Historias
Analía, la artesana con artritis que inspira a todos
“Fui adaptando mis manos para hacer las artesanías como puedo. No lo tomo como un desafío, sino que me gusta y lo hice, no vi la enfermedad como un impedimento”, aseguró Analía Ludueña quien hace pintura en vidrio y fue reconocida con el premio al mejor stand en la Feria de Artesanías de San Francisco.
Por Isabel Fernández | LVSJ
Aunque la artritis reumatoidea juvenil que la afectó desde los 5 años, fue cambiando su cuerpo, causando dolores y afectando sus articulaciones, -a tal punto que no puede mover bien sus manos, ni caminar-, Analía Ludueña de 45 años tiene una fortaleza increíble y, contra todos los pronósticos, hoy vive de las artesanías que ella misma hace y expone en cada feria que hay en la ciudad.
Hace más de 20 años que Analía es artesana y con su pintura en vidrio o falso vitraux se llevó el premio al mejor stand en la 13° Feria Nacional de Artesanías y Manualidades que se realizó semanas atrás en San Francisco. Antes de eso, sus manos crearon pinturas en tela, tarjetas españolas, bijouterie y tejidos, entre otras cosas.
La artritis reumatoidea daña el revestimiento de las articulaciones y causa una inflamación dolorosa, afectando el movimiento del cuerpo. Esta enfermedad no tiene cura y puede provocar discapacidad ya que en los casos graves puede causar deformidad en las articulaciones. Las personas que la sufren suelen tener problemas para trabajar e incluso en su vida social.
Afortunadamente Analía puede hacer sus artesanías sin problemas y aseguró que le gustaría participar en todas las ferias, incluso en las más grandes. Sin embargo, el obstáculo más importante que enfrenta es el del traslado ya que no encuentra remises o transportes que puedan llevarla a ella, su silla de ruedas- en la que está desde muy chica- y a su mamá e incondicional compañera, Elvira.
Suele vérsela recorriendo las calles en su silla de ruedas a batería junto a su madre ya que pocas veces consigue un remise o alguien que la traslade.
Pero eso no le impide seguir creando y tratar de estar presente en cada feria. “Fui adaptando mis manos para hacer las artesanías como puedo –dijo-. No lo tomo como un desafío, sino que me gusta y lo hice, no vi la enfermedad como un impedimento”.
"Aprendí pintura con el artista Bolaño y me las arreglé. Me acuerdo que tenía que pintar un pino en un cuadro y en lugar de colocar el bastidor como normalmente va, lo puse al revés para poder pintar el árbol. En este caso el cuadro se tuvo que adaptar a mi limitación y el pino salió derecho y bien pintado”, contó, Analía quien durante muchos años fue presidenta de la Asociación de Artesanos Nehuén Mapú.
Analía dijo “estar encantada” por el reconocimiento que recibió en la Feria de Artesanías. “Fue una semana llena de emociones, estoy encantada de haber sido reconocida en este evento tan especial. Gracias a todos los que visitaron mi stand y lo hicieron posible”.
Amor por la pintura
En el comedor de su pequeña casa de barrio Sarmiento, los adornos colgantes de vidrio pintado por ella iluminan el ambiente de colores y arcoíris que se forman con la luz del sol que entra por las ventanas. Hay de distintas formas, tamaños y colores, también hay imágenes religiosas, tutores para plantas y otros objetos de decoración.
“Lo que hago es pintura sobre vidrio, soy muy detallista, dependiendo del trabajo que sea, en dos días puedo terminar un adorno. Me gustan mucho las manualidades, las artesanías, siempre estoy buscando algo que hacer. Me encanta pintar en vidrio, ojalá pudiera salir más a ferias pero se complica por el traslado”, afirmó.
Recordó que cuando era chica no podía levantar la cabeza ni los brazos, pero ahora está mejor. “Creo que las manualidades son también una terapia para mi enfermedad. Al pintar estoy moviendo mis manos y eso ayuda a que no se queden duras. Siempre tenés que tener un tratamiento de base, pero lo principal es el movimiento, moverse para que los huesos y los músculos no se endurezcan”, remarcó.
La necesidad de conseguir transporte
Actualmente la artritis de Analía está controlada, esto es, que no avanza sobre otras articulaciones de su cuerpo. “Durante mucho tiempo no sentía dolores, pero ahora volvieron y estoy haciendo consultas al reumatólogo para un tratamiento. Recién a los 12 años empecé a hacer el tratamiento por la artritis”.
“Es importante no darse por vencido y no quedarse con una sola consulta, actualmente hay muchos avances, porque no necesariamente es una enfermedad que te va a imposibilitar si se investiga y se trata a tiempo”, agregó.
Manifestó estar agradecida con su familia por su apoyo incondicional y a todos los que la ayudan, aunque al mismo tiempo remarcó que su problema actualmente es el transporte. “Acá en San Francisco no hay remise, ni transporte público con rampa para trasladarme, mi mamá no puede levantarme más Agradezco mucho a todos por el apoyo pero lo único que todavía no se puede lograr es conseguir el transporte para que pueda salir y asistir a las ferias, no es fácil”.
Analía vende sus artesanías en las ferias a las que puede asistir y también a través de las redes: en Facebook: Ailana Dko en Instagram: Ailanadko.