Violencia de género
“Cada nuevo caso de femicidio es como un hacha que me parte el corazón”
Con nuestra sociedad nuevamente conmovida por un caso de femicidio, Hugo Capacio, quien fuera vecino de nuestra ciudad y vivió en carne propia ese flaeglo, relató la sensación que le producen estas noticias.
Hugo Capacio, padre de Dayana, convirtió su dolor en una lucha incansable contra la violencia de género. Tras el brutal asesinato de su hija en 2012, Hugo se ha dedicado a concientizar y luchar por la implementación de políticas que protejan a las mujeres. Recuerda que cada vez que lee una noticia sobre violencia de género, como el reciente femicidio de Catalina en Córdoba, siente un dolor profundo y renovado. "Es un hacha que te parte en 42 porque no solo volvés a revivir el dolor de tu propia víctima, sino que revivís el dolor de muchas de las víctimas. Porque Day no fue ni la primera, ni la última, y creo que lo importante es pensar en todas."
Hugo destaca la necesidad de mitigar los índices de violencia, empezando por la violencia urbana que enfrentamos a diario. "Uno no está preparado culturalmente ni estructuralmente para perder a una hija, menos en manos de la violencia machista. Y cuando te sorprenden con una noticia de esta, reitero, es un hacha que te parte el corazón", dijo Capacio a LA VOZ DE SAN JUSTO.
Desde el femicidio de su hija en 2012, Hugo destaca algunos avances en la concientización y las políticas de prevención de la violencia de género, aunque reconoce que la lucha es constante y los desafíos son muchos. "Desde Day hasta ahora hay cosas que han cambiado con respecto a la concientización, al estudio de lo que es la violencia de género, al estudio de lo que es el feminicidio, políticas de prevención, pero lamentablemente la violencia y el feminicidio nos van ganando. No lo podemos parar por el momento”.
Preguntado sobre los cambios positivos, Hugo menciona: "Desde que se hizo la primera Ni Una Menos, que fue sin bandera política ni religiosa hasta el momento, los índices fueron avanzando, no fueron mitigando, no fueron aflojando. Pero creo que lo que han cambiado son muchos tipos de políticas de prevención donde en su momento, por ejemplo cuando fue lo de mi hija, el 8 de mayo de 2012, no se hablaba de la violencia de género, no se hablaba del feminicidio, no se hablaban de muchos temas que hoy en día están al alcance de la mano de cualquiera."
Capacio también destaca la importancia de la legislación que ha surgido desde entonces. "No teníamos la ley 26.485, que era la ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia. No teníamos la Ley Micaela. Inclusive no teníamos ni siquiera la ley de identidad de género. Vinieron después a aportar para que el ciudadano común, la persona de a pie, pueda tomar conocimiento de lo que es realmente la violencia, lo que es el feminicidio, lo que es el dolor de una pérdida irracional en manos de la muerte machista”.
Tiempos de retrocesos
Sin embargo, Hugo expresa preocupación por los recientes retrocesos en políticas y derechos. "Últimamente me siento muy consternado y preocupado con las nuevas políticas. Yo no tengo colores políticos, aclaro, yo lo que tengo son motivos. Y el motivo mío es la memoria de mi hija y tratar de ayudar a quien pueda en el camino. La pérdida de algunos derechos que estamos viviendo, por ejemplo, ya no se habla más de la Ley Micaela, ya no se habla más de género, no se habla más de identidades de género”.
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Sobre la Justicia y el sistema penitenciario, Hugo tiene opiniones contundentes. "La justicia viene aggiornándose un poco. En su momento eran crímenes pasionales, hoy para la justicia aplica, no la palabra femicidio, porque en realidad el femicidio es una figura autónoma que se acopla al código penal, que está dentro de la ley 26485, pero sí la justicia, por lo menos hoy tiene otros parámetros. Hoy tenemos un protocolo de investigación que dice que toda muerte violenta de mujer debe ser investigada por feminicidio por lo menos en su primera etapa, que antes no lo teníamos. Bueno, yo creo que esos fueron puntos de progreso”.
