Al Eje del Centenario le queda poco de su historia
Considerado la "espina dorsal" de San Francisco, símbolo testimonial de su pasado, la realidad que envuelve por estos días este corredor que atraviesa la ciudad dista mucho de los tiempos que vivió en los '80, cuando se celebró el primer centenario. Fue arrasado por el vandalismo y el abandono. Quienes iniciaron este proyecto urbanístico que integra el patrimonio histórico y arquitectónico local, aseguran que merece ser mantenido y puesto en valor.
Veredas destruidas, bolsas de basura sin recoger, plazoletas grafiteadas, monumentos saqueados, sectores sin iluminación, estatuas víctimas del vandalismo, fuentes destruidas, son algunos de los problemas que presentan el Eje del Centenario y el Paseo Español, ambos paseos urbanos ubicados en pleno centro de la ciudad de San Francisco.
Mientras para "cambiarle la cara" al Centro Cívico avanza la obra de la tecnoteca, a su alrededor el paisaje no es amistoso para los vecinos debido al gran deterioro que sufre esta zona, una de las más caras por metro cuadrado de la ciudad.
Una de las características arquitectónicas que definen el estilo urbanístico de San Francisco es el Eje del Centenario, un corredor que va desde la estación del exferrocarril Mitre hasta la rotonda de avenidas Caseros, Cervantes y Urquiza, comprendido entre los bulevares 9 de Julio y 25 de Mayo.
En el Pasaje Cornaglia, desamparo y
basura
En los '80, la decisión de establecer el Eje del Centenario obedeció a destacar el sector como la causal del origen de la ciudad. Allí, a fines del siglo XIX, se encontraban las vías del tren y los molinos harineros Boero Hnos. y Río de la Plata.
En la actualidad, un simple recorrido por los principales sectores que forman parte del Eje del Centenario confirma que el vandalismo arrasó con su patrimonio escultórico y arquitectónico y hay poco mantenimiento de este espacio público. El Eje del Centenario luce hoy muy diferente a la manera en la que fue concebido en sus orígenes.
Pasaje Cornaglia
El arquitecto Oscar Cornaglia, quien fuera secretario de Obras y Servicios Públicos de la administración del exintendente Juan Ricardo Cornaglia, analizó el estado actual en el que se encuentra este lugar de alto valor patrimonial, brindó detalles sobre los motivos que llevaron a desarrollar este proyecto urbanístico y abogó por su preservación.
Pasaje Cornaglia
La obra
El Eje del Centenario fue un proyecto concebido en la gestión del exintendente Juan Ricardo Cornaglia para resaltar los orígenes de la ciudad de cara al festejo del centenario, que se conmemoró el 9 de septiembre de 1986 y contó con la presencia del expresidente de la Nación, Raúl Alfonsín, y el exgobernador de la provincia de Córdoba, Eduardo César Angeloz y de Entre Ríos, Sergio Montiel junto a otras autoridades nacionales y provinciales.
Entre los años 1985 y 1987, se llevaron adelante una serie de obras entre las cuales se cuentan la construcción de plazas, plazoletas, espacios verdes y pasajes que conectaban con un criterio unificador toda esa gran zona de San Francisco que representaba el sector donde comenzó a gestarse la ciudad desde sus orígenes.
Los grafitis se adueñan de la Plazoleta
Villafañe
Para llevar a cabo esa obra, la municipalidad adquirió los terrenos donde hoy se encuentra el Jardín Botánico y el Superdomo; se construyeron plazas como la Raúl G. Villafañe, la Leopoldo Lugones y la plazoleta Luis Miretti junto a la rotonda de acceso oeste a la ciudad.
En ese momento, al este de la plaza Villafañe había calles de tierra y se carecía del servicio de energía eléctrica, alumbrado público y agua potable. Lo mismo ocurría hacia el oeste de la Estación Terminal de Ómnibus.
