Entrevista
Alejo Taborda: “Siento orgullo de tocar la música de mi país”
Junto a Mateo Basile y Francisco "Panchito" Cassol, está formando una agrupación para renovar las raíces del folclore en San Francisco. Con un legado familiar en la música, estos jóvenes talentos ya tienen trayectoria en peñas y festivales, y ahora buscan construir su propia historia musical bajo la guía de "Culi" Taborda.
Por María Laura Ferrero | LVS
Como en los días previos al 25 de Mayo de 1810 en el Cabildo de Buenos Aires, una revolución se estaba gestando, ahora en la casa de los Taborda en San Francisco algo nuevo está naciendo y como aquellos patriotas que defendieron con fervor nuestro ser nacional un grupo de jóvenes serán los encargados de conservar y renovar la raíces del folclore nacional en nuestra ciudad
Alejo Taborda(14), Mateo Basile (16) y Francisco “Panchito” Cassol (11) están ensayando y practicando para conformar una agrupación y comenzar andar sus propios pasos en la música folclórica de nuestro país.
A pesar de su corta edad, ellos ya tienen una trayectoria por los escenarios de peñas y festivales de nuestra ciudad y la región. Alejo es hijo del queridísimo músico folclorista “Culi” Taborda y lo acompaña con su bombo desde hace unos años en sus presentaciones. Desde muy pequeño estudió batería con el profesor Emiliano Ochoa y es uno de los integrantes de la Banda Municipal Juvenil.
Por su parte, Mateo Basile también es hijo de un músico y una bailarina de folclore. El adolescente de 16 años contó que aprendió a tocar la guitarra mirando videos de You Tube hasta que se fue perfeccionando con las clases del profesor Emiliano Arce. Con un talento incalculable y dispuesto a incursionar en la música, Mateo es solicitado para acompañar a varios artistas locales cuando tocan en vivo armando paso a paso su carrera.
Francisco “Panchito” Cassol es un niño tímido de tan solo 11 años hasta que comienza a cantar con su potente voz y deja a todos sorprendido. El pequeño tiene un recorrido por los escenarios de su pueblo Saturnino María Laspiur y en otros escenarios de la zona de la mano del grupo Los López, que lo invita a cantar en sus actuaciones. Hace un tiempo, “Panchito” está tomando clases de canto con “Culi” Taborda para mejorar su técnica y cuidar la voz en esta etapa de crecimiento.
Un bombo, una guitarra y un cantor bajo la mirada protectora y apasionada de un papá músico que tuvo la idea de unirlos para que ellos puedan disfrutar de lo que más le gusta que es hacer música y pasarla bien entre amigos.
“Muchas veces veo a mi hijo en peñas que me acompaña y no tiene nadie de su edad para compartir esos momentos. Lo mismo le pasa a Mateo y “Panchito” que disfrutan de esos lugares pero siempre rodeados de gente más grande. Se me ocurrió juntarnos para ir dándoles algunas herramientas y que ellos trabajen su propia historia”, señaló el papá de Alejo.
Mucha pasión
Alejo asegura que lo suyo no es un mandato y que siente pasión por la música. “Mi papá siempre me llevó de chiquito a las peñas. A los tres años me prestó el bombo y nunca más lo solté”, afirma el muchacho. “Mi primera batería fue con las cacerolas de mi abuela hasta que me compraron una y empecé a tomar clases de Emiliano Ochoa”, agregó.
Para Alejo la música es algo placentero y siempre la tomó como un juego aunque reconoce la responsabilidad que debe tener con respecto a los ensayos con la Banda Municipal Juvenil y las prácticas que requiere cada instrumento. “Cuando estoy aburrido agarro el bombo y se me pasa el tiempo volando”, asegura.
El joven contó que le gustan varios ritmos como el rock, pero se inclinó mucho más para el lado del folclore. “Cuando me empezó a invitar a mi papá para tocar me enganché mucho más con este estilo”, reconoció y agregó: “Siento orgullo de tocar la música de mi país, es algo inexplicable y siento mucha pasión por lo nuestro”.
Con respecto a los referentes del cancionero folclórico argentino, Alejo indicó que sus preferencias son por los representantes más jóvenes y que le pusieron su impronta personal como Raly Barrionuevo y Bruno Arias, entre otros.
Gran movida
Alejo se mostró interesado por la gran movida que genera el folclore en nuestra ciudad y la región. “En los últimos tiempos hay más lugares para tocar y los eventos que hay en la ciudad hace que la gente se prenda en esta movida”, indicó el joven.
“Ahí te das cuenta que algo que nunca va a morir, que se trasmite de generación en generación y que nos va a representar en el mundo”, afirmó.
Por otro lado, el joven contó que nunca se sintió discriminado cuando dijo que toca folclore en la escuela y que le gusta participar de los actos donde requieren su participación. “A mis compañeros les gusta que toque folclore y se ponen a zapatear cuando tengo una oportunidad de actuar frente a ellos”, finalizó.
Los consejos de un padre
“Culi” Taborda no puede disimular el orgullo y la felicidad que le causa esta juntada en su casa y disfruta de cada momento junto a ellos. En la entrevista con POSTA, el reconocido músico local dejó algunos consejos para que puedan disfrutar de los escenarios y que la música sea parte de su vida.
Responsabilidad
“Nosotros nunca le dijimos que tenía que tocar un instrumento o bailar folclores y lo dejamos que él eligiera qué hacer porque con mi esposa venimos de la danza y la música. Como padres le inculcamos que si elegía un instrumento tenía que entender el significado que tiene y la responsabilidad que eso conlleva”.
Alas de libertad
“Cuando sea grande él tiene alas de libertad para elegir lo que quiera ser en la vida. No me importa si quiere ser veterinario o músico nosotros lo vamos a acompañar como siempre los hicimos. Lo único que queremos que sea feliz”
Respeto
“Hay en respetar a la gente que hace música de antes que uno, para mí eso es fundamental. Hay gente que viene haciéndolo por pasión y sin una búsqueda artística ni de estrellato. Hay que ir a los pueblos y escuchar los guitarreros del lugar que son los anónimos pero son los que mantienen vivo esto del folklore”.