Ciclismo
Antidoping y abandono: ¿qué sucedió en la Doble San Francisco - Miramar?
La histórica Doble San Francisco-Miramar se vio opacada por la deserción de equipos reconocidos tras el anuncio de controles antidoping post-carrera.
La 55ª edición de la Doble San Francisco-Miramar, una de las competencias ciclísticas más tradicionales del país, quedó marcada por un hecho inédito que generó polémica y cuestionamientos: la deserción masiva de varios equipos reconocidos tras conocerse la presencia del ente encargado de realizar controles antidoping aleatorios post-carrera.
Equipos de renombre como KTM, Team Murray, Colla, Facturería El Pato de Chivilcoy y Municipalidad de Pehuajó abandonaron la competencia antes de la segunda etapa, decisión que dejó apenas 38 ciclistas para completar el regreso desde Ansenuza hasta San Francisco.
La noticia impactó al ambiente ciclístico, ya que esta carrera, conocida por sus condiciones exigentes y su legado histórico, sufrió un golpe que puso en duda la ética y la transparencia en el deporte.
Los controles y las interrogantes
El control antidoping que generó el abandono de estos equipos estaba programado para realizarse tras finalizar la etapa final, como es habitual en este tipo de competencias. Es importante destacar que los controles no llegaron a realizarse a estos ciclista que desertaron, ya que estos son post-carrera, lo que ha generado múltiples interrogantes
sobre las razones reales detrás de las deserciones. Cabe destacar que los pedalistas que arribaron a nuestra ciudad, de manera aleatoria, fueron sometidos a los test.
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Estos controles, de carácter aleatorio, no están dirigidos exclusivamente a los ganadores o a los primeros puestos, sino que pueden ser aplicados a cualquier integrante del pelotón. Según el reglamento, todos los ciclistas firman al inicio de la temporada un acuerdo que establece su disposición a someterse a estas pruebas en cualquier momento.
La decisión de abandonar, tomada antes de que siquiera se efectuaran los controles, deja abierto un debate en el que surgen preguntas inevitables: ¿por qué algunos equipos decidieron desertar si no hubo ningún control efectivo? Este vacío de respuestas alimentó las especulaciones, dejando en jaque la transparencia del ciclismo argentino.
Un triunfo histórico en medio del escándalo
A pesar del panorama desalentador, la carrera tuvo su momento de gloria con el desempeño de Maximiliano Almada. El ciclista, integrante del equipo Municipalidad de Pehuajó, quedó solo tras la retirada de su equipo, pero esto no fue obstáculo para que lograra una hazaña memorable: ganar la etapa final en solitario.
El logro de Almada resalta no solo por lo deportivo, sino también por lo simbólico, en una edición que dejó expuesta la vulnerabilidad de la carrera ante decisiones que atentan contra su esencia.
Un golpe a la “Clásica”
Lo sucedido este año representa un desafío para la organización y para el ciclismo argentino en general e invita a reflexionar sobre la importancia de preservar la transparencia en el deporte y sobre las responsabilidades de todos los actores involucrados. La falta de compromiso de ciertos equipos contrasta con el esfuerzo de quienes decidieron seguir adelante, respetando tanto a la carrera como al público y a los sponsors que sostienen estas iniciativas.
Una carrera como la Doble San Francisco-Miramar, que marca el calendario del ciclismo nacional desde el interior del interior, merece ser cuidada y protegida. Su legado, de más de medio siglo, debe mantenerse como un orgullo del ciclismo argentino y un ejemplo de competición justa y profesional.