Chacarita sigue aferrado a la ilusión
Chacarita Juniors venció a Estudiantes de La Plata por 2 a 0 en la cancha de Quilmes, en el cierre de la 22da. fecha de la Superliga, y sigue aferrado a la ilusión de permanecer en primera división para la próxima temporada.
Los goles de Mauro Matos, de tiro penal en el primer tiempo, y Nahuel Menéndez en el segundo, no le permitieron empero a Chacarita salir del último lugar de la tabla de promedios, aunque a su favor cuenta con el hecho de no dividir con los otros equipos con los que pelea por no descender (Arsenal es el único que ya perdió la categoría).
Por su parte Estudiantes, con la derrota por dos tantos salió de la zona de clasificación a la Copa Sudamericana, en la que ocupaba el undécimo y último puesto, desplazado por Defensa y Justicia, que a igual diferencia de gol, tiene más cantidad de tantos a favor (32-30 contra 22-20).
El prematuro gol conseguido por Matos cuando todavía no se había jugado el cuarto de hora tuvo lugar tras un grosero error compartido entre los mundialistas Néstor Pitana y su árbitro asistente Hernán Maidana.
Eso fue lo único digno de destacar en el primer tiempo, cuando una pelota hacia atrás del arquero Daniel Sappa (reemplazó a Mariano Andújar porque el entrenador Lucas Bernardi había anunciado hace cuatro fechas atrás que quería observarlo en acción en este partido aparentemente accesible) la tomó, le pegó mal, recibió Juan Imbert, quien remató defectuosamente y Pitana vio mano penal de Leandro Desábato que Matos cambió por gol.
Error de Sappa, error de Maidana porque la pelota se fue del campo más se un metro en la acción previa, y error de Pitana al ver una mano penal que no pareció.
De todas formas Estudiantes no generó ni una situación de gol en todo ese primer período como para merecer algo mejor.
Y ese estado de Estudiantes, que ya venía golpeado por la derrota en este mismo estadio Centenario quilmeño frente a Santos, de Brasil, por Copa Libertadores, cuando cayó injustamente por 1 a 0 con un gol en posición adelantada de los paulistas, se agudizó cuando a apenas cinco minutos de comenzada la etapa final llegó la segunda conquista chacaritense.
Un contraataque con forcejeos en el medio que derivó en una habilitación precisa para Nahuel Menéndez, derivó en una lucida acción de éste para eliminar con gambeta larga hacia la derecha a Sappa y definir, tomándose aparentemente más tiempo de lo aconsejable, con el arco vacío.
A partir de allí Estudiantes se debatió entre los nervios (cuando se fue a vestuarios en el entretiempo el zaguero Jonathan Schunke le dio un puñetazo a una puerta y se cortó la mano derecha con un vidrio) y la impotencia, mientras que Chacarita se afirmó defensivamente, trató de defenderse con la pelota cuando pudo, y se aferró con uñas y dientes a tres puntos que a esta altura del certamen valen platino más que oro.
Por su parte Estudiantes, con la derrota por dos tantos salió de la zona de clasificación a la Copa Sudamericana, en la que ocupaba el undécimo y último puesto, desplazado por Defensa y Justicia, que a igual diferencia de gol, tiene más cantidad de tantos a favor (32-30 contra 22-20).
El prematuro gol conseguido por Matos cuando todavía no se había jugado el cuarto de hora tuvo lugar tras un grosero error compartido entre los mundialistas Néstor Pitana y su árbitro asistente Hernán Maidana.
Eso fue lo único digno de destacar en el primer tiempo, cuando una pelota hacia atrás del arquero Daniel Sappa (reemplazó a Mariano Andújar porque el entrenador Lucas Bernardi había anunciado hace cuatro fechas atrás que quería observarlo en acción en este partido aparentemente accesible) la tomó, le pegó mal, recibió Juan Imbert, quien remató defectuosamente y Pitana vio mano penal de Leandro Desábato que Matos cambió por gol.
Error de Sappa, error de Maidana porque la pelota se fue del campo más se un metro en la acción previa, y error de Pitana al ver una mano penal que no pareció.
De todas formas Estudiantes no generó ni una situación de gol en todo ese primer período como para merecer algo mejor.
Y ese estado de Estudiantes, que ya venía golpeado por la derrota en este mismo estadio Centenario quilmeño frente a Santos, de Brasil, por Copa Libertadores, cuando cayó injustamente por 1 a 0 con un gol en posición adelantada de los paulistas, se agudizó cuando a apenas cinco minutos de comenzada la etapa final llegó la segunda conquista chacaritense.
Un contraataque con forcejeos en el medio que derivó en una habilitación precisa para Nahuel Menéndez, derivó en una lucida acción de éste para eliminar con gambeta larga hacia la derecha a Sappa y definir, tomándose aparentemente más tiempo de lo aconsejable, con el arco vacío.
A partir de allí Estudiantes se debatió entre los nervios (cuando se fue a vestuarios en el entretiempo el zaguero Jonathan Schunke le dio un puñetazo a una puerta y se cortó la mano derecha con un vidrio) y la impotencia, mientras que Chacarita se afirmó defensivamente, trató de defenderse con la pelota cuando pudo, y se aferró con uñas y dientes a tres puntos que a esta altura del certamen valen platino más que oro.