Arturo Bienedell: el cuidador de nuestra herencia
Arturo Bienedell es el dueño indiscutible de la historia de San Francisco. Este periodista de LA VOZ DE SAN JUSTO, historiador y ciudadano ilustre comenzó en el año 1995 a recopilar documentos, revistas y diarios, algo de libros, fotos, que luego terminó en la creación del Archivo Gráfico de San Francisco. En ese momento, la gente también empezó a donar cosas que finalizaron en el armando el museo, hoy dos proyectos pilares de la cultura de la ciudad.
Por Manuel Montali | LVSJ
La Fundación Archivo Gráfico y Museo Histórico de San Francisco y la Región (AGMH) celebró el pasado 1 de marzo su 27º aniversario. Pero, la cifra es engañosa, porque sus instalaciones son un viaje a un pasado mucho, mucho más remoto.
Toda esta obra inconmensurable tiene un principal responsable, el periodista, historiador y ciudadano ilustre Arturo Bienedell, quien desde la misma redacción de LA VOZ DE SAN JUSTO empezó a mediados de los '90 a pensar en algún tipo de registro de historias, voces y personajes de San Francisco, anhelo que con los años le quedó chico. Entrevistado por POSTA, repasó los orígenes, principales logros y objetivos a futuro de esta institución.
-¿Cuándo surgió la idea de crear el Archivo?
En 1995, por agosto o septiembre, viendo algunos cambios que había en la ciudad, me preocupaba que no quedaran registrados. Casi como una cuestión de patrimonio urbano, se me ocurrió que podía haber un pequeño registro de fotos de la ciudad. Veía que a veces hacían falta datos, referencias de la ciudad o personas, y el único recurso que había era preguntarle a los que eran mayores que nosotros, o algún otro libro de historia de San Francisco que se había publicado desde el año '86. Pero no había una forma de canalizar para mucha gente esa información. Entonces armé mejor la idea de hacer un archivo de documentos, revistas y diarios, algo de libros, fotos, y lo comenté con la gente de la redacción del diario, y aceptaron ser parte. Toda la primera comisión era prácticamente gente del diario. Empezamos como organización sin fines de lucro y que se llamaba Archivo Gráfico de San Francisco. Se hicieron campañas y la gente empezó a donar cosas.
-¿Cómo se dio el salto al Museo?
Nuestra primera sede era un local alquilado, de unos 80 metros cuadrados. Un día llegó una mujer para ofrecer un sillón de Viena. Le explicamos que no se podía porque éramos un archivo, no un museo. Insistió hasta que aceptamos. Luego vinieron otros elementos que fueron donando vecinos. Sobre fin del '96 ya decidimos hacer también un museo, algo que se convino con las autoridades de aquél momento. Así llegamos a los noventa. Comenzamos a trabajar como Archivo Gráfico y Museo Histórico y luego ya se deja de ser asociación civil y pasa a ser Fundación.
-¿Cuándo surgió el proyecto del local propio?
Pasamos por distintas sedes, como el chalet La Campana, en la esquina de Garibaldi e Iturraspe, hasta el año 2001, y a comienzos de 2002 nos fuimos a calle Santiago del Estero, en un local prestado. La entidad fue creciendo y surge el proyecto del edificio actual, que aún no está terminado. Salimos en búsqueda de otros espacios, en cercanías de la Av. Cervantes, de acuerdo a un proyecto del 2001. Esa búsqueda coincidió con la de Antonio Di Monte, que iba a recibir fondos desde Italia para construir la Escuela Dante Alighieri. Fuimos a hablar con la familia Delfabro, que previamente había donado para construir la Escuela de Bellas Artes y el Conservatorio de Música en la Av. de la Universidad. Planteamos el proyecto y en menos de diez días nos volvieron a convocar para decirnos que iban a donarnos los terrenos. Estábamos pidiendo una hectárea, algo muy grande teniendo en cuenta que estamos dentro del espacio urbano. No solo que nos dieron la hectárea, sino aún más a cada institución. Así que ahí ya cambió todo. Salimos a buscar pesos. Explicamos bien el proyecto y surgieron aportes particulares, de empresas, que nos permitieron construir cimientos e ir levantando paredes. Por otro de los proyectos que presentamos, el intendente de ese momento, Martín Llaryora, anunció el 1 de marzo de 2010 que la Provincia había decidido aportar a San Francisco el dinero para construir la parte actual más grande del Archivo. Ahí ganó un gran impulso la obra. Eso se inauguró en 2011. Luego en el 2016 comenzamos una ampliación que se inauguró en 2019. Y en este momento tenemos el proyecto de empezar la nueva ampliación, con el aporte que ya hizo la Provincia, de 25 millones de pesos, que anunció el gobernador (Juan) Schiaretti en el mes de enero. Así que eso está a punto de comenzar para cumplir con el compromiso que asumimos.
