Análisis
Abre sus puertas San Francisco Expone 2023, un canto al trabajo y al porvenir
El campo y la industria volverán a exhibir todo su potencial, haciendo frente a la incertidumbre constante y redoblando el esfuerzo para atravesar los obstáculos permanentes de una realidad apremiante.
Se abre hoy la 91° edición de una exposición tradicional. Una muestra que fue modificando su nombre en el tiempo. Hoy se denomina San Francisco Expone. No obstante, este acontecimiento que cada año concita nuevas atracciones mantiene incólume su espíritu inicial: exhibir la enorme capacidad humana y productiva que, sin dudas, es capaz de expresarse en esta región del interior de nuestra Argentina.
El predio de la Sociedad Rural San Francisco será otra vez escenario de una exposición en la que la producción tiene un papel central. Pero que también ofrece atractivas propuestas recreativas para todos los visitantes. Porque el fin no es otro que el de celebrar la dignidad que aporta el trabajo fecundo. El deseo de toda la comunidad es demostrar que sigue vivo el legado por aquellos colonos esforzados y por los pioneros de la actividad industrial y comercial. En ese testimonio de nuestros ancestros se puede encontrar la explicación para la terca decisión de apostar al progreso en todos los ámbitos de la vida.
En sentido positivo, la palabra obstinación asoma adecuada para calificar a los hombres y mujeres que a diario enfrentan el azaroso y preocupante presente socioeconómico con la decisión de no bajar los brazos, con la indoblegable voluntad de continuar produciendo, pese a todos los avatares de un país que “se salió de escuadra” en el último medio siglo, que carece de una mirada de largo plazo para establecer políticas estables y está sumergido en una crisis interminable que los gobiernos no han sabido, o no han podido, o no han querido, resolver.
San Francisco Expone se presenta como una exposición integral de la que participan la mayoría de los sectores productivos, comerciales y de servicios de la ciudad y la región. Una muestra que va camino a su centenario, consolidada como una de las más tradicionales del interior del país. En la que se manifiestan los afanes y sueños de miles de emprendedores en las más variadas áreas de la vida económica de San Francisco y en la que se despliega el fruto de la laboriosidad y la vocación testaruda de redoblar el esfuerzo para atravesar los obstáculos permanentes de una realidad apremiante.
Este fin de semana, en la Rural se escuchará un ruego especial surgido del sentimiento esperanzador que anida en cada productor, en cada emprendedor, en cada trabajador: el que reclama un mejor futuro, el que aspira a dejar definitivamente atrás años de retroceso y deterioro. El que entiende que la mejor alternativa para ello es la vigencia plena de la cultura del trabajo, en el convencimiento de que no hay otra manera de salvar los escollos. En la muestra que nuevamente viviremos este fin de semana se plasma esta expectativa: el campo exhibiendo todo su potencial pese a la permanente esquila a la que lo someten los gobiernos y los desafíos climáticos, la industria haciendo frente a la incertidumbre constante y las demás actividades duplicando esfuerzos para consolidarse y crecer.
Es el San Francisco que quiere volver a ser. Esa maravillosa ciudad del este, bien cercana al motivo agreste que la vio nacer y que alberga cada año, en el predio de la Rural, un canto al trabajo y al porvenir.