Con ese panorama, se tomó la decisión de dotar al sector de toda la infraestructura que faltaba sumando la construcción de la playa de estacionamiento ubicada al oeste de la Terminal de Omnibus y el Pasaje Saavedra. Igualmente se puso en valor el exPasaje Florida, hoy conocido como Pasaje Juan Ricardo Cornaglia, que une el Pasaje Lisandro de la Torre con la Terminal.
Fue cambiando
A casi 33 años de cumplirse los primeros cien años de historia de la ciudad, el Eje del Centenario sufrió numerosas modificaciones urbanísticas que atentan contra el criterio unificador que se pensó en sus orígenes.
La falta de cuidado en plazas y paseos públicos, sumado a las consecuencias de hechos de vandalismo urbano provocan que este espacio sea mirado con una combinación de nostalgia y resignación ante el preocupante estado en que se encuentra.
Arquitecto Oscar Cornaglia
"En ese momento pensamos que se necesitaba poner en valor esos sitios que habían sido los causales de la fundación de la ciudad. Para eso trabajé junto a los subsecretarios Miguel González Chana y José Cottani, directores y todo el personal de la Secretaría y por supuesto no podemos dejar de olvidar el trabajo que se llevó a cabo en el Concejo Deliberante autorizando todas las ordenanzas que eran necesarias para cada intervención", recordó Cornaglia.
Con un dejo de nostalgia, el arquitecto ratificó que la decisión de llevar a cabo esta obra apuntaba a "poner en valor el sitio fundacional de la ciudad a través de una característica integradora desde el punto de vista urbanístico".
Rincón Español, blanco del vandalismo
Efecto Superdomo y Tecnoteca
Al recorrer los principales sectores que forman parte del corredor se advierte un marcado deterioro y estado de abandono.
Cornaglia se lamentó por "el estado en que se encuentra la plazoleta Lugones, donde taparon el busto y se robaron los versos escritos en las paredes. El Eje del Centenario en el Jardín Botánico prácticamente no existe. Y la peatonal del pasaje Juan Ricardo Cornaglia luce siempre en un estado de abandono".
Por el hecho de ser el sitio central donde se remarca la aventura fundacional de San Francisco, Cornaglia estimó que "debería ser mejor preservado en respeto a la memoria de los orígenes de la ciudad".
Rincón Español, en el Centro Cívico
A lo largo del tiempo, San Francisco fue incorporando nuevos espacios físicos dentro del Eje del Centenario. Así entonces, la construcción del Superdomo y el edificio de la Tecnoteca (en la Plaza Cívica) se muestran como las dos intervenciones más importantes de este corredor.
Esto también fue analizado por el arquitecto. "Inicialmente el Superdomo estaba previsto ubicarse en el corazón del Jardín Botánico. El lugar que ocupa actualmente es un tapón urbano a lo largo del corredor espacial", indicó.
Sobre la Tecnoteca, Cornaglia sostuvo que "aportará movimiento y un punto de interés a un Centro Cívico deteriorado". No obstante, estimó que quizá "no haya sido lo más conveniente" desde el punto de vista urbanístico el lugar elegido para llevar a cabo esta obra que "es otro tapón urbano".
Avanzando por otros sectores del Eje del Centenario, Cornaglia también lamentó "el estado de abandono" que presenta el Rincón Español y la fuente de la Plaza Cívica.
Rincón Español
Falta conciencia
Cornaglia consideró que actualmente "hay una despreocupación por los espacios verdes. No se los cuida, no se los pone en valor y lamentablemente ocurren asiduos hechos de vandalismo que destruyen lo que se hizo, por lo que se requiere de un trabajo de conservación permanente".
Pese al deterioro en toda su traza, el Eje del Centenario "continúa manteniendo su esencia, porque es la espina dorsal de la ciudad. Pero su actualidad no es la ideal, podría ser mejor".
El busto de Luis Miretti, en la plazoleta del Pje.
Hermanos Casalis, vandalizado
"No existe conciencia sobre el valor que tiene como lugar fundacional de San Francisco. Si no fuera así, se lo conservaría de otro modo y se lo estaría poniendo en valor en lugar de olvidarlo urbanísticamente", concluyó.