfera se calienta, las tensiones acumuladas salen a flote y aparecen viejos rencores.
Finalmente, la sobrina se levanta y abandona la mesa tras una discusión acalorada con su tía. Otros miembros de la familia intentan calmar la situación, pero el daño ya está hecho y la noche, que debería ser de paz, se convierte en un momento incómodo”.
Todos alguna vez vivimos esta experiencia durante las celebraciones de fin de año, situaciones que dejan un sabor amargo y provocan divisiones familiares.
¿Por qué surgen estos conflictos? ¿Cómo evitarlos y conectar plenamente con nuestra familia?. La licenciada en Psicología María Emilia Gobbo (MP-6876) recordó en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO que las Fiestas “son un gran momento para generar conexión con la familia elegida, fortalecer y reforzar vínculos. La unidad familiar puede lograrse con amor, diálogo, respeto y límites. Implica poder transitar las diferencias que se presentan entre los miembros con diálogo y respeto, es un trabajo de toda la vida y no solamente de la época de fiestas”.
Por qué aparecen las discusiones
Las discusiones y conflictos familiares en las fiestas pueden tener diversas causas. expectativas no cumplidas, problemas emocionales no resueltos, dinámicas familiares complejas y el estrés asociado con los preparativos festivos.
“La temporada de fiestas ocurre en la etapa final del año, donde el agotamiento, cansancio y el estrés acumulado después de las actividades del año están presentes. Además, se suman las presiones económicas que implican preparar la cena, comprar regalos y en algunos casos viajar en un contexto social y económico muy complejo”, afirmó la psicóloga.
Agregó que también “las reuniones pueden poner en evidencia conflictos familiares previos y diferencias de opiniones respecto a temas como religión, política, etc.”.
Comunicación asertiva
Para evitar estos conflictos y pasar las celebraciones en paz, la licenciada remarcó que es importante “preparar el encuentro con tiempo y no dejar todo para último momento, poder dividir responsabilidades entre la familia y que no recaiga todo en una sola persona”.
Resaltó además: “La comunicación asertiva y no violenta es clave para lograr un buen ambiente festivo y prevenir la agresividad. Comunicarse asertivamente implica saber escuchar sin interrumpir, hablar en primera persona (evitando juicios o acusaciones hacia otras personas), reconocer y describir los sentimientos propios y también reconocer las propias necesidades y pedir de manera clara lo que se necesita”.
Siete razones comunes de conflictos
1. Temas delicados: Las discusiones sobre política, religión o problemas familiares pasados pueden ser desencadenantes de conflictos. Es importante evitar estos temas para mantener un ambiente armonioso.
2. Expectativas no cumplidas: Las altas expectativas sobre cómo debería ser la celebración pueden llevar a decepciones. Si el ambiente no es el esperado, esto puede generar frustración y discusiones.
3. Problemas no resueltos: Los conflictos familiares que han estado latentes pueden resurgir en estas reuniones. La falta de comunicación y resolución de problemas previos puede intensificar las tensiones.
4. Consumo de alcohol: El alcohol puede desinhibir y llevar a comentarios o comportamientos inapropiados, lo que aumenta la probabilidad de conflictos. Moderar el consumo es clave para evitar tensiones.
5. Dinámicas familiares complejas: La presencia de miembros de la familia con los que hay rencillas o diferencias puede crear un ambiente tenso. La falta de acuerdo sobre cómo manejar estas relaciones puede resultar en peleas.
6. Estrés y agotamiento: Los preparativos para las festividades pueden ser estresantes, lo que puede hacer que las personas sean menos tolerantes y más propensas a discutir.
7. Diferencias generacionales: Las diferencias en valores y expectativas entre generaciones pueden causar malentendidos y conflictos, especialmente si hay desacuerdos sobre cómo se deben celebrar las fiestas.