Apadim, 39 años trabajando por la inclusión
El último viernes cumplió un nuevo aniversario.
A 39 años de su creación, el Instituto de Modalidad Especial Apadim se encuentra actualmente consolidado en una firme tarea educativa desarrollada por un equipo de docentes y profesionales en diferentes áreas, que día tras día dedican su esfuerzo para la atención de niños y jóvenes con discapacidad.
Si bien en sus inicios el establecimiento comenzó a funcionar en edificios alquilados fue en el año 1983, gracias a la donación de Rosa Karlen de Rittiner, que se trasladó a su edificio propio de Salta 1761. Además se adquirió un predio en bulevar Hipólito Yrigoyen 1575, donde actualmente concurren 85 estudiantes comprendidos desde los niveles Inicial -con atención temprana- hasta la educación secundaria. A esto debe agregarse la última etapa del ciclo con un equipo de formación laboral orientando el perfil del alumno hacia la demanda que puedan tener empresas de la ciudad, aunque sin dejar de lado el aporte educativo pedagógico. Paralelamente, unos 25 estudiantes reciben la atención de un equipo de profesionales afectados al servicio de integración.
El trabajo diario es desarrollado por dos directivos, 6 docentes en el turno mañana, 6 en el turno tarde, 3 docentes de ramos especiales junto a un completo equipo técnico integrado por especialistas de psicología, psicopedagogía, trabajadores sociales.
Apadim desarrolla dos servicios con los cuales se brinda respuesta a la demanda de las personas con discapacidad: uno de ellos el Instituto de Modalidad Especial que funciona en la sede de barrio La Milka y el Centro de Día San Francisco, que funciona íntegramente en el edificio de Salta 1761.
Actualmente, la entidad se desempeña bajo el acompañamiento de una Asociación Civil mientras que en el plano educativo está dirigida por Silvia Rostagno y Laura Vignolo, directora y vicedirectora, respectivamente, del establecimiento. En tanto, su representante legal es Ruth Ambrossino.
"Nosotros trabajamos con el convencimiento de que a la escuela la hacemos entre todos: directivos, docentes, asociación civil estudiantes y las familias que acompañan. Esto permite que en todos estos años, en casi 4 décadas de historia, hayamos podido vivir un crecimiento constante, tanto desde el punto de vista institucional como educativo", indicaron Rostagno y Vignolo.
Ruth Ambrossino
Integración escolar, una fortaleza
Además, unos 25 estudiantes vinculados con Apadim forman parte del proceso de integración escolar con diferentes establecimientos educativos de nuestra ciudad, complementando de esta manera un importante servicio vinculado con la puesta en marcha de resoluciones que se encaminan hacia la inclusión.
Vignolo explicó que en cuanto a la inclusión "actuamos como equipo de asesoramiento institucional tratando de sacar la mirada del problema que pueda tener el estudiante para adaptarse al sistema y en el contexto porque estamos convencido que la mayoría de las dificultades de los chicos surgen de un contexto homogéneo, donde se pensaba que todos aprendían igual y luego se comprobó que cada uno tiene su manera". "En igual medida -agregó- cuando se advierte una dificultad de aprendizaje de un estudiante intervenimos para que pueda seguir en las escuelas de nivel agotando hasta las últimas posibilidades antes de ingresar a la escuela de modalidad especial".
"Con esto se busca la mejor manera de favorecer la trayectoria del alumno y si esto implica su inclusión en modalidad, para eso estamos las escuelas especiales", agregó Rostagno.
Laura Vignolo y Silvia Rostagno
Crecimiento institucional
La representante legal de la comisión directiva, Ruth Ambrossino explicó que desde un primer momento "se busca dar una respuesta inmediata a los estudiantes" y que "originalmente la casa de calle Salta cumplió ese objetivo y luego los chicos fueron creciendo y allí se presentaron nuevos desafíos pedagógicos que como Asociación nos llevaron a pensar en un ámbito físico acorde al desarrollo de nuestra tarea".
Ahí comenzó la tarea de socios y colaboradores que supieron acompañar estos desafíos y se construyeron en el predio de La Granja todas las instalaciones actuales.
Por otra parte, en el marco de la implementación de acciones que apuntalen el constante crecimiento de la infraestructura, la entidad se encuentra trabajando en la construcción de un Salón de Usos Múltiples (SUM), que tiende a integrar el espacio físico que fue construido en forma gradual a lo largo de los 39 años de vida.
Positivo
"Un paso muy importante que pudimos conseguir fue habernos consolidado como entidad prestadora de servicios, categorizando ante las obras sociales y el Ministerio de Salud, lo que nos permitió ser oferentes del sistema de salud y recuperar mediante las obras sociales la oferta que le damos a los estudiantes. De todas formas, ningún estudiante queda fuera del servicio en el caso de no tener obra social", afirmó Vignolo, quien destacó que casi el 80% de los alumnos están becados: "Poco más del 20% tiene obra social, de manera que aquí entra la capacidad de administración que nos permitió que esto nunca deje de crecer como lo hizo hasta ahora", finalizó.