30 de marzo, Día Mundial del Trastorno Bipolar
¿Cómo es la mente de un bipolar?
Viven una “montaña rusa” con los estados de ánimo, pero pueden llevar una vida normal si cumplen con el tratamiento para esta afección que es crónica.
El trastorno bipolar es una enfermedad mental con alta incidencia y una de las más estudiadas por los científicos en el mundo. Esta afección provoca en las personas cambios marcados o extremos en el estado de ánimo. Los períodos de sentirse triste y deprimido pueden alternar con períodos de excitación y actividad intensa o de sentirse malhumorado e irritable.
Pero quienes sufren este trastorno pueden llevar una vida normal si se cumple con el tratamiento indicado que generalmente consiste en terapia psicológica, psiquiátrica y medicación para estabilizar el estado de ánimo.
El Día Mundial del Trastorno Bipolar se conmemora con el objetivo de generar conciencia sobre este padecimiento y eliminar el estigma social. Esta fecha fue establecida cada 30 de marzo, debido a que este día se recuerda el nacimiento de Vincent Van Gogh, quien fue diagnosticado con esta enfermedad mental.
En la enfermedad bipolar hay más incidencia en mujeres que en hombres y generalmente los familiares de quienes la sufren se dan cuenta porque tienen comportamientos extraños. Comienza en las últimas etapas de la adolescencia o a principios de la adultez.
La médica psiquiatra María Nelly Naón (M.P 30099/5 – M.E 13087 ) explicó a LA VOZ DE SAN JUSTO que con el trastorno bipolar “se puede llevar una vida normal si no se abandona nunca el tratamiento prescripto. Por eso, los pacientes deben ir al psicólogo para que les brinde herramientas para entender que el tratamiento no tienen que abandonarlo nunca en la vida”.
La definió como una “enfermedad familiar porque es hereditaria y crónica, caracterizada por experimentar cambios de ánimo inusuales. Se transmite genéticamente, intervienen múltiples genes y otros factores biológicos no genéticos. Los factores de transmisión están en los cromosomas, hay una rara anormalidad en el cromosoma 18, aunque también intervienen otros”.
Tres fases
La psiquiatra afirmó que el trastorno bipolar tiene tres fases: manía, hipomanía y depresión. La doctora Naón Explicó que la manía “es una euforia con un ánimo anormal, elevado, expansivo. El paciente está muy irritable, tiene un exceso de energía, piensa que todo lo puede, tiene una autoestima exagerada, eso se llama grandiosidad”.
“También presenta otras cosas como la taquilalia y verborragia, esto es que habla sin parar y se van por las ramas en los temas y les cuesta mucho seguir el hilo de la conversación. También presentan taquipsiquia, que es el pensamiento acelerado, así como hablan mucho y rápido en este caso tienen muchos pensamientos que le vienen a la mente”, dijo.
Afirmó que además “presentan alteraciones del sueño, duermen tres o cuatro horas en todo el día. Tienen agitación psicomotriz, no se quedan quietos y se dispersan. Adoptan conductas riesgosas, a veces son promiscuos, no todos los son, hay ludopatía, gastos excesivos, tienen mucha pérdida laboral y en la familia porque la convivencia se dificulta”.
“No tienen conciencia de enfermedad y por eso se dice que la manía es una psicosis porque ellos se sienten bien y que pueden con todo”, dijo.
Por otro lado, Naón afirmó que la hipomanía es muy parecida a la manía pero no tan grave. “El paciente con hipomanía está feliz, siente que puede con todo y tiene sentimientos de grandiosidad, lo que pasa es que están muy irritables, no tienen tolerancia, tienen la autoestima muy elevado, hablan mucho más de lo habitual, duermen dos o tres horas en el día, tienen el pensamiento muy acelerado y están distraídos”.
“La hipomanía no provoca el deterioro que causa la manía, puede ser que no pierdan el trabajo o la familia y no es necesaria la internación”, indicó.
Muchos debutan con una depresión. En ese sentido la psiquiatra dijo que el depresivo bipolar “es muy diferente al depresivo unipolar. El bipolar pasa mucho tiempo en la cama, come se va a dormir, duerme pero no tienen un sueño reparador, siempre están cansados, aumentan de peso. El depresivo unipolar adelgaza y no come”.
“Los pacientes que están en la fase de depresión no manifiestan nada de placer o interés en ningún momento del día, ni por ninguna actividad. Tienen pérdida de energía, sentimientos de culpa, la muerte y los suicidios están presentes, la mente no tiene concentración”, amplió.
Aseguró que éstos tres episodios “son los que conforman el trastorno bipolar, aunque esto no significa que un paciente bipolar tenga que presentar los tres, a veces debuta con una manía, una depresión o a veces después de la depresión viene la manía o la hipomanía”.
Concluyó afirmando que todos esos síntomas “son detectados por los familiares que los conocen, se dan cuenta enseguida que cambiaron. Existen algunos test para el diagnóstico del trastorno bipolar, pero los síntomas son tan notorios que el diagnóstico llega enseguida. Es tan exagerado el comportamiento, es bizarro”.
Por qué es importante el tratamiento
¿Qué pasa con un paciente bipolar que no recibe tratamiento o lo abandonó?. Naón afirmó que las personas que no hacen correctamente el tratamiento “son inestables en todas los ámbitos como el trabajo por ejemplo, cambian todos los años de trabajo, no tienen relaciones interpersonales, pierden la familia, la pareja, son promiscuos. Gastan mucho dinero en juegos, n o se levantan de la cama, no se bañan. Estan desordenados ellos y su mente, pueden llegar al suicidio al abandono total”.
En cuanto al tratamiento, afirmó que se indica medicación para estabilizar el estado de ánimo. “El litio es el mejor estabilizador del estado de ánimo para la manía pura, pero en otros casos en que se mezcan los episodios, se indica un estabilizador del estado de ánimo, un antipsicótico atípico y un antidepresivo”.