Entrevista
Abril Ríos: la creatividad al servicio del contenido
Es una de la “micro influencers” con más crecimiento de San Francisco. La historia de una mamá emprendedora que dejó la frialdad de la programación para ponerse frente a la cámara para generar interacciones.
Cuando hace poco más de 4 años Abril Ríos decidió dejar la carrera de programación para adentrarse en el poco conocido mundo de la creación de contenido para redes, más de uno frunció el ceño en su familia.
No era para menos: dejaba una salida laboral segura (y bien paga) por una labor que a muchos aun les cuesta entender. Y ese es uno de los principales obstáculos: empresarios o marcas que por no comprender su valor, les cuesta pagar lo que realmente se merece, por profesionalismo y resultados.
Abril es creadora de contenidos. Genera material audiovisual para comercios de la ciudad y, como contará en la entrevista, sueña con algún día pegar el salto a la gran ciudad y trabajar para grandes marcas.
Asegura que la clave de su trabajo pasa por entender y transmitir la personalidad, la esencia de cada cliente. Poniéndole la cara y el cuerpo a cada video, busca conectar público y contenido para crecer y hacer crecer.
-Si tuvieras que explicarle a alguien que no conoce mucho de esto ¿cómo definirías lo que haces?
Si lo tengo que resumir en pocas palabras, digo que soy creadora de contenido. Y cuando ya entramos en detalle y tengo que desmenuzarlo, básicamente es mostrar la personalidad de las marcas o de los locales de la ciudad, en videos. De contenido audiovisual exclusivamente.
-¿Y cómo llegaste a eso?
Empecé hace unos cuatro años, con una zapatería. La dueña es amiga de mi hermana y le gustaban las fotos que yo subía a mi Instagram. Entonces le dijo si a mí me gustaría hacerle fotos para su zapatería. Y todo empezó con fotos, después fuimos haciendo videos, experimentando, y ahí arrancó todo.
-¿Fuiste autodidacta en el aprendizaje? ¿Cómo te mantenés actualizada con el algoritmo y demás?
Siempre fui autodidacta. Es complicado, pero una vez que le agarrás el ritmo y lo seguís, se hace más llevadero. Además, no soy de las que se guía mucho por lo que son las métricas y todo eso tan estructurado. Sino más bien, experimentando siempre en una combinación de lo que es la marca y lo que te va a dar a vos, lo que te puede ofrecer.
-Al dirigirte a un nicho local ¿se puede decir que sos una microinfluencer? Más allá de que algún día puedas escalar a un nivel superior…
La verdad es que aspiro a eso. Me gustaría crecer. Siento que San Francisco es como una preparación para mí. Si se quiere decir micro-influencer, me gusta. No es algo que yo me lo digo a mí misma “soy esto”. Pero por ahí tiene mucho que ver con, justamente, la influencia que el trabajo tiene sobre la gente. Y si me consideran así, me gusta. Está bien.
-Te habrá pasado que te dijeran “buscate algo más estable”…
Sí. Antes de hacer esto estudiaba programación. Era ir a lo seguro, a algo que tenga mucha salida laboral. Y después, cuando empecé con esto, me liberé de mucha presión que tenía con el estudio. Empecé a experimentar y me di cuenta que de querer programar todo súper lógico, súper exacto, pasé a descubrir que lo que más me gustaba era el arte, lo audiovisual. Y no pienso en si el día de mañana tendré trabajo. Lo doy todo ahora y hasta donde me lleve. Hasta ahora va funcionando.
-No es que tenés gran cantidad de seguidores.¿Tenés un objetivo en ese sentido o lo vas haciendo que sea lo más orgánico posible?
Es una combinación de todo. Al principio sí le prestaba atención, pero como es una cuenta que no hace mucho que tengo y hace poco que la estoy enfocando en esto, le dejé de prestar atención. Y hace poco hablando con unas amigas que tienen una agencia de marketing, me dijeron que hoy en día lo que más importa no son los seguidores, sino los no seguidores. La interacción.
Ahí sí entró lo de la métrica y me puse a verlo. Y resulta que yo por mes interactúo con 30.000 cuentas que no me siguen. Y en consecuencia eso me trajo muchos laburos. Así que al final el objetivo que era trabajar, lo estoy cumpliendo. Así que los seguidores no son tan importantes.
-Esto te da la posibilidad de manejar tus horarios, pero por otro lado hay una dependencia del celular, de estar conectada todo el tiempo…
Tengo algo muy particular: a veces quiero estar contestando todo y a la vez no hago nada por querer hacer todo. Pero es un desafío porque así como interactúo con personas con las que ya trabajo, todo el tiempo me están llegando nuevas propuestas. Entonces trato de repartirme, de buscar horarios para responder. No lo estoy logrando tanto ahora porque paso todo el día con el celular. Llega un momento que me saturo y lo dejo. Y capaz me quedan un montón de mensajes por responder.
Pero la idea si tengo hoy que fijar una meta es organizarme en cuanto a responder mensajes, a tener mis tiempos divididos. Realizar el video, editarlo y después interactuar con los clientes.
-¿Qué importancia le das al soporte tecnológico?
Para mí lo más importante, que es mi principal herramienta de trabajo, es el celular. Así que siempre estoy tratando de comprarme el último. Más que todo porque las actualizaciones de las redes sociales van acorde a los últimos modelos de celulares. Es una realidad. Si el material tiene una mejor calidad de video lo va a mostrar primero el algoritmo. Entonces esa es mi principal herramienta de trabajo.
