Fútbol
Bruno Martelotto, un DT de Primera
El técnico sanfrancisqueño asumió el mando de Instituto junto a Daniel “Miliki” Jiménez, tras la salida de Diego Dabove, logrando resultados positivos y un cambio de imagen en sus dirigidos. Martelotto destacó el trabajo integral del club y la apuesta por los juveniles de cara a los desafíos que le restan a la “Gloria”.
El técnico sanfrancisqueño Bruno Martelotto, acompañado por Daniel “Miliki” Jiménez, tomó las riendas del equipo de Primera División de Instituto de Córdoba en un contexto complejo, logrando resultados positivos en sus primeros tres partidos (Argentinos Juniors, Tigre y Riesta): dos victorias y un empate. Con esta experiencia, Martelotto compartió con LA VOZ DE SAN JUSTO sus sensaciones y su visión sobre el proyecto integral del club. Además, aludió a las dos finales que tiene por delante: Lanús y Godoy Cruz.
Martelotto explicó sobre el contexto en el que asumió. “Fue todo de golpe, como suele suceder en estas cuestiones. Primero fue un dolor grande la salida de Diego Dabove. Él y su cuerpo técnico estaban trabajando de manera conjunta con nosotros, y yo estaba en la Reserva. Su partida fue triste, pero rápidamente tuvimos que hacernos cargo junto con Miliki. Solo teníamos tres días para preparar un partido muy importante contra Argentinos Juniors”
A pesar del poco tiempo de preparación, la “Gloria” logró dos victorias y un empate en sus últimos encuentros. “Fue un paso importante dirigir un equipo de Primera División. Uno lo disfruta, pero también es una gran responsabilidad. Ya llevamos tres partidos y, con el correr de los días, uno se va soltando más, va agarrando confianza y se ilusiona con lo que puede venir”.
Martelotto destacó la fortaleza institucional de Instituto: “Es un proyecto muy sólido, encabezado por Juan Cavagliatto como presidente, Federico Bessone como mánager, Daniel Primo en la coordinación y Daniel Jiménez en la estructura de inferiores. El club viene creciendo de manera rápida, pero firme. Desde que llegué, siempre trabajamos de manera conjunta entre Primera y Reserva, lo que facilita mucho la transición de los juveniles al plantel superior”.
La base de ese crecimiento está en los juveniles. “Cuando llegué, me encontré con un club que tiene muy buenos futbolistas. Después del ascenso, hubo una reestructuración importante en las divisiones inferiores. Este año, en Reserva, decidimos bajar considerablemente la edad promedio del plantel, apostando por chicos más jóvenes. Al principio fue duro, porque muchos debutaban, pero terminamos el torneo con un equipo consolidado. Esto permitió que jugadores como Dubersaski, Puebla, Lázaro, Requena y Carrera ya estén jugando en Primera”, detalló.
Uno de los destacados es Gonzalo Requena, quien, según Martelotto, “está mostrando una madurez notable. No es fácil mantener un rendimiento constante en el fútbol argentino, pero él lo está logrando con creces. Su crecimiento es evidente y eso habla muy bien del trabajo que venimos haciendo en el club”.
Por último, resaltó la importancia del contexto del fútbol local: “El fútbol argentino es muy difícil, tanto por su intensidad como por su exigencia. En este contexto, lo que ha logrado Instituto es admirable, tanto en Primera como en el trabajo en inferiores. Este club tiene una gran historia y filosofía, y nuestro objetivo es seguir fortaleciendo esa identidad”.
Martelotto cerró con un mensaje personal: “Quiero agradecer a mi familia, que es mi sostén en esta profesión tan dura. Sin ellos, sería muy difícil enfrentar los desafíos que implica dirigir. También aprovecho para saludar a toda la gente de San Francisco, que siempre me apoya”.