Cada vez es más frecuente encontrar animales silvestres en las plazas de la ciudad

Por Isabel Fernández|LVSJ

Elegante y bien erguido, pasa el día posado en el tronco de un árbol, con el cual se mimetiza como si fuera parte de él. Un búho del monte apareció en una plaza de la ciudad y es uno de los tantos animales silvestres de distintas especies que deben adaptarse al ambiente urbano debido al desmonte en la zona rural.

Búhos, zorros, cardenales, carpinteros blancos, cocholotes, chincheros chicos, entre otros, llegan cada vez más a la ciudad en busca de alimento que ya no tienen más en su hábitat desaparecido por el avance de los cultivos. Por eso es fundamental tomar conciencia y cuidar estas especies, evitando entramparlos o herirlos con gomeras.

Lejos de tenerles miedo -ya que muchas veces se asocian con brujas y malas vibras- los búhos son aves que ayudan a controlar plagas. LA VOZ DE SAN JUSTO dialogó con Ernestina Saravia, presidenta de la Asociación para el Medio Ambiente y su Dinámica (Amad) quien explicó que se trata de un búho grande de pastizales y del monte, su nombre científico es Alilicucu Grande.

"Estos búhos se mimetizan con los árboles, tienen como dos orejas en la cabeza, su plumaje es de color gris mezclado con otros colores y cuando están en el árbol no se pueden distinguir porque se confunde con el color de las ramas, parece pertenecer a cualquier parte del árbol. En la ciudad tiene alimento, ya que son cazadores y comen ratas, serpientes", afirmó.

Instó a la comunidad a tomar conciencia y cuidar estas especies. "Debemos respetar el derecho de vida que tienen, porque eso es proteger lo que nos queda y evitar que se siga destruyendo el ecosistema".

Se vuelven urbanos por el desmonte

La presidenta de Amad, advirtió que la deforestación que sigue realizando el hombre, incendios y fumigaciones, hicieron que los animales silvestres que quedan busquen donde volver a habitar y es por eso que se ven más en las ciudades.

Las aves o animales del monte que llegan a la ciudad "se adaptan al bullicio de la gente, eso es importante y además tienen cómo alimentarse porque en la ciudad hay basura. Los búhos diurnos -cómo el que se avistó en una plaza de la ciudad- cumplen la función de control durante el día y se alimentan por ejemplo de serpientes", dijo.

En el caso del búho nocturno, "es un ave cazadora que se alimenta de ratas, murciélagos, de especies que serían una plaga. Diurnos o nocturnos, son aves que controlan las plagas y son necesarios", destacó.

El peligro de las gomeras y rifles

Saravia aseguró que estos animales, aunque se adaptan a la vida urbana donde consiguen alimento, enfrentan el peligro de las gomeras y los rifles, costumbres aún muy arraigadas que son dañinas para el medio ambiente.

"Todavía está el problema de las gomeras y los rifles. Ven aves nuevas y se las ataca con las gomeras, o se busca entramparlas, quedan heridas o enjauladas y no pueden vivir su vida silvestre. Se debe tomar conciencia que la gomera es un arma, igual que el rifle y que así se mata a las especies de nuestra fauna", se lamentó.

Por otro lado agregó que los pocos animales silvestres que quedan en las áreas lejanas, "cuando llegan los cazadores que van a atrapar zarigüeyas, pumas o a entrampar aves, son traídos a la ciudad pero después no saben cómo alimentarlos. Algunos llegan solos y otros los trae el humano, muchos los entrampan para después venderlos. Trabajamos en forma conjunta con la Patrulla Rural de la policía y se realizan operativos para evitar el daño y la tenencia de animales silvestres".

"Si no cuidamos a estos animales silvestres llegaremos a un momento en el que pueden extinguirse como fue con el caso de las iguanas coloradas, vizcachas, liebres maras, sapos y ranas, una serie de especies importantísimas fueron desapareciendo por falta de un hábitat", finalizó.