Semana de la Lactancia
Cómo influyen las emociones en la lactancia materna
La experiencia de amamantar puede ser bastante complicada a nivel emocional o psicológico. Un parto traumático, estrés, ansiedad, miedos y hasta depresión influyen negativamente. Sin embargo, con la ayuda de profesionales y de toda la familia se puede lograr el éxito.
Por Isabel Fernández|LVSJ
Para la lactancia hay dos palabras clave: Paciencia y Perseverancia, dicen las obstétricas, profesionales que cumplen un rol fundamental en la salud de la embarazada y el bebé recién nacido. Toda mamá tiene el deseo de poder lograr una lactancia exitosa y muchas lo consiguen.
Sin embargo, el posparto tiene luces y sombras. En esta etapa la mamá, además de la felicidad de tener a su hijito en brazos, también puede tener emociones encontradas, ansiedad, estrés y en algunos casos sufrir depresión. ¿Qué pasa cuando ocurre esto? ¿Cómo ayudar a la mamá?.
En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia y del mes de agosto, elegido para para crear conciencia y estimular su práctica, LA VOZ DE SAN JUSTO dialogó con Natalia Cattani, una mamá sanfrancisqueña que contó su experiencia y con las obstétricas Beatriz Llabrés y Victoria Mansilla quienes explicaron qué hacer y cómo acompañar a la mujer en esos casos.
Natalia tiene dos hijos pequeños y contó su experiencia emocional durante la lactancia que, gracias a la ayuda de las obstétricas, la paciencia y la perseverancia, finalmente pudo llevar a cabo con éxito.
Como mensaje en el mes de la lactancia para otras mamás afirmó: “Si lo desean no dejen de creer en que van a poder. Hay que informarse lo más que se pueda. En mi caso, a raíz de una lactancia fallida comencé a informarme y esas herramientas me ayudaron para lograr cumplir mi deseo. Es muy importante también que el entorno ayude y colabore”.
Recordó que durante las dos veces que amamantó tuvo sentimientos encontrados. “Con mi primera hija pensaba que era algo fácil, que nacían y se prendían enseguida a la teta y no fue así. Tuve diabetes gestacional en el embarazo así que cuando apenas nació la prendieron enseguida a la teta, pero después le dieron una mamadera porque le daba mal el análisis de la glucosa. No fue fácil la prendida, renegué mucho con la prendida. Angustia, inseguridad, miedo de que no aumente de peso”.
Agregó que con su segundo hijo también comenzó difícil pero finalmente fue una buena experiencia. “Cuando nació tuve una complicación en el parto así que las primeras 24 horas estuvimos separados por lo cual recibió fórmula. Yo deseaba mucho poder darle la teta y sentí angustia. Afortunadamente no tuve depresión posparto, pero si angustia por no poder darle la teta de la manera que lo deseaba y renegar bastante con la prendida”.
“Con mi primera lactancia sentía un poco de frustración ya que no logre mi objetivo de poder lograrla de manera exclusiva. En la segunda, la experiencia fue hermosa, me siento muy satisfecha, logré darle teta de manera casi exclusiva hasta los 9 meses”, dijo.
Natalia destacó la ayuda que recibió de las obstétricas a la hora de la prendida de su segundo hijo y remarcó que también la ayudó el tener voluntad y muchas ganas. “Cuando ya la daba por perdida, logré que se prenda a la teta. Puse mucha voluntad y ganas de cumplir mi objetivo de lograr la lactancia de manera exclusiva”.
Información, contención y acompañamiento
Las obstétricas acompañan y asisten a la mujer durante su embarazo, parto y puerperio, abarcando, además de cuestiones técnicas, aspectos educativos, psicológicos y sociales de una etapa tan especial como es la maternidad. La “prendida a la teta” y el mantenimiento de la lactancia es uno de los caminos en que pueden educar y apoyar a las mamás.
Beatriz Llabrés y Victoria Mansilla afirmaron que después del parto es normal que las madres sientan cansancio, estrés y también se sientan exigidas y remarcaron que es fundamental que estén bien informadas antes de comenzar a amamantar. “Existen dos palabras para lactancia: Paciencia y Perseverancia. Es importante acompañar, sumar en positivo, preguntar a la mamá qué necesita, buscar asesoramiento profesional ya que opinólogos siempre hay bastantes”, afirmaron.
“Lo ideal es que la madre y el bebé que recién nace –agregaron- puedan vincularse, conocerse sin pre determinaciones, sin temores, con la alegría serena de animarse a vivir plenamente esa experiencia tan vital”.
En cuanto a las emociones que pueden influir en la lactancia como dificultades materiales o conflictos familiares, situaciones de falta de salud o ausencia de algún familiar cercano o un parto traumático, entre otras cosas, afirmaron que pueden “afectar en modo directo a la cantidad de leche que puede producir la mamá, aunque también la lactancia representa una experiencia emotiva muy consoladora para la madre, ayuda a mantener el buen ánimo y las energías que hacen falta, es decir se compensa”.
La licenciada Llabrés afirmó: “Como obstétricas trabajamos y nos esforzamos por informar de un modo simple, objetivo y con mirada práctica todos los temas que la mujer necesita fortalecer, tratar de desarmar temores y aclarar dudas, particularmente en el tema de lactancia y primeros días, que lo puedan vivir con plenitud sabiendo que la naturaleza acompaña y favorece ese proceso biológico”.
En tanto, Mansilla añadió que muchas veces “se tiene una expectativa sobredimensionada de los primeros días, y esa expectativa muy alta puede transformarse en auto exigencia y afectar a la mujer, pero lo ideal es vincularse con su bebé sin temores y predeterminaciones”.
“También es importante ponerse metas claras a la hora de darle prioridad a la lactancia materna, organizarse en casa, buscar y aceptar ayuda de la familia y amistades, tratar de descansar y sobre todo poder dormir más tiempo para favorecer el proceso biológico que tiene reglas muy simples”, aseguró Llabrés.
Comentó que en los primeros tres o cuatro días “suele suceder que la mujer mamá se sienta cansada, sin fuerzas y en ocasiones pareciera algo deprimida, esto es totalmente normal y no debe preocupar, ocurre en parte por la ansiedad y el estrés natural de los últimos días de embarazo, el gasto de energía durante el parto o pos cesárea y también influyen los cambios hormonales de esa etapa”.
“Luego en los días siguientes, puede ocurrir que la madre se sienta muy exigida -si tiene otros hijos pequeños- y en el caso de madres primerizas pueden afectar las dificultades naturales de los primeros tiempos de toda maternidad, como por ejemplo la información inadecuada o insuficiente de la mamá, la falta de descanso y especialmente el no llegar a vincularse tranquila y libremente sin prejuicios”, indicó.
El rol clave de la familia
El rol de la familia es importante en el sostenimiento de la lactancia y al respecto la licenciada Mansilla aseguró que tanto “si es el papá el que acompaña y comparte, como en el caso de estar sin pareja la mujer otros familiares son esenciales a la hora de apoyar y contener a la mamá en las dificultades de los primeros días, pero también en el sostén de la lactancia por las semanas y meses de allí en adelante”.
“Pueden colaborar con la organización de la casa, horarios, compras de alimentos, cuidado de los otros niños, ofrecer ayuda en la atención del bebé para que la madre pueda descansar una siesta, no dejarla sola si no está bien de ánimo”, aseguró.
Finalmente recordaron que en casos serios de depresión “es importante la consulta a un psicólogo a tiempo”.