Blengini, dolido pero satisfecho
El entrenador de Asociación El Ceibo, Eduardo Blengini, con evidente desilusión habló de la eliminación de su equipo pero calificó como positiva la campaña en la temporada de la Liga Federal.
Todavía está fresco el recuerdo de la eliminación de Asociación El Ceibo en la Liga Federal de básquet, por eso la herida tardará en suturar mientras el dolor perdura. Así lo vive y sufre el entrenador Eduardo Blengini, quien después de una semana sigue sin poder digerir aquella derrota ante Presidente Derqui de Pilar en la serie interconferencias que sacó a sus dirigidos de la temporada.
El "coach" autocrítico y visceral, en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO, reflejó su decepción por la forma en que el equipo se despidió de la competencia, aunque se mostró satisfecho con la campaña realizada en la que agradeció el acompañamiento recibido.
-¿Todavía te duele la eliminación?
-Estas son derrotas que cuestan digerir, lo hablé con los chicos y fue la primera vez que nos tocó perder de esa manera porque no terminamos siendo nosotros, no dejamos esa imagen que mostramos durante la temporada, así que dolió y mucho, esto solo lo curará el tiempo.
No hay peor partido que el uno quiere volver a jugar, y ese fue de esos que quisiéramos volver a jugar pero no se puede.
Teníamos muchas esperanzas por eso en la forma que quedamos eliminados nos dolió muchísimo.
-¿El equipo podría haber dado un paso más en el certamen?
-Estábamos para poder seguir, teníamos buenas expectativas porque el equipo venía jugando en un muy buen nivel y nos tocó tener un mal partido, una noche mala en lo colectivo, no nos salió nada y ellos hicieron un buen juego, quizás hayan tenido mérito en hacer que jugáramos de esa manera. Bueno, de esto algo tenemos que aprender.
-El Ceibo demostró que la Liga Federal no le pesó...
-En los dos últimos provinciales salimos campeones y en los federales hemos quedado segundos en nuestra conferencia. Esto quiere decir que El Ceibo está bien posicionado a nivel provincial y nacional.
Pero como está dada la competencia, en esto hay que barajar de nuevo y dar otra vez, tenemos que volver a jugar un Prefederal, empezar todo de nuevo, es todo muy rápido, no hay tiempo para hacer el duelo que ya hay que estar pensando en lo que viene, pero sin dudas hubo un gran crecimiento basquetbolístico.
-¿En ese sentido que colocas en el casillero del haber y qué en el debe?
-Creo que todo pasa al casillero del haber, me gustó como jugó el equipo, la entrega que mostraron los chicos en cada entrenamiento y partido. Quedé conforme aunque es difícil decirlo después de haber quedado eliminado en la manera que lo hicimos.
Fue la primera vez que nos tocó perder de esta forma, en los años que estoy en el club fueron pocos los partidos de este tipo pero siempre los supimos revertir. Por eso es difícil decir que el balance es positivo, aunque lo es. Fue el peor partido que tuve en El Ceibo y costó una eliminación, entonces en lo personal me cuesta muchísimo, el partido todavía me da vuelta en la cabeza.
-¿Precisamente en lo personal cuál es la autocrítica?
-Tengo una manera de ser que no sé si es para enorgullecerse, pero reconozco que es una falencia la cantidad de faltas técnicas que me cobraron. Al básquet lo vivo así, nunca falto el respeto pero sí me excedo un poco en los reclamos.
Es mi manera de ser, lo veo difícil de poder cambiar, aunque no me gusta por no poderme controlar, y sería mi materia pendiente.
En cuanto a lo táctico y estratégico voy creciendo, trabajo junto a Lautaro Oitana, me gusta analizar el rival y poder llevarlo al juego que nos conviene, me gusta aprender.
-¿Vas a seguir en El Ceibo?
-La verdad que estoy muy cómodo en el club, me siento bien, pero tengo que hablar con los dirigentes, lo vamos a hacer en estos días, aunque me manifestaron que les gustaría que continúe. Hay intenciones de las dos partes de seguir, así que estimo no habrá problemas para poder renovar.
-¿Te sentiste acompañado, el esfuerzo ha sido de todos?
-Los dirigentes nunca nos hicieron faltar nada, los jugadores se comprometieron de una manera brillante y ojo que no es una frase hecha, hay un gran sentido de pertenencia, los hinchas llenaron la cancha todos los partidos, hubo un crecimiento muy grande en el club por eso el dolor es muy grande cuando no se logra un objetivo. No tenemos nada para reclamar, al contrario, todo para agradecer.