Altruismo
Axel celebra la donación de sangre: “Me salvaron la vida”
Axel Pegini tiene 17 años y una infección bacteriana puso en peligro su vida. En el Hospital Iturraspe los médicos lo operaron varias veces y necesitó varias transfusiones que pudo hacer gracias a quienes donan su sangre. Hoy está bien, hace vida normal y está agradecido con todos.
Por Isabel Fernández | LVSJ
Con 17 años Axel Pegini atravesó una situación límite en su salud y logró salvar su vida gracias a la donación de sangre. Después de sufrir dengue, una infección bacteriana atacó su cuerpo y estaba destruyendo el tejido muscular de una de sus piernas poniendo en serio riesgo su vida.
Llegó desde Brinkmann junto a su mamá Natalia al Hospital “J. B. Iturraspe” donde pasó por cinco cirugías en las que sacaron el tejido muerto y necesitó 18 transfusiones de sangre, además de 4 de plaquetas. Gracias a los donantes que aportaron la sangre necesaria para sus operaciones, pudo salir adelante y hoy, después de tres meses de internación, ya volvió a su hogar donde hace vida normal, aunque todavía con algunos controles.
El caso de Axel pone en relieve la importancia de la donación de sangre, en la urgencia ya sea por una infección, una enfermedad o un trauma debido a un accidente. El pasado 14 de junio se celebró el Día Mundial del Donante Voluntario de Sangre, el que está cuando otro lo necesita, que da sin esperar nada a cambio con la gratificante sensación de ayudar a vivir.
Este año el lema fue “20 años celebrando la generosidad: ¡Muchas gracias, donantes de sangre!”. Aunque hay muchos donantes voluntarios que siguen acercándose a dar su sangre, un fluido vital del cuerpo que no se puede reemplazar, todavía son pocos, se necesitan más. Por eso es importante visibilizar esta temática para que más personas se sumen a la donación altruista.
“Siempre alguien necesita”
“Gracias a la sangre que donaron me salvaron la vida. Es importante la donación porque puede ayudar a otras personas a seguir con su vida ante una enfermedad o un accidente, siempre alguien necesita”, dijo emocionado Axel a LA VOZ DE SAN JUSTO.
Recordó que lo que pasó “fue complicado, pero ahora ya estoy bien, haciendo vida normal y voy a la escuela, estoy cursando quinto año, también soy barbero así que hago cortes de pelos y disfruto mucho juntarme con mis amigos”.
Agradecimiento infinito
Su mamá Natalia Thomas agradece poder tener bien a su hijo y contó cómo fueron esos días de mucho miedo e incertidumbre debido a la fascitis necrotizante que lo afectó, una infección bacteriana grave que destruye el tejido debajo de la piel.
Ocurre cuando una bacteria ingresa al cuerpo mediante una lesión en la piel. Las personas con un sistema inmunológico débil tienen más riesgo de desarrollarla. La afección se propaga rápidamente. Los síntomas incluyen la aparición de ampollas, fiebre, fatiga y dolor más intenso de lo que podría esperarse en función del aspecto de la herida.
En este caso, las operaciones fueron claves para sacar el tejido afectado y poder salvar la pierna de Axel y en esas intervenciones, la sangre fue necesaria para reponer la que perdió. “Salvó su vida gracias a la sangre que le transfundieron en las operaciones, porque si no estaba, hubiera sido más difícil todo. Agradezco a todos los que donaron y también invito a los que quieran que se acerquen a donar voluntariamente”, dijo Natalia.
“Nunca nos imaginamos que podíamos pasar por esto en la vida –afirmó-. Axel, como yo, tiene sangre factor Rh (-) y aunque soy donante de sangre nunca me asocié al círculo, pasamos por una situación límite y tampoco nos dejaron solos porque la sangre llegó gracias a los donantes que siempre están”.
Remarcó que en el Hospital “se le dio la sangre que necesitaba y después se devolvió gracias a la solidaridad de la gente. Todo ocurrió en plena epidemia de dengue, en marzo pasado y quienes donaban no podían tener dengue así que fue más complicado”.
Más educación y menos mitos
En cuanto a la donación de sangre, Natalia aseguró que hace falta más educación. “Todavía hay gente que tiene muchos mitos y creencias que no son así. Hay chicos que piensan por ejemplo que donar sangre engorda, esto es falso y por eso creo que se tiene que trabajar más y educar para que la gente sea consciente de que va a salvar una vida. Esa sangre le puede servir a un bebé, un adulto o un adolescente como mi hijo”.
Ambos agradecieron “a los donantes, a todos los médicos y enfermeras del Hospital que atendieron a Axel, a los profesionales de Hemoterapia y a la directora Verónica Pepino que nos hizo sentir al Hospital como nuestra casa”.
“Fue muy difícil, los médicos me decían la verdad, que Axel estaba mal y que podía ser necesaria la amputación, como mamá una no quiere escuchar eso, pero ahí estaban todos los profesionales para apoyarme y también para apoyar a mi hijo antes de las operaciones, cuando estuvo solo en la terapia, en todo momento, tuvo mucha contención y en todo el tiempo que estuvimos pasaron a ser como de la familia”, dijo Natalia.
La posibilidad de salvar hasta tres vidas
Una cirugía ante un accidente, un parto, un trasplante, el tratamiento de un paciente oncológico o la atención de un bebé prematuro, son situaciones que pueden demandar una transfusión de sangre.
Mario Cervellini médico especialista en Medicina Transfusional (MP-24201; ME-18124), del servicio de Medicina Transfusional del Hospital “J. B. Iturraspe” remarcó que donar sangre “no es solo un acto simple sino que el que la da, debe saber que con esos 400 cc3 que se sacan de su cuerpo habrá posiblemente tres personas que salven su vida porque la sangre se divide en componentes, los glóbulos rojos sedimentados, plasma y plaquetas”.
“El donante de sangre está dando una parte muy importante de su organismo que es la sangre a la que nada la puede suplantar. No existe nada creado artificialmente para reemplazarla, entonces lo que da es vida. Es un hecho de altruismo, de generosidad hacia otra persona”, afirmó.
Aseguró que actualmente “son muy pocos los donantes voluntarios que acuden. La mayor cantidad es de donantes de reposición, o sea el que se acerca a reponer sangre para una persona que la ha requerido”.
Invitó a todos a convertirse en donantes voluntarios ya que en el nosocomio sigue habiendo “una alta demanda de sangre por trauma debido a accidentes en la vía pública, choques de vehículos, motocicletas, caídas, también heridas de arma de fuego o de armas blancas en hechos de violencia. Son lesiones que requieren cirugías en las que se necesitan diferentes tipos de componentes sanguíneos. El Hospital es regional por lo que los pacientes llegan no solo de San Francisco sino de todo el departamento San Justo y Santa Fe”.
“El donante voluntario expresa que lo hace con conciencia y lo considera un hecho muy importante porque va a ayudar a alguien. En el caso del donante que viene por reposición lo hace un poco en forma automática a tener que dar porque le pasó algo a un familiar o un amigo. En tanto, el que recibe la sangre es muy consciente que a través de la donación que recibió, pudo mejorar, salvar su vida”, finalizó.