Colón apuesta al termalismo para atraer turistas en la temporada baja
La ciudad entrerriana lanzó su temporada de termalismo, una invitación a disfrutar del rélax.
La ciudad entrerriana de Colón, donde el agua y el entorno natural se combinan para generar un microclima ideal para la relajación, lanzó su temporada de termalismo, una de las apuestas más fuertes de esa localidad entrerriana para atraer al turismo en los meses de temporada baja.
Las propuestas para disfrutar del rélax y las propiedades curativas de las aguas termales es muy variada en Entre Ríos, aunque Colón se caracteriza por tener la particularidad de contar con un paisaje y una tranquilidad que la transforman en el sitio ideal para que la práctica del termalismo sea completa y beneficiosa.
El parque termal colonense, cuyas aguas son reconocidas con la expresión "Naturalmente Distintas", está diseñado con hermosas vistas del río Uruguay y un marcado respeto por la naturaleza que rodea ese espacio, y además cuenta con actividades complementarias de ocio y recreación que lo convierten en una de las mejores opciones turísticas durante todo el año.
La directora de Turismo de Colón, María Rosa Sander, señaló en delcraciones a Télam que "en Argentina las opciones termales son muchas y variadas, pero son pocos los destinos como Colón, que son capaces de ofrecer una alternativa para que el termalismo sea una conjunción entre la salud física, corporal y mental".
Sander destacó que "las aguas del parque termal de Colón son muy especiales porque logran calmar afecciones reumáticas y respiratorias y mejoran la textura de la piel".
Las aguas termales de esta localidad, que fluyen de manera tibia y relajante en las 13 piscinas con las que cuenta el complejo, se caracterizan por su alto contenido de sodio, cloruro, potasio y fosfato, características que las convierten en mesotermales, bicarbonatadas y sódicas.
"Además, el complejo cuenta con tecnología de punta que permite adaptar la temperatura del agua de las nueve piletas cubiertas y las tres al aire libre para las diferentes estaciones del año, y un sector exclusivo de relax con ocho camas individuales de hidromasajes", afirmó la directora de Turismo de Colón.
El agua termal mineralizada y de gran calidad, que tiene propiedades curativas y de mejoramiento de la textura de la piel, brota desde lo más profundo del acuífero Guaraní, una de las más importantes reservas de agua del mundo.
La máxima referente turística de Colón manifestó que "en el parque, el río Uruguay con su movimiento invita a la relajación en un entorno singular de riquezas naturales donde el agua, la flora, la fauna y el paisaje se mezclan para formar un microclima especial que despierta en los visitantes una sensación de bienestar y relax".
El complejo termal también cuenta con un amplio parque y espacios verdes con árboles nativos que albergan numerosas especies de aves que conviven con los turistas adeptos al termalismo.
Las Termas de Colón son muy reconocidas por sus propiedades curativas y por estar enmarcadas no sólo por el paisaje del río Uruguay y la vegetación, sino también por el campo del Golf Club de la ciudad y por la Reserva natural Arroyo Artalaz.
Sander consideró que "a las hermosas vistas del parque termal se suma la tranquilidad de la ciudad y de sus habitantes" y dijo que esta combinación entre armonía ambiental y aire puro "permiten alcanzar excelentes resultados en materia de rélax y tratamientos curativos".
"Sólo hay que llegar y dejar que la naturaleza haga su trabajo para llegar a un estado de paz profunda", puntualizó la funcionaria entrerriana.
Los recorridos por zonas naturales cercanas a las márgenes del río Uruguay, las playas, la pesca deportiva y los paseos por edificios históricos de gran valor arquitectónico completan la oferta turística de Colón para los meses de temporada baja.
La localidad entrerriana, que tiene 2.600 plazas hoteleras y casi 17.000 sitios de alojamiento, entre bungalows, casas particulares y campings, ofrece además la posibilidad de disfrutar del Palacio San José, una mansión que fue la residencia de Justo José de Urquiza, de la exquisitez de la bodega de alta gama Vulliez Sermet, y de la exuberante naturaleza del Parque Nacional El Palmar. (Télam)