Pero ya lo que son micrófonos, trípodes, luces, es algo que también me estoy armando hoy en día.
-¿Qué proyectás? ¿Seguir en plan solista o alguna vez también tener un equipo, una agencia?
Ya me lo propusieron varias veces. Solo que bueno, en el momento del día a día, como te digo, estoy siempre a full. Ni siquiera tengo tiempo de pensarlo. O sea, si algún día pasa, siento que se va a dar todo para que eso pase. Sí tengo una amiga que vive en Buenos Aires. Ella trabaja en lo mismo y está trabajando con marcas copadas hoy en día. Y me lo propuso porque me gustaría extenderme para la capital, por así decirlo. Son planes a futuro que hoy no estoy pensando 100% en eso. Pero que sí me gustaría concretar el día de mañana.
- Aclaremos que tenés una hija, tenés una familia armada…
Claro, estoy casada, tengo una hija. Ya tenemos como el día a día organizado. Entonces no es tan fácil desarmarlo y decir me voy. Pero si la propuesta es interesante. Yo creo que tiraríamos todo y nos iríamos los tres, sí.
-¿Es importante cómo te ves, tu imagen, tu estética?
Mirá, no te voy a mentir. Siempre me gustó. Entonces no es algo que a mí me re costó y me quejo tengo que preocuparme en qué me pongo. No, siempre me gustó. Entonces es algo que complementa bien mi trabajo y lo disfruto.
Disfruto comprarme ropa, y tengo el privilegio porque yo sé que hoy en día no es que decís che, salgo y me compro todo, no. Pero como me gustan mucho las ferias, es algo que no me cuesta tanto. Así que complemento todo.
Y también lo que son accesorios y todo eso, trabajo con locales que traen mucho de eso. Entonces por ahí es como que termino canjeando y me la rebusco.
-La famosa palabra del canje, que por ahí está mal vista…
Y a mí la verdad que en un punto, si me sirve y complementa algo que tengo que hacer a futuro o con el mismo local, lo hago. No es, digamos, la primera opción. Yo siempre trabajo, te hago el video, lo cobro, listo. Pero como te digo, si es, qué sé yo, un tripode, por ejemplo, y me sirve para mi trabajo, lo hago. Porque de todas maneras, si no lo canjeo, lo voy a terminar pagando después.
Ya no hago canje por hacer, de llenarme todo de ropa, todo, porque no me sirve al final de cuentas. Y lo que yo hago en cuanto a la economía de mi familia aporta muchísimo, entonces priorizo el dinero.
- ¿Cómo es tener exposición en una ciudad como la nuestra, muy pendiente del qué dirán? ¿Es algo que tenés en cuenta?
Al principio no me importaba tanto, pero a medida que me llegan clientes un poco más grandes y con otro público, de distintas clases sociales incluso, sí tengo que retraerme un poco en algunas ideas que por ahí no van de la mano con lo que la empresa quiere mostrar. De todas maneras, el qué dirán y todo eso me dejó de importar en el momento que me convertí en madre. Como que mis prioridades son otras, entonces si yo trabajo, tengo el dinero, estoy bien con mi familia, con mi esposo, con mi hija, suficiente.
Total van a seguir hablando, así que no me interesa realmente. A veces hablan y dicen la verdad, a veces no y si hablan para bien y me da trabajo, genial, me sirve.
- ¿Crees que todavía San Francisco es un terreno fértil para esto?
Sí, por ahí lo que puede jugar en contra, que sí puede ser un tema que la gente no quiera hablar, pero es cierto, es la paga. Cuando vos le decís “che, te sale tanto”. Ahí se retraen y viene el famoso “bueno, yo te aviso”. Es un tema bastante especial porque muchos no están dispuestos a pagar algo que los va a mostrar más como local, que van a remontar sus ventas o lo que fuere, porque piensan que es algo sencillo de hacer. Pero si le das un celular y un editor, no lo saben hacer. No están dispuestos a pagar lo que uno sabe hacer. Pero bueno, me tocó muy pocas veces eso.
-Está el famoso “me lo hace mi primo que no me cobra”
Tal cual, o me lo hace y le pago lo que quiero. En realidad también depende mucho de lo que está buscando el cliente. Gracias a Dios a mí me tocó trabajar con personas que vieron mi trabajo, les mostré una planificación y tuve muchos pulgares para arriba entonces.
-Si se trata de soñar ¿Dónde te ves de acá a un par de años?
Y… a mí me gusta soñar en grande. Me encantaría el día de mañana poder trabajar para empresas más grandes. A veces me preguntan si tuviera que elegir alguna cuál sería y me encantaría estar en una publicidad de video, foto, lo que sea, de Adidas. Me gusta mucho la estética, el estilo, todo lo que manejan me gusta.
Y obvio también me gusta mucho lo que son los blogs, me encantaría trabajar con empresas de viaje donde me digan, che, vamos a tal lugar. Te doy el ejemplo, ¿no? Vamos a Tokio, vení a hacernos un re-video. Lo daría todo y haría un muy buen video.
Eso me gustaría a futuro. Yo veo que hay gente que viaja a lugares muy copados y saca dos fotos. Y yo pienso: si yo estuviera en ese lugar me haría una película más o menos.