Ciclo de capacitaciones en San Isidro
La institución "Santa" comenzó a llevar adelante una serie de capacitaciones continuas para atender a las necesidades del club y afrontar nuevos desafíos.
Hace un tiempo, San Isidro lleva a cabo un ciclo de capacitaciones sustentados por una serie de objetivos. Primero fue Daniel Beltramo quién la comandó, luego siguió el árbitro Adrián Romero y la última, el miércoles pasado, fue encabezada por el preparador físico de la institución, Daniel Pérez.
Las capacitaciones, que se realizaron los días miércoles por la noche, versaron sobre diferentes temáticas acordes a los disertantes y tuvo como público principal a los profesores de las diferentes disciplinas del club. La idea de la entidad es continuar haciéndolas de manera periódica, e ir reforzando diferentes problemáticas.
Apostar al crecimiento
La capacitación se transforma en un modificador de la gestión de un club y por eso, se considera una pieza clave para su crecimiento. Invertir en capacitar al personal potenciará su desarrollo y facilitará el logro de los objetivos que tienen en San Isidro.
Si el grado de preparación de los entrenadores es alto, también lo será su productividad. La capacitación continua permite al personal del club planear, mejorar, y realizar de manera más eficiente sus tareas, además de articularse con el resto de las áreas que existen en San Isidro.
El objetivo de las capacitaciones, en primer lugar, es que exista una relación entre lo que se necesita y lo que se enseña. Es decir, que la capacitación debe responder a las necesidades que se tienen como club, dentro del área que sea. Los esfuerzos que la institución haga en el entrenamiento deben surgir a partir de los requerimientos concretos y específicos del personal.
Para ello, se hace uso de una herramienta fundamental que es la detección de necesidades y análisis, la cual permite identificar si una situación contiene o no un problema de capacitación.
Luego de las capacitaciones que se llevan adelante, otro objetivo se centra en que el aprendizaje se traslade a la tarea. El éxito de la capacitación depende del grado de compromiso de los profesores, son ellos los encargados de acompañar este cambio y crear el contexto adecuado para que los nuevos hábitos se instalen.