Sociedad
A los 94 años, Roberto Landó mantiene viva la pasión por el tango
Aunque ya no participa en eventos públicos, José Cerutti sigue siendo una figura destacada del tango, conservando la elegancia y pasión por la música.
El pasado lunes en su casa de calle Colón al 200, celebró su cumpleaños número 94. Junto a su familia, nietos, bisnietos y su compañera Gemma disfrutó de soplar las velitas pero también se dio el gusto de entonar algunos tangos como el clásico Naranjo en Flor.
Y es que el “purret” ya de edad difícilmente se olvide de las letras y aunque lo puede traicionar el andar, conserva la elegancia del caballero tanguero.
Sentado en una silla de su casa, acompañado de su amada Gemma, pañuelos en mano por la emoción y la agenda que reza “Landó – 1930 – tango”, José Antonio Cerutti demuestra que es la voz viva del tango.
Cerutti -conocido por todos como Roberto Landó- recibió a LA VOZ DE SAN JUSTO, que recuerda las publicaciones semanales de su dueto con el también cantante Oscar Terraf, de sus presentaciones como “Landó – Terraf”.
“Tengo que cuidarme porque los años pesan pero tengo mi compañera Gemma. Haber encontrado esta mujer en mi vida, es una bendición de Dios”, dijo emocionado José al hablar de los 64 años de unión matrimonial que lleva con su esposa de toda la vida.
Sobre la mesa de su comedor está su agenda personalizada que le regaló, como cada año, una de sus nietas diseñadora; también lo acompañan libros para la memoria. “Es una forma de entretenerme. A mí me gusta mirar esto mientras a mi esposa, la televisión”.
“El tango está solo para los eventos familiares, ya no voy a espectáculos. Mi hermano menor, Luis, es el que sigue con la herencia musical. Algunos de mis nietos también escuchan y cantan tango pero no lo hacen en público”, contó José.
“Hoy son tiempos felices, disfrutamos mucho de la familia, los ocho nietos y los seis bisnietos”, expresó.
La voz del tango
José Cerutti nació en Porteña el 19 de agosto de 1930 pero por una deuda familiar, tuvieron que trasladarse a trabajar en el cortadero de ladrillos al ingreso oeste de la ciudad. “Un familiar levantó la deuda pero para pagarle, tuvimos que trabajar -recordó-. Los años pasaron y nos fuimos acomodando”.
Después, se dedicó al comercio y de jubiló dejando atrás el trabajo en la venta de insumos veterinarios y agroquímicos.
El tango apareció en su vida cuando aún vivía en Porteña hasta que lo siguió haciendo en San Francisco y su momento de esplendor fue junto a Oscar Terraf , creando el binomio Landó -Terraf y el memorable espectáculo “Jueves musicales”.
“Oscar tenía una voz excepcional. Nuestros dúos eran espectaculares. Cantábamos en todos lados”, indicó.
A su pasión por el tango, el que empezó cantando de jovencito, se le sumó el tenis como disciplina deportiva. “Jugué hasta los 85 años aproximadamente, cuando el cuerpo no me daba más”.
El tango es todo para él. “El tango es mi pasión, es todo para mí. No cantaré en eventos o participaré en encuentros, pero la música siempre está”.