También menciona la estructura molecular de la violencia y la importancia de entenderla para prevenirla. "Nadie mata porque sí. Los homicidas, considerados psicópatas o sociópatas, en líneas generales no matan porque sí. Ellos eligen a la víctima, la seleccionan, saben cuándo y cómo. Estas personas no son locos, no son asesinos porque sí. Estas personas son personas violentas y nadie nace violento, sino que se hace violento”.
Hugo continúa su análisis hablando sobre el sistema penitenciario y la falta de rehabilitación para los femicidas. "Ni siquiera la misma cárcel puede lograr la resocialización de un femicida. El asesino de Dayana, mató a mi hija, después me llamó desde la cárcel para contarme cómo la mató lo que me provocó un infarto. Después estuvo desde la cárcel molestando a otras chicas que vinieron a mi casa a pedirme ayuda. Pero sin embargo, para el sistema ellos tienen conducta excelente, entonces tenemos un sistema de reinserción penitenciario que ni siquiera sirve para que estos femicidas puedan cambiar y ser personas de bien”.
“Ustedes en San Francisco, ciudad que amo, también tienen a uno en la cárcel que sigue molestando a la familia. Uno piensa que tendría que estar tratando de reinsertarse, pero no. Está preso y tiene más beneficios que si estuviera en la calle”, agregó.
Este rosarino que vivió en San Francisco, donde prestó servicio como bombero voluntario, cuenta su preocupación porque el femicida de su hija pidió salir de la cárcel por motivos familiares: “Tiempo atrás pidió poder salir porque decía que la madre tenía insuficiencia cardíaca. Entonces tuvimos una audiencia, escuché la palabra de la jueza, escuché la palabra del director de servicios penitenciarios, escuché la palabra del cardiólogo, escuché la palabra de la psicóloga. Y ahí es donde yo me amparo en la ley de víctimas, donde a mí me da el, vamos a llamar, falso privilegio de poder hablar”.
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“Empecé por el director del servicio penitenciario, quien firmó el protocolo de seguridad para que este muchacho pudiera salir de la cárcel pero ni siquiera lo escribió y ni siquiera lo leyó. Algo horroroso ¿Cómo vas a sacar de la cárcel a un femicida que se ha demostrado que siguió hostigando y molestando a chicas desde la cárcel hasta la actualidad? Y ni siquiera tener un protocolo acorde a las medidas”, detalló.
Y agrega: “Después, lo insuficiencia cardíaca a la madre. Cuando vos tenés una insuficiencia cardíaca, no vas a ir a bailar porque si caminas 50 metros te quedas sin aire. No hay que ser muy experto en la materia, ni tener un expertise bárbaro para saber que acá hay una bruta mentira de la que este femicida se estaba agarrando, utilizando a la madre para poder ganar la calle. Y que la madre, en su condición de madre, estaba avalando esta situación avaló la mentira”.
La posibilidad de la salida del femicida por ahora quedó en la nada: “Eso no quita que a mi espalda un día de estos lo liberen. Porque lamentablemente la justicia que debería ser justa y reparadora muchas veces es la justicia que te va a castigar en vez de ayudar”.
Hugo también reflexiona sobre el posible encuentro con el asesino de su hija. "Sé que tarde o temprano la persona esta va a salir. Vivimos cerca y eso significa que de una forma u otra hoy o mañana o pasado él va a salir y yo me lo voy a cruzar. Lo que no quiero es convertirme en lo que él fue. No quiero que mis hijos me recuerden como un padre asesino porque yo me preparé mucho tiempo en mi vida como bombero para salvar vidas, no para quitarle la vida a nadie. No sé si lo pagaré con la salud pero no me voy a convertir en un asesino bajo ningún punto de vista”.
Un mensaje para los jóvenes
Finalmente, Hugo compartió su mensaje para los jóvenes sobre el respeto y la educación en valores. "Yo a un hijo, a un sobrino, a un vecino, a un amigo, lo primero que le diría es que no te olvides que naciste de una madre, que tenés hermanas, que tenés sobrinas, que son mujeres. Y si te tocan una de las mujeres de tu círculo íntimo, vos vas a reaccionar. Entonces, ¿qué derecho te da la vida para que vos te puedas burlar o puedas hostigar a otra mujer? Yo creo que la base de todo es el respeto. Si enseñamos valores desde chicos y evitamos la violencia en nuestro entorno, podemos prevenir que se conviertan en violentos. Pero todo se enseña desde chico."