Cáncer de colon:
A partir de qué edad hay que hacerse una colonoscopia
Si es detectada a tiempo, es una enfermedad altamente prevenible y tratable, lo que se logra a través de estudios de rutina como la colonoscopía y el análisis de sangre oculta en materia fecal. –El médico gastroenterólogo, Gustavo Stoppani explicó en qué consiste el estudio.
Por Isabel Fernández|LVSJ
El cáncer de colon puede ser totalmente asintomático hasta estadíos avanzados. Pero si es detectado en etapas tempranas, presenta un 90% de posibilidades de cura por lo que la consigna más importante es trabajar en la prevención.
En el marco del Día Mundial de Concientización de Cáncer Colorrectal, que se conmemora hoy domingo 31 de marzo, los especialistas se encargaron de afirmar que, pese a que es uno de los tipos de tumores más fáciles de prevenir mediante estudios específicos de rutina, ocupa el segundo lugar en incidencia en cáncer en nuestro país, con 15.895 nuevos casos por año, lo que representa en promedio casi 2 nuevos casos cada día, y solo es superado por el cáncer de mama. También es el segundo en mortalidad, con 7.323 decesos, solo precedido por el cáncer de pulmón.
La videocolonoscopía junto con análisis de rutina y test de sangre oculta en materia fecal es un estudio clave para detectar cualquier anomalía que pueda derivar en un tumor. Pero, ¿a qué edad hay que comenzar a hacerla?. En los últimos años se registraron casos en personas jóvenes, menores de 50 años, lo que obligó a los médicos a replantear la edad de comienzo para realizar el estudio.
LA VOZ DE SAN JUSTO consultó al médico especialista en Gastroenterología y Endoscopía Digestiva, Gustavo Stoppani (MP-26321/4; ME-8789) que atiende en la Clínica Regional del Este y el Sanatorio San Justo quien explicó que normalmente “se aconsejaba que la videocolonoscopia se haga a partir de los 50 años, pero como el cáncer es tan frecuente cada vez más a edades más tempranas, se aconseja actualmente hacer el estudio a partir de los 45 años, cada 5 años en hombres y mujeres. En los pacientes que tienen familiares directos como padres o hermanos, deben hacerla desde los 35”.
Aunque la herencia es un factor de riesgo muy importante, el doctor Stoppani advirtió que actualmente “se ven muchos casos en personas que no tenían ningún antecedente familiar. Si un padre o un hermano tuvo cáncer de colon, no significa que uno lo va a tener, solamente significa que tiene un poco más de posibilidades de tenerlo por eso hay que controlarse un poco más”.
Consideró que, aunque hay muchos factores de riesgo que influyen en el cáncer de colon, “lo que bajó la edad de inicio tiene que ver con el sobrepeso, la obesidad, el sedentarismo y el exceso de alimentos con grasas”.
“Además las mujeres que padecieron un cáncer ginecológico de útero o mama tienen mayor predisposición a desarrollarlo. Por eso es importante que los ginecólogos eduquen con respecto a estos controles”, alertó.
Las recomendaciones para disminuir el riesgo incluyen una alimentación balanceada, poco o nada de alcohol, no fumar, actividad física según las posibilidades de cada persona y consultas periódicas con el médico.
Cómo es la colonoscopía
Una colonoscopia es un examen que se usa para buscar la presencia de cambios, como tejidos hinchados e irritados, pólipos o cáncer, en el intestino grueso (colon) y el recto. El hecho de tener que hacerse una muchas veces asusta y causa resistencia en las personas. Sin embargo, es un examen que no causa molestias.
Stoppani aseguró que es un estudio que se realiza “con una preparación previa con purgas y con una sedación, una anestesia de baja complejidad que mejoró notablemente el confort. Se realiza en veinte minutos, el paciente se queda en una sala de recuperación y luego vuelve a su casa. La persona no tiene molestias, suele ser más molesta la preparación que el estudio en sí. Además, el 95% de las obras sociales y prepagas brindan cobertura”.
“La consigna más importante es no llegar a tener síntomas de cáncer de colon y para eso hay que trabajar con la prevención”, aconsejó el especialista.
Cuáles son los síntomas
Los síntomas aparecen cuando la enfermedad está avanzada, por eso es importante no llegar a tenerlos. Stoppani afirmó que los síntomas principales son: “el sangrado intestinal (proctorragia), el cambio en la frecuencia de ir de cuerpo. Cada uno de nosotros tiene un ritmo evacuatorio que por lo general es una vez al día, pero cuando ese ritmo cambia a tres veces por día o a una vez cada tres días debe llamarnos la atención”.
“También aparece anemia en los pacientes porque hay pérdida oculta de sangre en la materia fecal, pérdida de peso y dolor intestinal persistente”, añadió.
Desde el punto de vista psicológico el diagnóstico suele ser un golpe duro para el paciente, depende mucho como se le explica la situación. En cuanto al tratamiento, el avance de las técnicas quirúrgicas, mejoran pronósticos y permiten que el impacto psicológico no sea tan duro.
“Actualmente, gracias a las técnicas quirúrgicas, hay altas probabilidad de operar por videolaparoscopía con muchas chances que el paciente evite tener una bolsa de colostomía”, aseguró el doctor Stoppani.
Destacó que cuando “se logra retirar el tumor y puede acceder a una vida normal sin una colostomía y someterse algunas veces a un tratamiento oncológico es de gran ayuda para el paciente. Sin embargo, el tratamiento muchas veces requiere de una terapia psicológica”.
Además de la importancia de la prevención y la detección temprana, hoy en día se cuenta con numerosas alternativas terapéuticas con muy buenos resultados, aún en estadios avanzados. Entre ellas se encuentra la combinación de quimioterapia, terapias dirigidas contra blancos moleculares específicos, como anticuerpos monoclonales, y, en casos seleccionados, la cirugía y la inmunoterapia.