"Dedicamos horas en definitiva a una herencia que esta generación le está dejando a los que vienen"
Un patrimonio invaluable
A la institución siguen llegando aportes para un patrimonio hoy invaluable, no solo de San Francisco y el departamento San Justo, sino también de los departamentos santafesinos San Martín y Castellanos. Desde los objetos más grandes y vistosos, como tractores, carruajes, molino, una linotipo, hasta documentos gráficos de todo tipo que cuentan nuestra historia.
El archivo y la biblioteca también ayudan a cumplir el anhelo inicial de brindarle, a las personas que buscan investigar sobre San Francisco y región, datos y fuentes precisas. A la entidad llegan profesionales no solo locales, sino de Buenos Aires, Villa María, Córdoba, muchos de ellos becados por el Conicet. "Es una satisfacción. Eso permite que el nombre de San Francisco se incorpore a estudios que son nacionales, y que luego son consultados por otros investigadores que probablemente nunca lleguen a San Francisco", destaca su responsable.
Los estudios con base en San Francisco han llegado, geográficamente, hasta por ejemplo España. En tiempo, el desplazamiento no es menos significativo, ya que con el trabajo paleontológico se ha logrado superar el raconto histórico que antes alcanzaba hasta la colonización de 1880. "Con la aparición, rescate y conservación de los restos fósiles hallados en San Francisco, hoy ya podemos escribir algo del pasado sanfrancisqueño de unos ocho a diez mil años atrás", afirmó Bienedell.
"Con la aparición, rescate y conservación de los restos fósiles hallados en San Francisco, hoy ya podemos escribir algo del pasado sanfrancisqueño de unos ocho a diez mil años atrás".
Reconstrucción también ambiental
El Archivo Gráfico y Museo abarca también al medio ambiente, desarrollando un espacio que funciona como otra máquina del tiempo, con una experiencia directa hacia la flora anterior a la conquista de la tierra.
-¿En qué consiste el trabajo de monte y parque nativo didáctico?
Todos los árboles de ese espacio verde, muy grande y bien cuidado, son propios de esta región. Fueron plantados por nosotros. Se da con eso el proceso inverso a la colonización, cuando vinieron los primeros colonos a desmontar para poder hacer campos de cultivo propios de la época. Obviamente fue la base económica importante para el desarrollo de toda la región. En este caso pasamos de ese campo de cultivo a tierra de monte, donde hay también una variedad muy importante de aves que nos visitan.
-¿Cuál cree que es el principal logro de la entidad en estos 27 años?
Todos los que trabajamos en el Archivo y Museo, que no somos muchos y ojalá fueramos más, dedicamos horas en definitiva a una herencia que esta generación le está dejando a los que vienen; una herencia que esta generación tomó de otra gente que anteriormente vivió y trabajó acá, y cumplió o no de acuerdo a cada uno los deseos y propósitos que tenían. Este de alguna manera es el objetivo del Archivo, dejar algo ya muy armado, lleno de material y patrimonio artístico, cultural, documental, de objetos, que es muy importante y que por suerte creció y dista mucho en volumen de lo que teníamos cuando se comenzó. Y no dista nada y es exactamente lo que queríamos hacer cuando empezamos hace 27 años.